Publicamos el artículo elaborado por Cristina Mas y Josep Lluís del Alcázar, de la dirección de Lucha Internacionalista (LI) sección de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) en el Estado Español. El presente artículo es una respuesta política y un aporte para el debate sobre las posiciones de la Fracción Trotskista (FT) –organización referenciada en página web “La Izquierda Diario”- sobre la lucha de clases en Siria y la caída de Bashar Al-Assad, según su declaración publicada el pasado 14 de diciembre.
Cayó Al Assad, un criminal sangriento, “un régimen odiado por las masas de la región”, según la Fracción trotskista (FT) [1]. Se liberan los miles de presos políticos que abarrotaban sus cárceles de tortura y muerte. Decenas de miles de sirios salen a las calles para celebrar la caída del dictador en el exilio, o en el interior, desde el noroeste kurdo al sur druso, pasando por Hama, Homs y Damasco. La FT escribe: “Comprendemos su alegría por la caída de un régimen odiado y su esperanza de volver a casa y disfrutar de la liberación, aunque lamentablemente no la podamos compartir, dado que las fuerzas que han derrocado a Al Assad son también profundamente reaccionarias. Su triunfo no augura nada bueno para la mayoría de la población siria, diezmada y desgarrada después de 13 años de una terrible guerra civil y sucesivas intervenciones imperialistas.”
¿Cuál es la primera conclusión si la caída de Assad y el triunfo de un combinado de fuerzas rebeldes “no augura nada bueno” hasta el punto que impide a una fuerza revolucionaria celebrar la caída de un dictador brutal y sanguinario? ¿acaso es que Siria estaba mejor con el sangriento dictador? ¿Cómo es posible no compartir la alegría del pueblo sirio por la caída del tirano? Y es además insoportable el tono paternalista y profundamente colonial del comprende pero no comparte. ¿Acaso el pueblo sirio no sabe o no entiende lo que está ocurriendo? El pueblo sirio ha salido a la calle, ha sacado a miles de presos de las cárceles, miles han corrido a regresar del exilio para recuperar las vidas que el régimen y los imperialistas les han robado.
La juventud, la clase obrera, los campesinos, las mujeres y los pueblos de Siria afrontan, exhaustos, una montaña de dificultades y desafíos. No hay ninguna duda de que “el futuro de Siria es totalmente incierto”. Empezando por Turquía, Israel, EE.UU, Arabia Saudí, Qatar… que van a tratar de apuntalar al nuevo gobierno, para que recupere el control. Hay una carrera contra reloj, entre las nuevas autoridades que tratan que todo cambie sin cambiar nada y la gente que protagonizó la heroica revolución hace 14 años y fue ahogada en sangre. Se esperaría de un partido revolucionario que salga con todo, identificando las fuerzas obreras y populares que pueden ser el motor de cambio, sus organizaciones políticas que desde la izquierda combatieron al lado de la revolución por la caída del régimen y se vuelque en una campaña de lucha y solidaridad.
Pero esa actitud es imposible en quien no ve en la nueva situación una oportunidad para las masas, quien no está dispuesto a salir a festejar la caída del brutal régimen y la libertad de miles de torturados de las cárceles, y si durante los 14 años de lucha del pueblo sirio –ni siquiera en el periodo que hoy reconoce como revolucionario- no ha salido a las calles para intentar organizar la solidaridad con su lucha. Con los compañeros y compañeras de la FT tenemos una diferencia política y de método. Esperan a ver si sus presagios se cumplen instalados como comentaristas de la geoestrategia mundial. Nosotros hemos estado estos 14 años en la solidaridad con los avances y en las derrotas. Hoy festejamos y lucharemos con ellos para evitar que nadie les robe esa legítima alegría.
Sobre las direcciones del movimiento rebelde
Compartimos la caracterización del HTS como una fuerza burguesa, islamista, más exactamente sharista, reaccionaria. También lo es Hamás, que saludó inmediatamente la caída del régimen sirio, y que mantiene relación con el HTS, y eso no nos ha impedido salir con todas las fuerzas en apoyo al pueblo palestino. Lo mismo que ante Hezbollah a quien defendemos en su enfrentamiento junto al pueblo libanés contra la invasión de Israel sin por ello dejar de denunciar su papel criminal en la represión sobre la revolución siria.
