May 13, 2024 Last Updated 8:28 PM, May 13, 2024

No habían pasado diez minutos del discurso leído por el presidente Javier Milei cuando empezaron a oírse los primeros golpes sobre las cacerolas. Lo que primero arrancó desde ventanas y balcones se transformó en reuniones en las principales esquinas en numerosos barrios de la CABA y el conurbano. Apenas unas horas más tarde éramos decenas de miles congregados frente al Congreso nacional al grito de “la patria no se vende” y “paro general”. Así fue como, en la emblemática fecha del 20 de diciembre y luego del provocador discurso presidencial volvieron a gestarse las protestas populares con cacerolazos en nuestro país. A partir de la tarde noche del jueves 21 de diciembre los cacerolazos comenzaron a replicarse en las principales ciudades del interior. El movimiento que expresaba el descontento popular frente a las medidas de ajuste del gobierno nacional se extendía por todo el país.

En muchas esquinas los cacerolazos se sucedieron varios días en las últimas semanas. Y en la juntada que implica el salir a protestar surgió la necesidad de organizarse, una vez más como en  el 2001, en asambleas barriales. Así fue que en las últimas semanas comenzaron a tomar forma incipiente asambleas en los principales barrios del AMBA y en las principales ciudades del país. Dando los primeros debates sobre cómo fortalecer la organización en los barrios en forma articulada con el resto de los sectores que salen a la lucha con un amplísimo número de organizaciones, colectivos y grupos de distinta índole que enfrentan la avanzada del gobierno de Milei. Y en particular se discute con marcado entusiasmo como intervenir en el paro nacional convocado por la CGT y las CTA para el próximo 24 de enero exigiendo a las conducciones burocráticas la imprescindible continuidad en un plan de lucha hasta derrotar el ajuste.

Desde Izquierda Socialista vemos como un paso muy positivo el resurgimiento de las asambleas barriales y por eso impulsamos desde un inicio su formación, fortalecimiento y organización de cara a los desafíos que enfrentamos como pueblo trabajador.

Corresponsal


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Cristina Kirchner dio la orden que los dirigentes kirchneristas no participen de la marcha de la CGT del pasado 27 de diciembre. Alberto Fernández se lo vio en una cena VIP en España pagando 600 euros el cubierto. Y reapareció Sergio Massa, diciendo que no compartía que se haya convocado al paro general. ¿Así se combate a la ultraderecha de Milei?
 
El peronismo le vino haciendo guiños a Milei desde que asumió. Se la vio a la propia Cristina Fernández haciendo chistes al presidente ultraderechista en su asunción. Dicen que Cristina celebró que en su discurso inaugural, Milei dijera que la corrupción era un tema de la justicia y que él no venía a perseguir a nadie. Hasta le entregó las presidencias de ambas cámaras a pesar de que La Libertad Avanza está en minoría como bloque, y la primera minoría es el peronismo.

Esto se coronó en la marcha del pasado 27 de diciembre de la CGT, donde estuvieron ausentes la mayoría de dirigentes y legisladores camporistas. “Cristina dio la orden para que no fueran”, revelaron desde el bloque kirchnerista. Comentarios periodísticos señalan que “La ex presidenta pretende darle aire a Milei. Sospecha que la realidad será pronto tan acuciante que no es necesario empujar más la crisis”. Pura especulación política, mientras la motosierra sigue su curso. En dicha marcha no se vio a Kicillof ni a Máximo Kirchner, por ejemplo.

Massa contra el paro

En estos días reapareció Sergio Massa después de la derrota electoral. Mantuvo una reunión a puertas cerradas con un grupo de dirigentes de la CGT. Si alguien estaba esperanzado en que Massa se sume a la lucha contra Milei, otra vez se volverá a decepcionar.

Massa señaló que el paro del 24 de enero es apresurado. “Dijo que no estaba de acuerdo con la oportunidad y la fecha del paro porque era preciso que haya más consenso entre la población sobre el perjuicio que provocan las políticas del gobierno” (Página12, 6/1). Es decir, que siga entonces el brutal ajuste de Milei. Lo mismo había opinado el peronista PRO Miguel Angel Pichetto, que el paro “era poco inteligente”.

