Escribe Cristian Duarte, comisión de reclamos cuerpo de delegados del Sarmiento
El martes 30 de septiembre se llevaron a cabo las elecciones de comisión ejecutiva y nacionales en la Unión Ferroviaria. La lista Bordó, encabezada por Rubén “Pollo” Sobrero, obtuvo un contundente triunfo en la seccional Oeste, al imponerse por 833 votos a 438 frente a la lista Verde de Sergio Sasia (65% a 35%), y también ganó en el Centro de Jubilados. El resultado se alcanzó pese a las trabas estatutarias que dificultan la presentación de listas y las maniobras burocráticas habituales: la falta de entrega del padrón de afiliados o el cambio de lugares de votación para impedir que se expresara con claridad la bronca de gran parte de las y los ferroviarios de base.
Con la votación se reflejó el fortalecimiento de la Bordó como herramienta de lucha frente a la política de burocracia, señalada como parte del ajuste del gobierno. El malestar se extiende por las paritarias del 1%, los salarios a la baja, los despidos encubiertos bajo la figura de retiros “voluntarios” y el vaciamiento del sistema ferroviario para favorecer a las multinacionales y la privatización.
Aunque la lista Verde ganó en 31 de las 32 seccionales y a nivel nacional Sasia fue ratificado con lista única (según denunciamos, “es más fácil presentarse a presidente que a secretario general” por el carácter proscriptivo del estatuto), el sindicalismo combativo dio un paso importante al lograr organizar a sectores anti burocráticos en varios ferrocarriles. En la seccional Gran Buenos Aires Sud (Roca), la Verde obtuvo 2 mil votos frente a los 500 del Frente Multicolor (Bordó-Izquierda Socialista e independientes; Púrpura-Política Obrera; Gris-Partido Obrero y Naranja-PTS). En el Belgrano Norte, la Verde ganó 686 a 243 a la lista Roja.
Un nuevo desafío: las elecciones de delegados
A pocos días de esas elecciones, se anunció una nueva convocatoria para elegir cuerpos de delegados el 28 de octubre, con un plazo muy corto para presentar listas. El triunfo en la seccional Oeste y el crecimiento del sindicalismo combativo en otros ramales marcan un impulso para encarar este nuevo desafío. Además de la lista del cuerpo de delegados Bordó en el Sarmiento, se presentaron la Multicolor en el Roca, la Roja en el Belgrano Norte y la Marrón en el Belgrano Sur, superando nuevas trabas proscriptivas.
El objetivo es seguir construyendo herramientas de lucha en los distintos ferrocarriles y seguir consolidando a la Bordó en el Sarmiento con las y los nuevos activistas que surgen, para fortalecer al sindicalismo combativo y democrático dentro del gremio y del conjunto de la clase trabajadora contra la burocracia sindical de la CGT. La pelea continúa por un sindicato al servicio de las y los trabajadores y un ferrocarril al servicio del pueblo.

Escribe Adriana Astolfo, secretaria adjunta Adosac provincial
El gobierno de Claudio Vidal, luego de dos reuniones paritarias, sigue sin realizar una oferta seria frente al pliego de reclamos de la docencia santacruceña, que exige la reapertura de la discusión salarial. Mientras tanto, la política de ajuste del gobierno nacional de Javier Milei (seguida a rajatabla por la administración provincial) profundiza la crisis económica, especialmente en las familias trabajadoras. Resulta inaceptable postergar el debate salarial hasta mediados de noviembre, como plantean los funcionarios provinciales. A su vez, el compromiso de devolver los días de paro descontados continúa siendo una promesa difusa: no solo no se concretó, sino que siguen llegando nuevos descuentos, en algunos casos superiores al millón de pesos.
El debate en las dos últimas asambleas y congresos de Adosac giró en torno a cómo continuar la lucha: avanzar con un plan de paros semanales condicionados a las convocatorias del gobierno (que deberían incluir respuestas concretas y permitir retomar las negociaciones) o seguir esperando sin medidas de fuerza.
La burocracia de la Lista Lila ha sido funcional al gobierno, desalentando las acciones de lucha y ausentándose masivamente de los congresos, distorsionando lo votado en las asambleas. Tal es el caso de la filial de Río Gallegos, donde nuevamente se resolvió por amplia mayoría (a propuesta de nuestra agrupación Naranja-Docentes en Marcha) continuar con los paros semanales. La misma política fue impulsada por las filiales conducidas por la Naranja en Pico Truncado y Puerto San Julián. Estas diferencias también se expresaron con las agrupaciones con las que compartimos la dirección provincial (Lista 7 y Lista Rosa de Tribuna Docente).