No juzgamos nunca a los pueblos por sus direcciones, pero en el caso de Siria aún no está escrito que HTS sea su dirección. Se trata de partidos burgueses islamistas reaccionarios pero que en un momento histórico aparecen a los ojos de las masas palestinas, libanesas y sirias como referentes de liberación. Por ello, sin dar la menor confianza en su dirección estamos con la resistencia palestina o libanesa a la ocupación israelí como estuvimos con la lucha del pueblo sirio por el derrocamiento de Al Assad.
Compartimos la crítica sobre la dirección kurda y su dependencia política de la estrategia de los EE.UU. Pero una matización: no criticamos en absoluto la obtención de armamento norteamericano de las YPG, sí criticamos la colaboración directa con las tropas norteamericanas desplegadas en Siria y su dependencia política. Pero esta caracterización de la dirección de nuevo no cuestiona nuestro apoyo al pueblo kurdo ante la opresión de Turquía y las fuerzas que controla directamente, el Ejército Nacional Sirio.
Sobre los bloques o los campos y la lucha palestina
La caída de El Assad efectivamente debilita el peso de Rusia, Irán y China. Por ello la FT entiende que favorece a Turquía, EEUU e Israel. Pero ¿Dónde quedan las masas sirias, esas que salen a la calle? La FT no les otorga ningún papel. Por eso, y aunque dice criticar el campismo, realmente se instala en el campismo y en la parálisis.
Leemos: “algunos hoy presentan la caída de Al Assad a manos de milicias yihadistas y proturcas, con el beneplácito de EEUU e Israel, como resultado de una “revolución democrática triunfante”. “Netanyahu ve la caída de Assad como expresión de debilidad de Hezbollah y de Irán y por lo tanto como la oportunidad de desarrollar el proyecto de crear un “gran Israel”.
O sea, ¿que la caída cuenta con el beneplácito de Israel al servicio de su proyecto de expansión? Si eso fuera así, estaríamos en contra la caída de Assad. Pero no es así, la caída de Al Assad es el resultado diferido de la revolución del 2011 y supone un avance. Si Israel ataca Siria no es porque ahora está en mejores condiciones para su proyecto de Gran Israel, sino porque la caída del régimen que durante 50 años le aseguró el frente del noreste sin ninguna amenaza, ahora pudiera caer con su arsenal en manos de sus enemigos. Israel sabía que los complejos militares y las fábricas de armas químicas que hoy ataca no eran un peligro en manos de Assad, contra Israel, por eso ahora los destruye.
La caída del régimen de Al Assad tiene muchos elementos comunes con lo ocurrido el 7 de octubre. La acción armada de Hamás desencadena una ofensiva brutal de Israel, pero no es menos cierto que abre una posibilidad histórica en la lucha del pueblo palestino, con un Israel más cuestionado que nunca. Está por escribirse el resultado. Lo mismo respecto a la caída de El Assad.
Atrapada, aunque no quiera por la lógica de bloques o campos, la FT escribe sobre el reaccionario régimen iraní: “Es un régimen debilitado, que se volvió bastante impopular y dividido internamente.” ¿Bastante impopular? El término es insultante. Es el régimen criminal que reprimió a sangre y fuego el movimiento Mujer, vida y libertad. Que, aprovechando las amenazas y provocaciones de Israel, aceleró las ejecuciones sumarias de activistas (651 sólo en los primeros diez meses del 2024). Estuvimos con el movimiento de las mujeres, de los pueblos, construyendo solidaridad internacional. Sigan con su partida de ajedrez geopolítica y también en este caso olviden los pueblos de Irán y su lucha por hacer caer la dictadura teocrática.
