Escribe Prensa UIT-CI
El viernes 29 de noviembre, las calles de las principales ciudades de Italia se llenaron de luchadoras y luchadores y una importante huelga nacional paralizó el 70% de los lugares de trabajo del país. Las movilizaciones fueron contundentes, más de medio millón de trabajadores y trabajadoras, pensionistas y jubilados, trabajadores precarios y estudiantes, se manifestaron en 40 plazas de toda Italia.
La huelga se realizó contra la política de austeridad y recortes que impulsa el gobierno de la ultraderechista Georgia Meloni, quien busca ejecutar recortes al financiamiento de la salud, educación, la salud pública y las pensiones, golpeando aún más las precarias condiciones de vida de los trabajadores que viven con bajos salarios y más de 5 millones de trabajadores públicos no tienen contratos fijos y viven en la precarización.
La huelga de 8 horas en todos los lugares de trabajo y de 4 horas en los gremios de transporte fue convocada por, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIT) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL), mientras la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) no convocó a la huelga.
Las compañeras y compañeros de la Liga Marxista Revolucionaria, sección italiana de la UIT-CI, vienen denunciando la situación de la clase trabajadora y los planes ajustadores y represivos del gobierno de Meloni: “El poder adquisitivo de las familias en los primeros 9 meses de 2023 disminuyó un 1,2%, se prevén recortes de 15.000 millones para el gasto en desarrollo en el sur de Italia, recortes de 14.000 millones para la sanidad pública, ningún recurso para la financiación de los niveles esenciales de los servicios públicos, en la prevista y devastadora ley de autonomía diferenciada; la inflación de los alimentos ha aumentado alcanzando el 9,8%, y se han vendido importantes acciones públicas de Correos, ENI –industria petrolera nacional- y Ferrocarriles”.
La huelga y movilización, expresó la bronca del pueblo trabajador y su disposición a luchar contra el gobierno, como se manifestó en la importante huelga y movilización en apoyo a la resistencia del pueblo palestino que se realizó el 23 de febrero, promovida entre otros sindicatos de base por la Unión Sindical de Base (USB) y SI-Cobas o la importante movilización del pasado 5 de octubre que desafió la prohibición impuesta por el gobierno. Las luchas también se expresan en el creciente rechazo al policiaco Decreto Ley (DL) 1660. Con este DL el gobierno busca declarar delito el corte de rutas e imponer 15 años de prisión por resistencia activa durante las manifestaciones, pues el gobierno sabe que la resistencia cobra fuerza y se prepara para reprimir y recortar las libertades democráticas.
La exitosa huelga y movilización del viernes 29 de noviembre no puede ser un hecho aislado. Es por eso que la Liga Marxista Revolucionaria (UIT-CI), manifestó en un volante difundido en las movilizaciones que “se unifiquen las luchas en una gran disputa prolongada, que se endurezca la conducción de las huelgas por parte de las direcciones sindicales en proporción al endurecimiento de las condiciones para manifestarse debido al liberticida DL 1660 y que se construya realmente la revuelta social que habla Maurizio Landini”, el secretario general de la CGIL, central sindical que el pasado mes de octubre recibió un ataque por parte de los grupos fascistas como Forza Nuova. Por todo esto, las acciones del 29 de noviembre deben ser el primer paso para derrotar a la ultraderecha y la política ajustadora del gobierno de Meloni con los métodos históricos de la clase obrera: la organización, la movilización y la huelga consecuente.
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI)
Las tensiones entre Rusia y Ucrania, escalaron luego de que el ejército ucraniano realizara por primera vez, en casi tres años de la criminal invasión rusa, un ataque con misiles norteamericanos de largo alcance Atacms a la región rusa de Briansk. Ante ello Vladimir Putin firmó un decreto ampliando las posibilidades de recurrir al arma nuclear.
El riesgo de un mayor escalamiento de las confrontaciones no lo podemos descartar. Es parte de los peligros que encierra la decadencia creciente del sistema capitalista-imperialista. Por eso, como socialistas revolucionarios, decimos que nos oponemos a toda forma de armamentismo imperialista, sea de los Estados Unidos, de Rusia o China. El dilema sigue siendo “Socialismo o catástrofe”.
Esta guerra es producto de la invasión genocida del imperialismo ruso, con el autócrata Putin a la cabeza, para intentar colonizar Ucrania y a su pueblo. Se cumplieron mil días de la invasión rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022. Putin calculaba que en pocas semanas tomaba la capital Kiev y triunfaba la invasión. Pero se encontró con la heroica resistencia del pueblo ucraniano que hizo retroceder a las tropas rusas. Ha sido esa resistencia popular-militar la que ha hecho que el asesino de Putin no haya podido adueñarse del país.