Desde la Naranja seguiremos llevando la voz de las asambleas, debatiendo dentro de la Comisión Directiva y fortaleciendo la democracia interna, en unidad para derrotar la política de Vidal y de la burocracia que precariza nuestros salarios y condiciones laborales.

Escribe Diego Saavedra, delegado de la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan y candidato a diputado nacional FIT Unidad en CABA
Venimos de una semana histórica para la lucha del Hospital Garrahan. El 2 de octubre, el Senado rechazó definitivamente los vetos presidenciales a las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica. Con 59 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones, la Ley de Emergencia en Salud Pediátrica quedó convertida en Ley de la Nación.
Esta victoria cierra un ciclo que comenzó el 17 de septiembre, cuando la Cámara de Diputados rechazó el veto con 181 votos positivos. La derrota de Javier Milei es contundente: en ambas cámaras y en dos oportunidades, el Congreso desestimó sus vetos con mayorías superiores a los dos tercios.
Pero nada de esto sucedió por arte de magia ni por la buena voluntad de diputadas, diputados y senadores. Este nuevo triunfo legislativo es fruto directo de la lucha unificada de las y los trabajadores del hospital, acompañados por un enorme apoyo popular.
Además, el gobierno y el Consejo de Administración del Garrahan debieron reconocer que los bonos de 350 mil y 450 mil pesos se incorporarán al salario en forma permanente. Este logro demuestra que la presión sostenida obliga a ceder incluso a las autoridades más reacias.
El triunfo no fue casual. Fue arrancado con meses de movilización organizada. La jornada del 17 de julio, con miles de personas en Plaza de Mayo bajo la consigna “Si gana el Garrahan, ganamos todos”, marcó un punto de inflexión. Las acciones se replicaron en Rosario, Córdoba, la Patagonia, el NOA y Entre Ríos.
Las asambleas democráticas, la organización desde las bases y la construcción de un frente amplio con familias de pacientes, sindicatos, organizaciones sociales y políticas fueron claves. El 17 de septiembre, cuando se trató el rechazo al veto en Diputados, una multitud rodeó el Congreso. La presión popular fue decisiva.
La nueva Ley obliga al gobierno a reconocer al Garrahan como centro nacional de referencia en atención pediátrica de alta complejidad, recomponer los salarios de las y los trabajadores y residentes a valores reales de noviembre de 2023, reasignar partidas presupuestarias y aumentar recursos para insumos críticos.
Es un golpe directo al superajuste de Milei. Esta victoria representa mucho más que recursos para un hospital: es un freno concreto a la política de ajuste sobre la salud y la educación pública.
Sin embargo, los desafíos continúan. Mientras la dirección del hospital intenta cerrar el conflicto atacando a los sectores más activos con descuentos de días de paro, la asamblea de trabajadoras y trabajadores discute cómo garantizar el cumplimiento efectivo de la Ley y evitar que los salarios queden por debajo de la canasta familiar.
A la vez que se sostiene la lucha dentro del Garrahan, es imprescindible articular con las universidades, el colectivo de discapacidad y otros sectores para dar una pelea conjunta. Sin dejar de exigir a la CGT (gran ausente en estas batallas) y a las CTA que convoquen a un paro nacional para derrotar las políticas de ajuste y entrega al FMI.
Escribe Cristian Duarte, comisión de reclamos cuerpo de delegados del Sarmiento
El martes 30 de septiembre se dieron las elecciones de comisión ejecutiva y nacionales en la Unión Ferroviaria. La Bordó encabezada por Rubén “Pollo” Sobrero obtuvo un resonante triunfo en la seccional Oeste, donde se impuso por 833 votos a 438 a la lista Verde de Sasia (65 a 35%) e incluso ganó el Centro de Jubilados. Esto se logró después de superar las trabas estatutarias tanto para presentar lista como las clásicas maniobras de la burocracia de no entregar el padrón de afiliados o cambiar los lugares de votación para que no se expresen claramente la bronca de gran parte de las y los ferroviarios de base con la burocracia.
Además, se votó seguir fortaleciendo a la Bordó como herramienta de lucha ante la política traidora de Sasia y la Verde de ser parte del súper ajuste del gobierno con paritarias del 1% y salarios a la baja, despidos encubiertos con los retiros “voluntarios” o el vaciamiento de las empresas para favorecer a las multinacionales con la privatización del sistema ferroviario.