Lo mismo para Ucrania. “Ante la guerra de Ucrania, sectores reformistas como Die Linke, hasta organizaciones más pequeñas como la LIT o la UIT-CI se alinearon con el campo de la OTAN y el ejército de Zelensky”. “La guerra de Ucrania ha exacerbado el militarismo y los choques entre grandes potencias. Los imperialismos occidentales de la OTAN vienen actuando por procuración, sosteniendo al ejército ucraniano en su enfrentamiento con Rusia, que cuenta con el apoyo de Irán, China y Corea del Norte.” La FT, que quiere salirse del análisis de bloques o campos, acaba haciendo suyo uno de los grandes argumentos de Putin, cuando negando la nación ucraniana afirma que está enfrentando al imperialismo y la OTAN. Y ¿qué dice el pueblo ucraniano, los trabajadores y sus organizaciones? ¿No están, no opinan, son sólo instrumentos y víctimas? ¿tienen derecho a rechazar la invasión? Nosotros afirmamos que el pueblo ucraniano salió a enfrentar la invasión rusa y se organizó en masa en la Defensa Territorial, y que ese fue un factor decisivo para que el ataque de Putin no concluyera en tres días con la caída del Gobierno y su sustitución por uno títere de Moscú. Por eso estamos con ese pueblo, y sus organizaciones de clase, sin ninguna confianza con el neoliberal y atlantista Zelensky, y sin apoyar la OTAN. Del mismo modo que estamos con el pueblo kurdo contra la agresión turca sin alinearnos con el campo de… Estados Unidos.
A propósito de la revolución de 2011
En el 2011 se desencadena una revolución, con grandes movilizaciones por la caída del régimen y la construcción sobre el terreno de decenas de organismos de doble poder, los comités de coordinación que luchaban por expulsar al régimen y decidían cómo gestionar la vida diaria. También en territorio kurdo bajo otra forma. Con ellos, con la izquierda siria y kurda que estuvo en la revolución, debatimos y apoyamos.
La declaración de la FT afirma que en 2011 hubo “movilizaciones masivas”, un “profundo levantamiento popular” y afirma: “La violenta represión de Assad y la injerencia de potencias regionales como Turquía y diversas potencias imperialistas llevó a la regimentación de la resistencia de la mano de su militarización, este proceso socavó el carácter autónomo y de masas, impidió la continuidad del proceso revolucionario y dio poder a los movimientos reaccionarios y a sus patrocinadores extranjeros. De esta manera, la Primavera siria fue derrotada, dando paso a una guerra civil reaccionaria en varios frentes que resultó devastadora, dejando cientos de miles de muertos y millones de desplazados y refugiados.” El problema no fue la militarización de la revolución. Ante la brutal represión del régimen, el proceso revolucionario se armó, y ese era un paso necesario y legítimo que no cambió su carácter. Pero la contrarrevolución combinó la brutal represión del régimen, apoyado por Rusia, Irán y Hezbollah con la aparición de fuerzas reaccionarias apoyadas por EEUU, Turquía, y otros estados árabes. Cada uno en busca de sus intereses específicos, EE.UU para sostener el gobierno postocupación en Iraq amenazado por el ISIS, el segundo en un intento de destruir las bases kurdas de YPG.
Entendemos que hoy sin una implicación directa y una campaña internacional de apoyo a la reconstrucción de los comités de coordinación que dio la revolución del 2011 y con la izquierda siria que estuvo con la revolución, cualquier programa o afirmación genérica sobre una Siria socialista, como hace la FT, no es más que propagandismo y palabras vacías. Para quienes nos creemos el internacionalismo y la importancia de la solidaridad, no hacer nada también es una forma de intervención. Deja solas a las fuerzas de izquierda que luchan. Es la forma de hacer que sus malos augurios se cumplan.
Cristina Mas y Josep Lluís del Alcázar. 2 enero de 2025. Publicado originalmente el 7 de enero de 2025 por Lucha Internacionalista, sección en el Estado Español de la UIT-CI.
1-https://www.laizquierdadiario.com/Siria-una-posicion-internacionalista-ante-la-caida-de-Al-Assad
Escriben Amelio Del Fabro, Federico Novo Foti y José “Pepe” Rusconi
La noche del 13 de enero de 1976, cuando el accionar de las bandas fascistas amparadas por el gobierno de Isabel Perón preparaban el ambiente para el golpe militar, fue secuestrado en Ensenada Carlos Scafide, trabajador de Propulsora Siderúrgica (hoy Siderar/Techint) y militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST).