El choque bélico ha creado lógicas confusiones y debates. Por eso es importante ratificar que, ante una invasión militar de una potencia imperialista a una nación oprimida, los socialistas revolucionarios siempre hemos estado del lado de la nación explotada. No somos neutrales en este tipo de guerras. Las dudas surgen por el hecho que aparecen Biden y el imperialismo europeo y la OTAN del lado de Ucrania. Por supuesto que estos imperialistas tienen roces y choques de intereses económicos con Rusia y los negocios de sus multinacionales. Pero si hilamos fino veremos que la política del imperialismo norteamericano y europeo ha sido desde el inicio de la invasión, y lo sigue siendo, evitar un triunfo contundente de Ucrania y también una derrota contundente de Putin y Rusia.
Estados Unidos y el imperialismo europeo nunca han querido la derrota de Putin sino una salida negociada
Por eso, desde un primer momento, retacearon la ayuda militar a Ucrania y han intentado de todas formas presionar a Zelensky para que abriera una negociación en la cual cediera parte de su territorio. Esto fue público en el Davos 2022 con lo dicho por el fallecido Henry Kissinger y se manifestó de distintas formas a través de Macron y del Vaticano. Tal es así que al momento de la invasión Biden y Macron le ofrecieron a Zelensky un avión para sacarlo al exilio y darle seguridad. O sea, le aconsejaban rendirse. La invasión del imperialismo ruso solo fue detenida por el heroísmo de la resistencia popular-militar ucraniana. El mismo Zelensky lleva tiempo declarando que no reciben el armamento y las municiones prometidas. Sólo a fines del 2023, enviaron algunos tanques modernos y Biden se sigue negando, por ejemplo, a dar apoyo de aviación de combate de la cual carece Ucrania.
Recién ahora, luego de mil días de guerra, Biden autorizó a que se usen los misiles de largo alcance Atacms sobre algunos territorios rusos. Hasta este momento directamente Ucrania tenía “prohibido” usarlos. Mientras tanto Rusia lleva años bombardeando a Ucrania, ya sea a la población civil, como las represas y los centros de energía. Incluso se dice que la “autorización” quedaría circunscripta a la región de Kursk, tomada parcialmente por el ejército ucraniano. Y que ahora trata de recuperar Rusia con el apoyo de diez mil soldados norcoreanos.
Es también importante precisar que, aunque es limitado el apoyo militar a Ucrania, igual los gobiernos patronales de Alemania, Francia y otros de la Unión Europea (UE), usan el argumento del “peligro de guerra” con Rusia, para aumentar los presupuestos militares para favorecer a sus empresas de armas. Mientras, por otro lado, siguen con los recortes sociales y ajustando a la clase trabajadora europea.
Que el centro del imperialismo norteamericano es la negociación y no la derrota militar de Putin, lo mostraría también los anuncios que ha hecho Trump en ese sentido, para cuando asuma el 20 de enero del 2025. Y la negociación es presionar a Zelensky que ceda el territorio que ya ocupó Putin, así de sencillo.
Apoyamos la resistencia popular-militar ucraniana sin dar apoyo político al gobierno de Zelensky y diciendo No a la OTAN
También denunciamos que tampoco ayuda a la resistencia ucraniana las medidas antiobreras que el gobierno de Zelensky ha aplicado y que protegen los intereses de la patronal y la oligarquía, que fueron contestadas con protestas por los sindicatos. No son los oligarcas quienes defienden en el frente militar, sino el pueblo trabajador. Tampoco ayuda el proyecto capitalista de “optimización” de Zelensky, con la privatización de los principales servicios públicos como la sanidad y la educación y también de otras importantes empresas.
Para contentar a los poderosos Zelensky se aleja de los pueblos. Y los poderosos en cualquier momento le darán la espalda, si creen que llega el momento de entenderse con Putin o si algún otro conflicto (como el genocidio de Israel contra el heroico pueblo de Palestina) es más prioritario para sus intereses.
Defendemos a las y los trabajadores y los pueblos ante la opresión y las agresiones militares de las grandes potencias, vengan de donde vengan y contra todo imperialismo, sea de los Estados Unidos y la OTAN o como de Rusia o China. Estamos con los pueblos oprimidos contra los opresores. Estamos con los pueblos que se sublevan contra los regímenes reaccionarios. Por eso estamos con Palestina, con los pueblos y las mujeres de Irán contra el régimen teocrático y represivo. Por eso hoy estamos con el pueblo ucraniano que se niega a quedar bajo la bota del imperialismo ruso.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores, Cuarta Internacional (UIT-CI), hemos trabajado con la izquierda antiautoritaria ucraniana y hemos hecho varios convoyes de ayuda a los sindicatos independientes del metal, minería, ferroviarios, docentes que están en la primera línea del frente en Krivyi Rih, Dobropillya, Zaporíjia, Korosten y Mikolaiv. Llamamos a los pueblos del mundo y a las luchadoras y luchadores antiimperialistas y de izquierda a seguir solidarizándose con la resistencia popular-militar ucraniana sin dar apoyo político al gobierno de Zelensky, diciendo No a la OTAN y reclamando el desmantelamiento del armamento nuclear de la OTAN y Rusia.