Pese a que la Verde ganó en 31 de las 32 seccionales y a nivel nacional se ratificó a Sasia con lista única (es más fácil presentarse a presidente que a secretario general en la Unión Ferroviaria con su estatuto proscriptivo), la oposición combativa logró un importante paso adelante para seguir organizando al activismo antiburocrático donde se dieron tremendos esfuerzos para presentar listas opositoras. En la seccional Gran Buenos Aires Sud (Roca) la Verde sacó 2.000 votos a 500 al Frente Multicolor (Bordó-Izquierda Socialista e independientes; Púrpura-Política Obrera; Gris-Partido Obrero y Naranja-PTS). Y en el Belgrano Norte la Verde sacó 686 a 243 de lista Roja.
Los nuevos desafíos que se nos presentan
Hace unos días atrás salió la nueva convocatoria a elecciones de cuerpos de delegados para el 28 de octubre para el conjunto del gremio, donde hay plazo para presentar las listas el viernes 3 de octubre. Con el gran triunfo en la seccional Oeste y el paso adelante que se empezó a dar en otros ferrocarriles es una tarea que nos alienta para encarar con fuerza este nuevo desafío y presentar listas en algunos cuerpos de delegados venciendo las nuevas trabas de la burocracia. Para tratar de avanzar en la construcción de referencias de lucha en algunos ferrocarriles y en el Sarmiento seguir desarrollando la dirección combativa y democrática con los nuevos activistas que están surgiendo.
Peleamos por un sindicato al servicio de las y los trabajadores y un ferrocarril al servicio del pueblo.
Escribe Nicolás Núñez, comisión directiva AGD-Sociales, lista Fucsia
El triunfo de la movilización del 17 de septiembre, con epicentro frente al Congreso y concentraciones en todo el país, es innegable. Incluso diputados que habían votado contra la ley tuvieron que cambiar su postura como resultado de la lucha en las calles y del mensaje de rechazo al gobierno de Javier Milei expresado en las elecciones bonaerenses. Se ratificó que el apoyo popular al reclamo del Hospital Garrahan y de las universidades nacionales es mayoritario. Sin embargo, el gobierno no quiere reconocer la derrota.
Aún resta el paso por el Senado, pero ya vimos con la Ley de Emergencia en Discapacidad que el gobierno no está dispuesto a cumplir con lo que dos veces (y con casi tres cuartos de la Cámara baja) resolvió el Congreso. Por eso es clave seguir impulsando la movilización desde cada casa de estudios. No se puede confiar en los legisladores de ninguna de las dos cámaras, porque responden a los gobernadores y negocian con el gobierno. Mucho menos en el Ejecutivo y en el ministro de Economía, Luis Caputo, que están desesperados por conseguir fondos para pagar la deuda externa.
La aplicación de la ley implicaría un aumento inmediato del 41,26% para docentes y no docentes, junto con una cláusula trimestral de adecuación a la inflación. Esto es lo opuesto a lo que firman dirigentes de la CGT, como Hugo Moyano, en sus gremios, con pautas mensuales del 1% que, a conciencia, hacen perder poder adquisitivo con tal de garantizar el pacto de la burocracia sindical con el gobierno. Por eso esta ley es tan importante: si ganan las universidades, ganan todos y todas las que viven de su salario en este país y, por sobre todo, se daría un golpe letal al plan de “déficit cero” destinado a pagar la deuda externa.
En el último tiempo, 10 mil docentes renunciaron, mientras la inmensa mayoría depende del pluriempleo para llegar a fin de mes. La política del gobierno, que en lugar de implementar la ley patea la discusión para el debate del presupuesto 2026 (el cual propone un recorte del 30% del piso de lo que las universidades necesitan para funcionar), terminará generando miles de nuevas renuncias y empujando al autoajuste y la privatización de contenidos universitarios, comenzando por posgrados e investigaciones.
Tenemos que ser claros en cada facultad, pasillo y curso: lograr que se aplique la ley implica derrotar al gobierno en su plan económico (déficit cero) y en su plan político (desoír al Congreso). No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se define el destino no solo de las universidades, sino de todo el país, con la injerencia directa de Donald Trump y de los Estados Unidos en el medio.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Frente Gremial deben convocar de forma urgente a una movilización el 2 de octubre, cuando el Senado trate el veto, y poner en pie un plan de lucha hasta que el gobierno deposite lo que estipula la ley. Ese será el primer paso para derrotar el Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios y pelear por universidades al servicio de las necesidades obreras y populares.