Todos lo llamábamos "Carlitos", era un querido compañero y reconocido activista de esa fábrica y vecino muy querido de Ensenada.
Formaba parte de ASIMRA, el gremio de los supervisores metalúrgicos. Eso no impedía que tuviera un total compromiso con la lucha de los compañeros afiliados a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que enfrentaban a la dirección burocrática del sindicato encabezada por Rubén “Negro" Diéguez, un burócrata entregador de sus compañeros y aliado de las patronales metalúrgicas que termina muriendo en un accidente de tránsito en 1984 cuando estaba enfrentando a la heroica oposición Naranja que hizo temblar las paredes de este sindicato con un masivo apoyo de las bases aunque no llegó a ser conducción.
Cuando lo asesinaron, el PST ya venía de sufrir varios golpes, como la Masacre de Pacheco (29 de Mayo 1974) y la Masacre de La Plata (4 y 5 de Septiembre 1975), convirtiéndose Carlitos en el decimosexto asesinado del partido bajo los gobiernos de Perón e Isabel.
Miembros de la CNU (Concentración Nacionalista Universitaria) y la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), organizaciones parapoliciales, que tenían vínculos estrechos con el Estado peronista y con la burocracia sindical peronista, que se identificaron como personal del Ejército, secuestraron de la casa de su madre a Carlitos. También secuestraron a Salvador “Pampa” Delaturi, otro obrero y reconocido activista de Propulsora, dejando sus cadáveres acribillados a balazos y dinamitados como estilaban para que fuese un mensaje terrorífico a todo el activismo. El 16 de Enero de 1976 fue secuestrado por una patota vinculada a la Marina el trabajador y delegado de Astillero Río Santiago Mario Peláez.
La respuesta fue inmediata. Los trabajadores de Propulsora exigieron justicia. Resolvieron en asamblea parar todos los turnos, desde el miércoles 14 por la mañana hasta el sábado siguiente por la tarde. En Astilleros resolvieron paros progresivos hasta el viernes. Hubo trabajadores de otras fábricas que se solidarizaron con las medidas de fuerza como Petroquímica Sudamericana de Olmos y Metalúrgica OFA de Villa Elisa. La Coordinadora de Gremios en Lucha llamó a un paro para el siguiente martes, al que se sumó una línea de micros y varios comercios de Ensenada. Se realizó un acto cuando enterraron a los compañeros, al cual asistieron 600 trabajadores de Propulsora (aproximadamente la mitad del personal de la fábrica) y por la movilización de los trabajadores se logró la liberación de Mario Peláez que estuvo detenido y torturado varios días en el Batallón de Infantería de Marina nº 3.
José “el Petiso” Páez, histórico dirigente de Fiat del Sitrac Sitram y del “Cordobazo” habló en el acto en nombre de la dirección nacional del PST. Señaló que “la única posibilidad que tenemos los trabajadores de frenar estos ataques es nuestra movilización y nuestra organización para la defensa, en cada fábrica, en cada barrio, en cada lugar de trabajo; denunciando la tolerancia del gobierno y exigiendo la investigación y el castigo del salvaje crimen”.
A 49 años del asesinato de Carlitos Scafide, desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad, seguimos exigiendo juicio y castigo a los responsables de su muerte. Cuando lo asesinaron sólo tenía 29 años, pero su vida y militancia son un ejemplo para las nuevas y viejas generaciones de militantes revolucionarios que día a día dedican sus vidas en defensa de la clase obrera y en la lucha por un gobierno de trabajadores y el socialismo.
Carlos Scafide, compañeros asesinados y detenidos-desaparecidos del PST, ¡Presentes! ¡Hasta el socialismo, siempre!
Escribe José Castillo, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
El gobierno ultraderechista de Javier Milei pagó hoy 4.300 millones de dólares en efectivo en concepto de capital e intereses de deuda externa. Corresponden a vencimientos de la renegociación llevada adelante por el entonces ministro de Economía Martín Guzmán, en agosto de 2020 (plena pandemia) durante el gobierno peronista de Alberto Fernández.