Hasta el mencionado diario Página12 reconoció que “Massa generó cierto resquemor porque el Frente Renovador mantiene en el gobierno de Milei a cuatro de sus representantes, Marco Lavagna en el Indec, Flavia Royón en Minería, Mario Russo en Salud y Leonardo Madcur ante el FMI” (Idem). Agreguemos que el peronismo le prestó candidaturas a Milei, incluso un ex funcionario ligado a Kicillof le facilitó la personería legal para que La Libertad Avanza se presente en la provincia de Buenos Aires.

Medios pro peronistas y en las redes se está recordando las alertas en campaña de Sergio Massa diciendo que si ganaba Milei la nafta se iba a ir a 800 pesos y el boleto a 1.000. Pero Massa no es ningún “visionario” por ello, como lo pinta Pablo Moyano de la CGT. Hasta el ex candidato derrotado reconoció que no fue “vehemente” contra Milei en los debates del balotaje. Además, no alcanza con diagnosticar que con Milei íbamos a estar peor, mientras el propio Massa dijo que está cerrando contratos laborales con dos empresas y una universidad del exterior.

Hay que superar al peronismo por izquierda

La dirigencia peronista sigue hablando de que “hay dos modelos”, el del ajuste de Milei y el de la “inclusión y distribución de la riqueza” peronista. Massa y la CGT dijeron “hay otro camino”. Pero el camino del ex Frente de Todos y luego Unión por la Patria terminó en una pobreza del 45%, una inflación del 140%, una pérdida salarial y jubilatoria sideral tras el pacto de sometimiento con el FMI. ¿De qué “modelo” favorable hablan?

El desastre del gobierno peronista fue el que pavimentó el camino para que triunfara Milei. Millones dijeron “hay que terminar con todo esto a lo que nos llevaron Alberto, Cristina y Massa”.
Se dice que las y los diputados peronistas se preparan “para resistir” en el Congreso. Pero en esta nota estamos mostrando que la dirigencia peronista está en otra, en no hacer olas, en dejar correr al gobierno y solo cuestionar algunas barbaridades, las cuales ya son repudiadas en marchas y movilizaciones.

El peronismo no llama a derrotar el plan motosierra de Milei. Eso lo dice y hace el sindicalismo combativo y el Frente de Izquierda Unidad. “No hay nada que esperar”, se critica en los cacerolazos contra la línea oficial del peronismo. Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad llamamos en el balotaje a votar contra Milei haciéndolo por Massa sin darle ningún apoyo político, solo para que no gane el ultraderechista. Ahora llamamos a la valiosa militancia peronista a que abandone al peronismo y se sume a fortalecer la única alternativa política que fue consecuente contra todos los gobiernos. A los que peleamos por una salida de fondo, por un gobierno de las y los trabajadores y una Argentina socialista que nos libere del FMI y combata los males capitalistas. Invitamos a sumarse a nuestro partido para seguir fortaleciendo al Frente de Izquierda en pos de esa pelea.

Escribe Diego Martínez

Al finalizar la movilización de la CGT del 27 de diciembre Juan Grabois denunció la ausencia de los principales dirigentes del peronismo, Massa y Alberto Fernández. Omitió mencionar a Cristina Fernández, quien tampoco fue de la partida. No es casualidad. El dirigente de la UTEP sostiene que dentro del peronismo Cristina expresa una política favorable al pueblo trabajador. Sin embargo, fue Cristina quien dio la orden de no ir a Tribunales y la que gobernó en los desastrosos cuatro años de Alberto.

Posteriormente Grabois sorprendió diciendo que Villarruel y Macri planean destituir a Milei. “Lo quieren voltear, y está clarito, es Victoria Villarruel junto a Mauricio Macri. Están preparando el golpe” (Página12, 6/1). También había señalado que a Milei “lo usan de preservativo”, dejando abierta la peligrosa interpretación de que el problema no es Milei sino su entorno, que incluso habría que defenderlo frente a un supuesto golpe palaciego.

