Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024


Escribe Mónica Schlotthauer, cuerpo de delegados del Sarmiento y diputada nacional electa de Izquierda Socialista/FIT Unidad

El gobierno de Milei está llevando a cabo un brutal ajuste contra los trabajadores y los sectores populares para favorecer a los grandes empresarios. Los ferrocarriles son parte de este ataque. La política del gobierno, en complicidad con las viejas jefaturas que vienen de la gestión peronista anterior, está haciendo colapsar la operatividad ferroviaria con medidas que reducen la prestación de los servicios y el mantenimiento de las trazas ferroviarias.

La empresa Trenes Argentinos resolvió cerrar las boleterías en todas las líneas y recortar entre 40% y 80% los servicios no eléctricos. Aumenta el pasaje y achica el servicio. Sin boleterías, donde se carga la SUBE de forma gratuita, los usuarios tienen mayores gastos.

Además de golpear el bolsillo de millones, también ataca los puestos de trabajo de las y los ferroviarios. Junto con esto, se paralizaron las obras que se necesitaban para mejorar la seguridad y la eficiencia del servicio. Faltan repuestos para reparar las formaciones, desguazan trenes y no hay combustible, lo que coloca en riesgo este transporte esencial. El colapso actual del sistema es consecuencia directa del vaciamiento que llevó adelante durante cuatro años la gerencia peronista ligada a Massa. Ahora, la pretensión de privatizar de Milei instala más riesgos sobre el servicio ferroviario con la designación de los nuevos funcionarios ligados al macrismo y a Randazzo.

La privatización ya fracasó

Este problema no es solamente de las y los ferroviarios, perjudica también a los usuarios, que viajan con más dificultades, menor confort y con tarifas que aumentan periódicamente afectando los bajos salarios. El servicio se deteriora con la circulación de menos trenes por la falta de repuestos, lo que ocasiona retrasos y el hacinamiento de los pasajeros. Este ataque, que desde el cuerpo de delegados del Sarmiento venimos denunciando hace años, tuvo nefastas consecuencias, como la tragedia de Once ocurrida en 2012, durante el gobierno peronista de Cristina, cuando los trenes eran privados. De ahí que nuestra pelea está unida a la lucha del pueblo trabajador contra las políticas de ajuste y privatizaciones de este gobierno.

La privatización que pretende llevar adelante Milei va a empeorar el servicio y va a ser otro negociado para grandes empresarios y un curro para los funcionarios del gobierno que no significarán nuevas inversiones para el desarrollo de los ferrocarriles.
 
La salida que proponemos

En lo inmediato, nos oponemos a la reducción de los servicios de los ramales eléctricos, como a la eliminación de los ramales diésel que prestan un servicio esencial uniendo pueblos. Exigimos la provisión de insumos, herramientas, materiales de limpieza y la continuidad de las obras necesarias para garantizar la seguridad de los usuarios.

Para ello convocamos a una asamblea general del Sarmiento donde votamos un plan de acción con un cronograma de mesas de denuncias, con “ruidazos”, juntando firmas entre los pasajeros en defensa del tren y contra los recortes de los servicios. Además, nos movilizaremos a la sede central de la Unión Ferroviaria el día 20 convocando a la participación de otros ramales ferroviarios para reclamar a la directiva de la Verde de Sasia un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo, el salario y contra el intento de privatización. Y el 22 participaremos del acto junto a los familiares de la tragedia de Once.

Y seguiremos peleando por la reestatización del sistema ferroviario (carga y pasajeros) gestionado por sus trabajadores, técnicos y usuarios. Del servicio de carga pueden salir las ganancias para que el boleto del pasaje tenga una tarifa popular. Es la única salida para mejorar el servicio y extenderlo al conjunto de las provincias cumpliendo un rol social para el desarrollo del país.


Escribe Mónica Schlotthauer, cuerpo de delegados del Sarmiento y diputada nacional electa de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Desde el cuerpo de delegados del Sarmiento apostamos a la unidad con vecinos, vecinas y usuarios en general para fortalecer la lucha en defensa del tren y contra los recortes de servicios que colocan en riesgo la seguridad de los pasajeros. Un refuerzo importante ha sido la incorporación de integrantes de algunas asambleas de CABA y zona Oeste a nuestras actividades. Ya habíamos construido un verdadero “trenazo contra la ley ómnibus y el ajuste de Milei” junto con las asambleas del Oeste el día del paro y la marcha al Congreso. Desde Moreno hasta Once una multitud de vecinos, estudiantes, ferroviarias y ferroviarios fueron subiendo a la formación. En Once nos concentramos para marchar luego al Congreso al grito de “unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode” y “los trenes no se venden”. Seguiremos apostando a esta unidad para fortalecer la lucha en defensa de este servicio esencial.
    

                             


Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista estudiante de la UNA

Desde la asunción de Milei y el anuncio de las primeras medidas, el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo de Bullrich, los espacios culturales fueron uno de los primeros sectores en salir a organizarse para enfrentar el brutal plan de ajuste del gobierno. La Ley Ómnibus le declara la guerra a la cultura independiente de todo el país, y como reflejo miles se organizaron para defenderse en asambleas masivas convocadas principalmente por Unidxs por la Cultura.

La primera acción fue un Cacerolazo nacional que fue seguida por una gran asamblea federal el día 20 de enero. En esa oportunidad, se definió participar del paro arrancado a la CGT en la columna independiente junto al Plenario del Sindicalismo Combativo, Enecuentro Memoria Verdad y Justicia, la Basta de Falsas Soluciones, y las asambleas barriales. También dar continuidad al plan de lucha que consistió en las acciones de movilización de la semana pasada cuando se empezó a tratar la ley y culminar con un festivalazo el día viernes.