Se trata de “Bonares” y “Globales”, bonos de deuda, algunos pagos en dólares y otros en euros, bajo legislación local o extranjera según los casos, con distintos vencimientos finales, de los que hoy se pagó la “cuota” correspondiente de capital y los intereses acumulados del período. Es un monto enorme cuando lo comparamos con cualquier partida presupuestaria argentina, pero apenas una gota de agua que no reduce en nada el total de la deuda argentina, que sigue siendo impagable y en aumento.
Lo hoy abonado, en pesos al tipo de cambio oficial, equivale a 4,3 billones de pesos. Infinitamente más que el dinero que se le negó a las universidades con el veto presidencial de octubre pasado (738.595 millones de pesos). Es el doble de todo lo que hubiera salido en 2024 el reajuste jubilatorio también vetado (2,4 billones). ¡En un solo pago Milei dilapidó un monto equivalente al que se hubiera requerido para atender ambas cuestiones!
Algunos economistas y propagandistas de redes sociales favorables al gobierno han afirmado que el pago es una señal de “seriedad” y que beneficiará al país, porque generará confianza y la llegada de los famosos “capitales” del exterior. ¡Mentira! Incluso llegaron a decir que ese dinero que hoy se paga “quedará en el país” ya que los pulpos usureros lo reinvertirán en bonos argentinos. ¡Doble mentira! No llegan a 1.000 millones (de los 4.300 que hoy se abonaron) los bonos que están en manos de tenedores locales. Y aún así, estos son los grandes especuladores (y fugadores de capitales) de siempre. El resto, más de 3.000 millones saldrán, sin duda, hoy inmediatamente del país e irán directo a engrosar los bolsillos de buitres extranjeros.
No son los únicos vencimientos de este mes. Hay pagos a organismos internacionales y a otros acreedores privados que llevarán los pagos de enero hasta 5.000 millones. En marzo vencen otros 2.000 millones. Y en julio hay otra montaña de vencimientos (4.500 millones) similar a la actual. Si sumamos los montos restantes de los demás meses, se alcanza a 20.000 millones en todo el año. Una suma impresionante, que exigirá para pagarla profundizar más aún el ajuste y, encima, recurrir a nuevo endeudamiento, sea con el FMI, otros organismos internacionales o con los mismos pulpos privados.
Las deudas se pagan, las estafas no
“Las deudas se pagan”, volvimos a escuchar hoy, por enésima vez. También por enésima vez repetimos: las deudas se pagan, las estafas no. La deuda externa argentina, hoy por encima de los 500.000 millones de dólares (sumando todos los rubros e incluyendo las deudas provinciales) es la herencia del endeudamiento generado por la dictadura genocida de Videla y su ministro de Economía Martínez de Hoz, que luego, lamentable y vergonzosamente, fue reconocida y renegociada por todos y cada uno de los gobiernos posteriores a 1983, generando la bola de nieve impagable que hoy sufrimos. Es ilegítima (porque la generó una dictadura), ilegal (porque fue tomada de forma totalmente irregular, muchos montos nunca ingresaron al país e incluso incluye estatización de deuda privada de grandes grupos económicos y transnacionales, como quedó demostrado en el fallo del juez Ballesteros del año 2000) y, por sobre todo, profundamente inmoral, porque es la principal causante del hambre, la marginación y la pobreza de millones de argentinos en estas décadas.
Milei, su ministro Caputo y toda La Libertad Avanza ha dicho una y mil veces que prioriza el pago de la deuda por sobre cualquier otra partida. Ese es, efectivamente, el objetivo principal del super-ajuste que está llevando adelante. Pero el peronismo, que discursivamente se rasga las vestiduras ante el plan motosierra, también tiene responsabilidades directas en lo que pasó hoy. De hecho, cuando el entonces presidente Alberto Fernández y su ministro Martín Guzmán realizaron el canje 2020, uno de cuyos vencimientos se acaba de abonar, lo festejaron como “la gran solución” al problema de la deuda externa, afirmación que también fue compartida por la vicepresidenta Cristina Fernández (y en ese momento hasta por el Papa Francisco). Sólo la izquierda sostuvo, en ese momento, que eso no solucionaba nada, que corría los vencimientos para adelante pero acrecentaba la deuda futura y que, más temprano que tarde, iba a requerir un feroz ajuste para cumplir con los vencimientos. Exactamente lo que está pasando ahora.