Grabois viene coqueteando con Milei. Le hizo guiños al presidente cuando Milei lo llamó para solidarizarse con él ante un escrache que sufrió en la vía pública. Grabois le devolvió la gentileza declarando públicamente que reconocía en Milei un hombre de “ideas firmes”, aunque no las comparta.

Grabois oficia de “ala izquierda” del peronismo para evitar que la ruptura política con el PJ vaya hacia la izquierda, como hizo con su lista en las elecciones como colectora de Massa. Sabemos que sus apariciones mediáticas pueden caer bien en sectores que no terminan de romper con el peronismo. Les decimos que no se dejen engañar. Grabois le lava la cara a un peronismo que nos llevó al desastre, generando el caldo de cultivo para que gane Milei. Defender a Cristina y coquetear con Milei no es la salida. El único que va a enfrentar de manera consecuente a la ultraderecha de Milei es el Frente de Izquierda-Unidad, al que llamamos a fortalecer.  

Misceláneas

Escribe Atilio Salusso

Hijitos de cuatro patas
Milei ya está en la Quinta de Olivos. Pero el traslado de sus mascotas deberá esperar. Es que luego de hacer una “limpieza energética” con rituales esotéricos por parte de “el jefe” Karina, aún no están las casitas (caniles) para albergar a los cuatro mastines ingleses que pesan alrededor de 100 kilos cada uno y se pelean entre ellos. Pasa que la arquitecta que va a acondicionar el lugar para los animalitos pidió insumos importados que aún no llegaron, los cuales serán pagados con dólares del Banco Central.

El Estado es para ellos
Eduardo Elsztain, dueño del Hotel Libertador donde se vino hospedando Milei desde hace cien días a 450 dólares diarios, pasará a controlar los bienes del Estado nacional. Elsztain es el mayor oligarca urbano del Grupo IRSA.
Milei ha designado a Nicolás Pakgojz, de dicho grupo, titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), la que dispone y administra toda la actividad inmobiliaria estatal. Es decir, harán grandes negocios privados con bienes del Estado. Ahora se entiende por qué los empresarios de este grupo gritaban “Viva la libertad, carajo”.

Bukele elogia a Milei
Entre ultraderechistas y represores se elogian. El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, dijo que habló dos horas con Milei para “desearle suerte y superar los obstáculos del sistema que van a intentar bloquearlo” (Clarín, 5/1). La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió el fin del estado de excepción en El Salvador que rige desde 2022. Amnistía Internacional denunció que hubo 327 casos de desaparición forzada de personas y distintas ONG señalan que “218 salvadoreños han muerto por torturas o falta de asistencia médica en las cárceles”.

Alberdi y el déspota
El juez Alejandro Sudera votó a favor de suspender el DNU laboral. En sus consideraciones recordó a Juan Bautista Alberdi, invocado por Milei como “su” modelo. Dijo que Alberdi en su obra “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina” que fundamenta la Constitución Nacional capitalista liberal de 1853, se preguntaba: “¿Qué importa que las leyes sean brillantes si no han de ser respetadas? ¿Teméis que el ejecutivo sea su principal infractor? ¿Lo haréis omnímodo y absoluto, para hacerlo más responsable? No: en vez de dar el despotismo a un hombre, es mejor darlo a la ley”.
                 
 


Escribe José Castillo

En apenas un mes de gobierno del ultraderechista Milei, se viene sufriendo un golpe nunca visto a los  bolsillos populares. Entre la megadevaluación de los primeros días, pasando por el DNU, la ley ómnibus y los inminentes tarifazos, se está dando un super-ajuste al servicio de las grandes empresas y el FMI.

Primero fue la megadevaluación del 118% lanzada por el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo. En pocos días los precios de todos los bienes que componen la canasta de consumo masivo, volaron por los aires. Salarios y jubilaciones, que ya venían muy golpeados, directamente se pulverizaron. Hoy, terminado ya diciembre, vemos su consecuencia: una inflación del 30%, que se anuncia continuará a ese nivel al menos en los tres primeros meses de 2024.