Desde los espacios en defensa de la cultura donde cientos de trabajadoras y trabajadores y estudiantes venimos impulsando diferentes acciones, tenemos claridad de que no permitir que el ataque de Milei a la Cultura avance, es pelear contra su plan de conjunto. Sabemos que los espacios culturales son una de la principal variante de ajuste de los gobiernos, con trabajadores de la cultura que generalmente tienen salarios a la baja, muchas veces sin siquiera el reconocimiento como trabajadores o con el desfinanciamiento de nuestros institutos y universidades.

Por eso, el triunfo de esta pelea no se define solamente por los artículos Culturales de la Ley Ómnibus que están siendo negociados entre diputados de la oposición patronal como la UCR. El triunfo de esta pelea se dará cuando el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto,  el protocolo de Bullrich y el ajuste que vivimos día a día caiga. Por eso tenemos un plan de acción que sigue en pie y que esperamos que cada vez sumen más compañeres de la cultura y de todos los espacios a dar esta pelea. Esta semana seremos parte de la movilización hacia Congreso cuando se trate la ley, asi como en los próximos días se volverá a realizar una nueva asamblea federal y una asamblea interfacultades de estudiantes impulsada por Unidxs por la Cultura para discutir un plan de lucha nacional con marchas e iniciativas.

Escribe Cintia de la Asamblea Morón

Las asambleas barriales contra las medidas del gobierno ultraderechista de Milei se extienden y se organizan cada vez más y mejor. Uno de los sectores que se destacan son las y los vecinos que conformamos las Asambleas de Zona Oeste que se movilizan cada semana contra el DNU, la Ley Ómnibus y el protocolo represivo de Bullrich. Para cumplir con esos objetivos hemos promovido diversas actividades: volanteadas, pintadas, actividades culturales, musicales, plásticas, participación en medios locales. Las asambleas se realizan en plazas públicas cerca de la estación de tren de cada localidad para facilitar la participación.

Uno de los momentos de mayor participación se dio el  24 de enero cuando miles de vecinos y vecinas se encolumnaron en un “trenazo” junto a los ferroviarios del Sarmiento para participar en una columna independiente con el Plenario del Sindicalismo Combativo y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, demostrando la fuerza de la organización de la que somos parte.
Durante los días de debate de la Ley Ómnibus, las asambleas barriales, que forman parte de la coordinación con los mismos sectores que venimos participando unitariamente desde el 20 de diciembre, nos movilizamos al Congreso donde fuimos duramente reprimidas por las fuerzas policiales al mando de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Repudiamos este accionar que nos remonta a los tiempos más oscuros de nuestra historia.

Desde Izquierda Socialista continuaremos participando activamente en las asambleas, alimentando el método de organización genuina y democrática que aún está en  formación, con el objetivo de sumar más vecinos y vecinas a la lucha y una mayor organización hasta que caiga todo el plan del gobierno y el FMI.


 
 
 

Misceláneas

Escribe Atilio Salusso

Adorni te adorna

El hermano del vocero presidencial Manuel Adorni, un tal Francisco Adorni, fue contratado por el Ministerio de Defensa. Cobrará 2.600.000 pesos, una cifra apetecible. Es perito en el Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires (“el Estado”), donde tiene un cargo desde 2003 por 820.000 pesos, el cual pidió que se lo guarden por si acaso tenga que volver. Según la Celag, que inauguró la medición del “índice casta”, de 78 altos cargos actuales, 55 provienen de gobiernos anteriores, al que ahora se le suma el hermano del repugnante lenguaraz presidencial.
 
Milei para abajo
Algunos encuestadores dan una caída de aceptación de Milei entre 7 y 9 puntos. Un proceso rápido sin antecedentes, ya que la mayoría de los presidentes a dos meses de asumir se acercaba al 70% de popularidad. Algunos hablan de un 10% de arrepentidos entre quienes votaron a Milei. “Luna de miel no hay”, afirma Analía Del Franco (Consultores). El ultraderechista habría bajado de 55 al 45% de aprobación. La decepción (no la libertad) avanza.
 
La dolarización de Bukele
“La dolarización es lo más horrible”, dijo un taxista salvadoreño donde rige la moneda yanqui desde hace 23 años. “Acá si ganabas mil colones no es que ahora ganás mil dólares. Pagamos los mismos precios que en Estados Unidos pero no ganamos lo mismo” (La Nación, 3/2). 7 de cada 10 salvadoreños dice que la economía es el problema más grave, donde un 70% son trabajadores informales. La deuda pública supera el 80% del PBI, aumentando 45% en 4 años con Bukele, quien también metió manos al 85% de los fondos de pensiones (jubilaciones). Cualquier parecido con el plan de Milei no es casualidad.
 
Cabandié y los troskos
El camporista y ex ministro de Ambiente del gobierno anterior, tuiteó: “¿Cuanto peor mejor? El peronismo no es trotskista. Hay varias modificaciones para hacerle al megaproyecto y eliminar varios artículos, evitando males puntuales. Habría que juntarse con otros bloques para lograrlo”. Las redes explotaron. “Pegarle a los troskos que ponen el cuerpo mientras uds se borran de la calle es inconcebible”, “¿De dónde sacaste que para el trotskismo cuanto peor mejor, caradura?”, “El que está jugando al cuanto peor mejor es el peronismo, que no quiere movilizar para no obstaculizar, especulando con que se pudra todo y puedan volver”. Menos mal que Cabandié afirmó que el trotskismo no tiene nada que ver con el peronismo.


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