Hoy, que sufrimos en tiempo presente el super-ajuste de la mano del ultraderechista Milei volvemos a decir: no hay salida para el pueblo trabajador si no dejamos inmediatamente de pagar la deuda externa y si no rompemos con los lazos de dependencia políticos y económicos que nos someten al FMI. Todo ese dinero, en vez de llenar los bolsillos de los pulpos acreedores, deben ser dirigidos a resolver las más urgentes necesidades populares: salarios y jubilaciones dignos, trabajo genuino y plata para salud, educación y viviendas populares.
09/01/2025
La Izquierda en la provincia al igual que en el Congreso de la Nación rechaza la orden de desalojo contra la Lof Pailako emitida por el juez federal Guido Otranto para el próximo 9 de enero y reivindica el derecho de los pueblos originarios, preexistentes al Estado Nacional a recuperar sus tierras ancestrales.
El desalojo a la Lof Pailako profundiza el ataque a los pueblos originarios que vienen llevando adelante tanto el gobierno nacional de Javier Milei como el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, así como también la justicia federal y las justicias provinciales, a lo que se suma, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Señalamos esto porque hace pocos días el gobierno de Milei, negacionista del genocidio perpetrado por Roca, anuló por decreto la ley 26.160 que impedía los desalojos a las comunidades originarias y también votó en soledad contra los derechos de los pueblos originarios en la ONU.
Así también, desde que asumió, su aliado Ignacio Torres lanzó una campaña contra la Lof Pailako acusándolos de provocar incendios en el verano de 2024, hecho que jamás pudo demostrar, e impulsó el desalojo de esta comunidad que habita en la zona del Lago Futalaufquen las comunidades mapuche-tehuelches son preexistentes al estado nacional y particularmente a Parques Nacionales y que está a punto de sufrir el segundo desalojo de sus tierras ancestrales por parte del Estado Nacional en pos de avanzar con el extractivismo y los negocios inmobiliarios.
Esta campaña contra los pueblos originarios no es exclusiva del actual gobierno nacional ni del gobierno de Chubut, es la expresión de una nueva cruzada contra los pueblos orignarios que va de Jujuy a Tierra del Fuego en pos de avanzar con el RIGI. Pero es una política que no reconoce grieta y que tiene continuidad desde el Comando Unificado que desalojó y secuestró a las lagmien de la Lof Lafken Winkul Mapu con el Frente de Todos en 2022, al de Ignacio Torres. Milei y Bullrich para defender el extractivisno.
Desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad en el Congreso Nacional, en las legislaturas provinciales y en los territorios rechazamos la orden de desalojo y nos solidarizamos con la Lof Pailako.
Responsabilizamos a Milei, Torres, Bullrich y Larsen, por la integridad física de los miembros de la Lof Pailako y las infancias que allí habitan.
Por todos estos motivos, y porque reconocemos y reivindicamos el derecho a la recuperación de las tierras ancestrales de los pueblos preexistentes decimos No al desalojo de la Lof Pailako.
PTS-PO-Izquierda Socialista
CHUBUT
8/1/25
Escribe José Castillo, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
En estos primeros días de enero, los medios de comunicación hacen un esfuerzo por mostrar el clima de verano. Notas desde la costa atlántica o desde Brasil cubren horas y horas de televisión. El presidente Javier Milei, al mismo tiempo, afirmó que llegó la hora de las “buenas noticias” y que se viene la reactivación económica. ¿Cuál es la realidad? Según la consultora Jobint el 47% de los argentinos no pudo tomarse vacaciones. En ese número está, sin duda, una parte sustancial del pueblo trabajador.