Luego llegó el DNU. Milei presentó este auténtico engendro anticonstitucional donde hay de todo, siempre contra el pueblo trabajador y a favor de los grandes empresarios y los ricos. De un plumazo modifica o deroga 300 leyes. La lista es infinita: deroga la ley de alquileres, dejando a los inquilinos a merced de propietarios y especuladores inmobiliarios; da vía libre a remarcaciones y cualquier tipo de abusos con los precios, derogando la ley de abastecimiento, la de góndolas, la de promoción comercial y el observatorio de precios del ministerio de Economía; libera las restricciones para subir tarifas a las empresas de medicina prepaga; favorece a las empresas extranjeras frente a las pymes nacionales, eliminando la ley de compre nacional, el código aduanero y la promoción industrial. Un punto especialmente importante es que, en la práctica, deroga todo el derecho laboral argentino, dando por tierra con conquistas ganadas por la clase trabajadora argentina en casi un siglo de luchas; en esencia, apunta a “abaratar” los despidos de las y los trabajadores y virtualmente prohíbe el ejercicio del derecho de huelga. El DNU también avanza derogando la ley de tierras, permitiendo el acceso de grandes capitalistas extranjeros a latifundios y zonas de frontera. Deroga también la llamada “ley del fuego”, dando un guiño a que se incendien campos para luego comprarlos por monedas. Y abre la puerta a la privatización de prácticamente todas las empresas públicas, una auténtica “bandera de largada” al saqueo.

La “ley ómnibus”

El mismo día en que la CGT realizaba su marcha a Tribunales, protestando por el DNU, el presidente Milei lanzó la llamada “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”. En esencia profundiza lo ya extremadamente reaccionario del DNU. La ley ómnibus se compone de 664 artículos, comenzando por reclamar para el presidente Milei poderes extraordinarios ante lo que denomina “la emergencia” hasta 2025, prorrogable por dos años más. O sea, que el presidente ultraderechista se convierta en un virtual monarca durante todo su mandato.

La ley ómnibus plantea suspender la movilidad jubilatoria, reemplazándolas por “aumentos” discrecionales cuando así lo quiera el presidente Milei. Además, el gobierno se apropia de un plumazo, robándole a los jubilados y jubiladas 5.600 millones de dólares del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (la plata acumulada de las AFJP, estatizadas en 2008). Se habilita el despido de decenas de miles de estatales. Se enuncia una larga lista de 41 empresas y entes estatales a privatizar, en lo que implica un saqueo total a nuestras riquezas (ver nota “La patria no se vende”). Se rebajan impuestos a los ricos (bienes personales) y se habilita un nuevo blanqueo, a medida de especuladores y fugadores de capitales. Se dispone la más absoluta libertad para exportar gas y petróleo, abriendo el camino al desabastecimiento del mercado interno. También contiene un gran paquete de disposiciones represivas, que fortalecen y agrandan el protocolo represivo de Bullrich (ver nota “más represión para hacer pasar el ajuste”).

Lo que se viene

Milei promete más ajuste: “todavía no vieron nada” amenazó. El ministro Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, promulgan diariamente montones de pequeñas normas que todas, sin excepción, van contra el pueblo trabajador. Así, se liberalizó los intereses que pueden cobrar los bancos por tarjetas de crédito, se eliminó la devolución del IVA a quienes perciben jubilaciones y otros beneficios sociales (borrando de un plumazo 18.000 pesos a los que menos tienen), etcétera. Ya se habilitaron los aumentos de boletos de colectivos y trenes. Y, en lo inmediato, comenzarán los tarifazos en gas y electricidad.

Hay que parar este ajuste, ya mismo. Es una cuestión de vida o muerte. Por eso, mientras apoyamos todas las luchas que se están llevando adelante, participamos de los cacerolazos y todo tipo de protestas, tenemos que garantizar con todo el paro y movilización del próximo 24 de enero, al mismo tiempo que le exigimos a la CGT y las CTA que le den continuidad con un plan de lucha. Es la tarea de la hora.  

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