Escribe: Joel Rojo
En el recuento definitivo, la Junta Electoral de Córdoba (JEC) se negó a abrir todas las urnas para recontar los votos, sobre todo los nulos, porque allí está el fraude. Al FIT le cambiaron las boletas oficializadas por votos de las elecciones PASO. Votos que luego fueron anulados por los presidentes de mesa y/o fiscales, que no tuvieron conocimiento, -y los que la tuvieron no la acataron- de la resolución 17 de la junta electoral, emitida a las 14 horas, (faltaban solo cuatro para el cierre de la votación) que daba por válidos esos votos.
Pero la junta, en fallo dividido, también se negó a abrir las 2269 urnas impugnadas por el FIT ante la excesiva cantidad de votos nulos, que superaban el promedio provincial. Su presidente votó en disidencia, opoyando nuestra petición de abrir estas urnas.
Ante esto, apelamos ante la Cámara Nacional Electoral que acaba de resolver que la JEC se debe abstener de proclamar a los diputados de Córdoba hasta que no esté resuelta esta cuestión. Un fallo que muestra lo cuidadoso que deben ser, ante la opinión generalizada de los cordobeses de que estamos ante un nuevo fraude electoral, ya que en otra situación resolverían inmediatamente.
En cualquier país medianamente serio, una elección donde se llevan escrutadas el 95,2 % de las urnas, los resultados marcan una tendencia irreversible. En nuestra provincia no. Escrutadas 97,2 % la banca del FIT ya era de la UCR y para completarla suspendieron el escrutinio. Por eso ahora hay sospechas de todo tipo, porque luego de tener por 20 días bajo su “custodia” las urnas, (pedimos por escrito tener un representante entre los “custodios” y nos lo negaron) se revisaron 2139 votos entre nulos y recurridos y aparecieron votos de las PASO ¡pero “o casualidad”, ninguno del FIT¡ Sí en cambio de la UCR, Unión por Córdoba y el PRO.
Ante este hecho la UCR salió a exigir “una disculpa del FIT”, pero curiosamente no dijeron nada de que en ese mismo acto, sobre un total de 7989 mesas en toda la provincia ¡se abrieron solo 27! para resolver problemas -como diferencias entre la cantidad de votantes y sobres-, o diferencias entre los datos del acta oficial de escrutinio y el de los fiscales. Entre esas pocas urnas, solo cuatro tenían que ver con diferencias de votos del FIT y allí recuperamos 52, porque en el certificado de una de ellas nos habían anotado cero votos y había 39 dentro de la urna, y en otra, nos registraron 1 y había 11, y eran urnas de la Capital. En el interior, donde casi no tuvimos fiscales, hay cientos de urnas con cero voto y nos llegan reclamos de familias enteras que nos votaron en esos lugares y al entrar por internet a esas urnas ven que sus votos no existen y no se animan a denunciar por miedo a la persecución feudal de esos lugares. Tengamos en cuenta que la supuesta diferencia de votos que nos llevan los radicales es del 0,05 %.
Todo esto configura un fraude escandaloso del que no saben cómo salir, porque nuestra pelea fundamental está en las calles y con el acompañamiento y la simpatía de miles de independientes. Haciendo firmar un petitorio por la apertura de las urnas (que se refrenda masivamente) y hasta por concejales radicales de Mina Clavero. Ya llevamos cuatro importantes movilizaciones en Córdoba, una de ellas acompañados por nuestros diputados nacionales electos. Otras dos el FIT las repitió en Buenos Aires, nacionalizando el reclamo, con la presencia de los tres candidatos cordobeses que entrevistaron a miembros de la Cámara Nacional. Y este miércoles, previa conferencia de prensa, volvemos a movilizarnos para seguir reclamando lo que nos corresponde: la cuarta banca del FIT en el Congreso nacional.
La UCR quiere la banca para ajustar
El municipio de la Capital de Córdoba está gobernado desde hace dos años por Ramón Mestre, máximo dirigente de la UCR provincial y hermano de Diego Mestre, que pretende ocupar la banca que le corresponde a Liliana Olivero y al FIT. A pesar del tiempo transcurrido desde su asunción, la UCR no ha resuelto ninguno de los principales problemas que aquejan a los vecinos: el transporte sigue siendo ineficiente y caro, con un boleto a 4,20 pesos que pretenden llevarlo a 5 pesos, y frecuencias de casi media hora. Las cloacas desbordan por todas partes y el alumbrado es motivo de queja permanente, al igual que los baches. El mal funcionamiento de los semáforos convierte al tránsito en un caos y ha transformado a la policía de tránsito y a los tribunales de falta, con sus multas, en una eficiente ventanilla recaudatoria. Pero hay una cosa que hacen bien desde que asumieron, son campeones en aumentar impuestos, tasas y la deuda municipal, que ya suma 330 millones y va en ascenso. Ahora anuncian un aumento del impuesto inmobiliario municipal de hasta un 32,5% evidenciando su exagerada política recaudatoria. Y en la última sesión del Concejo Deliberante, Esteban Domina, concejal del juecismo, descubrió aumentos en varias tasas que el radicalismo pretendía que pasaran desapercibidas.
Mientras el Frente de Izquierda pelea la banca de Liliana para luchar por mejores salarios y condiciones de vida, al lado de los trabajadores, los estudiantes, jubilados y demás sectores populares, la UCR trata de quedarse con la misma para llevar adelante este ajuste municipal, que también repite en las provincias donde gobierna.
De la Sota también ajusta
Unión por Córdoba dirigida por De la Sota también aumenta en un 26% el inmobiliario urbano mientras mantiene la tasa vial que convierte a las naftas de Córdoba en las más caras del país. Y continua con el “impuesto al fuego” que recauda millones, que no van a los bomberos, y encima encarece la energía eléctrica de los cordobeses y ahora, para completarla, anuncia que repetirá en febrero el “festival cuartetero” que según sus números nos costó el año pasado cuatro millones de pesos, aunque otros cálculos lo elevan a 14 millones. Todo esto sumado a la “narcopolicía”, los bajos salarios de los estatales y docentes explicanque haya ganado las elecciones en Córdoba con un 4% menos de votos que en las PASO. Y ahora esté salpicado por el escándalo de sus legisladores que hace meses, mientras Liliana Olivero se retiraba del recinto en señal de repudio, homenajearon en la legislatura a los barras bravas de “La Fiel” que ayer mataron a un padre de familia de 21 años, por una discusión intrascendente.
Sus ajustes son el combustible que prepara reacciones y luchas en las que el FIT y nuestro partido deberán intervenir para consolidar una alternativa de izquierda.