21 de Noviembre 2024
Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallannt, primer ministro y ex ministro de guerra de Israel, por crímenes de guerra en Gaza.
La CPI también aprobó la orden de detención de Mohammed Deif, un alto cargo de Hamas, aunque Israel ya lo declaró muerto en un ataque lanzado el pasado mes de junio contra la Franja de Gaza.
Aunque ni Israel, ni Estados Unidos son miembros, tampoco China y Rusia, la Corte Penal Internacional tiene 124 países miembros: 25 de Europa occidental, como Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, España entre otros; 33 son Estados africanos; 19 de Asia y el Pacífico; 18 son de Europa oriental y 28 de América Latina y el Caribe, entre ellos Argentina.
Pese a sus limitaciones esta orden de arresto de la CPI tiene consecuencias internacionales contra el genocidio que perpetra Israel. La justicia de cada país miembro debería arrestar a Netanyahu si pasa por sus territorios.
Este proceso penal y orden de arresto contra Netanyahu es otra consecuencia de la enorme movilización mundial contra el genocidio en Gaza que ha presionado a muchos gobiernos y en este caso a los jueces de la CPI. Por supuesto que no podemos esperar que estos tribunales internacionales, con poderes limitados por los países imperialistas, cumplan esta resolución. Pero está claro que es otro elemento que complica al imperialismo y sionismo, invasores de Palestina, ante la opinión pública internacional, y sirve para denunciar el genocidio y continuar la movilización mundial.
Y, por supuesto, denunciar a los gobiernos cómplices en primer lugar los que les entregan las armas a Netanyahu como Joe Biden y gobernantes europeos que también son cómplices de los crímenes de guerra. Lo mismo que Milei, que apoya públicamente al genocida Netanyahu y acaba de rechazar la resolución de la CPI (siendo Argentina parte de ella), como lo hicieron Estados Unidos e Israel.
Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
Desde 1977, el 29 de noviembre de cada año, las Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Ese día, en 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 181, posteriormente conocida como la “resolución de la partición”, en la cual se estipulaba la creación de un “Estado judío” y un “Estado árabe” en Palestina, con Jerusalén como capital.
Obviamente esta resolución tramposa de la ONU solo sirvió para crear al Estado genocida sionista en territorio despojado a los palestinos y jamás formó un Estado Palestino.
Pero la fecha fue tomada internacionalmente por el pueblo palestino como Día Internacional de Solidaridad con Palestina. Y este es uno de los momento más importantes para impulsar las movilizaciones mundiales en solidaridad con el pueblo palestino.
En gran parte del mundo para ese día están previstas movilizaciones solidarias con el pueblo palestino contra el genocidio en Gaza. Desde Argentina, como lo venimos haciendo, apoyamos estas marchas.
¡Por Palestina libre del río hasta el mar! ¡Fuera criminales sionistas de Medio Oriente!
Escribe Prensa UIT-CI
26/11/2024. Entre el 12 y el 13 de octubre se llevó a cabo en Bogotá un plenario nacional de la Unidad de Izquierda Revolucionaria (Unir-Colombia), en la cual además de discutir la situación nacional y adoptar una política y orientación para intervenir en la realidad política de se país, se resolvió solicitar a la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), su incorporación a nuestra corriente como sección oficial.
Unir se había constituido formalmente el pasado año en una conferencia celebrada en Cali, en la cual participó el compañero Miguel Ángel Hernández a nombre del secretariado de la UIT-CI. Con dicha organización se había conformado junto a la UIT-CI un comité paritario en el cual se discutió el documento de situación mundial aprobado en el VIII congreso mundial de la UIT, celebrado en diciembre del 2023, avanzando de esta forma en acuerdos programáticos. La resolución adoptada en el plenario realizado el pasado mes de octubre, fue el corolario de ese proceso de discusión política entre ambas organizaciones.
Unir es una organización con implantación nacional, con núcleos militantes en Bogotá, Cali, Barranquilla, Santa Marta, Pereira y Popayán. Constituida por antiguos militantes de tradición morenista y jóvenes activistas insertados en el movimiento sindical, estudiantil y popular.
En la resolución donde solicitan su incorporación a la UIT-CI, los camaradas de Unir ratifican su compromiso con la defensa de los derechos de la clase obrera, en la perspectiva de la lucha por el socialismo tanto en Colombia como a escala internacional. Por otra parte plantean que “reconocemos la importancia de la organización y la unidad internacional de los movimientos revolucionarios y socialistas para enfrentar los desafíos globales que afectan a la clase trabajadora y a los sectores populares”.
Con la integración de Unir, precedida recientemente de la incorporación del MAS de Portugal y la Liga Marxista Revolucionaria de Italia, continuamos avanzando en la construcción de nuestra corriente internacional y en el proceso de unir a los revolucionarios en la perspectiva estratégica de refundar la Cuarta Internacional.