Milei paga la deuda y profundiza el ajuste
Es mentira que llegó la hora de la reactivación y la recuperación de los salarios y jubilaciones. Continúa el ajuste anti obrero, anti popular y entreguista del gobierno ultraderechista de La Libertad Avanza y el FMI. Si hay “buenas noticias”, es para los grandes capitalistas, con ganancias récord en 2024, para los especuladores de bolsa y para los acreedores de la deuda usuraria, que esta semana se embolsarán 4.600 millones de dólares. Es que para ellos “sí hay plata”. La misma que se les niega a los jubilados, al conjunto de la clase trabajadora y a los sectores populares. Basta mirar los vencimientos de deuda externa de este año (más de 20.000 millones de dólares), que son la primera y exclusiva prioridad del gobierno, para comprender que en 2025 seguirán los ataques contra el bolsillo del pueblo trabajador.
En los primeros días del año, tuvimos una nueva tanda de despidos en el Estado, el anuncio del gobierno del congelamiento de los ingresos y una paritaria para los estatales donde la oferta es de un miserable 1% (luego de que las y los trabajadores del sector vienen de perder un 30% en 2024).
El ataque al pueblo trabajador no se limita a las y los estatales. Los despidos también afectan al sector privado. Se acaba de anunciar el cierre de una planta de la empresa Dass (fabricante en el país de Adidas, entre otras marcas), con 360 puestos de trabajo que se pierden, sumando a los más de 15.000 destruidos en la industria desde la asunción de Milei. Un proceso que pretenden profundizar en los próximos meses, al calor de la ola de importados con la apertura económica y cierre de establecimientos.
Una multitud repudiando el ataque a los espacios de Memoria
El gobierno no se limita al mero ajuste económico. Lo combina con lo que llama “la batalla cultural”. Estos primeros días del año lo ilustraron con los despidos y el virtual cierre de instituciones vinculados a la defensa de los derechos humanos, en particular los ubicados en el predio de la ESMA, con el Centro Cultural Haroldo Conti a la cabeza.
Frente a estos hechos, con que empezó el 2025, la pregunta de muchas compañeras y compañeros es cómo nos organizamos para enfrentarlos. La respuesta, como siempre, la da la propia realidad: una multitud se convocó en el predio de la ESMA el sábado 4, en el festival en repudio al cierre del Haroldo Conti y los otros sitios de Memoria y el despido de sus trabajadoras y trabajadores. Una cabal demostración de que no le resultará fácil a Milei y su gobierno ejecutar sus políticas negacionistas y de super ajuste.
¿Ya empezó el año electoral?
El gobierno vive un “veranito financiero” y trata de hacerlo durar lo más posible. Sus periodistas y troles amigos le dan manija a encuestas e informes supuestamente favorables tratando de meter la discusión en el esquema de un “año electoral”. En ese marco, aparecen los intentos de La Libertad Avanza de fagocitarse al PRO de Macri, e incluso a sectores importantes de la UCR. Ese hecho, junto a negociaciones sobre suspensión o anulación de las PASO y desdoblamiento de elecciones (como la que ya anunció Jorge Macri para la Ciudad de Buenos Aires) ocupan los titulares de los medios de comunicación.
Mientras tanto, ¿qué hace el peronismo? También está inmerso en la discusión pre electoral. No se repone de su propia crisis. Las peleas entre Cristina, Máximo y La Cámpora por un lado, contra Kicillof y la mayoría de los intendentes del conurbano, por otro, las discusiones sobre si desdoblar o no las elecciones en la propia provincia de Buenos Aires, ocupan toda la atención de los dirigentes de los distintos sectores internos.
Muchas compañeras y compañeros, que tenían expectativas de que el peronismo, en tanto principal fuerza patronal opositora, encabezara la resistencia al plan motosierra, hoy, con cierto desconcierto, no ven salida. Es que los “triunfos” de Milei en el Congreso (Ley Bases, mantenimiento del DNU que habilita el ajuste, confirmación de los vetos a los aumentos jubilatorios y a las partidas universitarias), sin duda, fueron lo que le dieron confianza a los sectores patronales para intentar avanzar por más.
Enfrentamos el ajuste y postulamos un programa alternativo
Ante este panorama decimos que no hay que confundirse: la bronca popular continúa y se acentúa. Somos miles los que no estamos dispuestos a dejar pasar las medidas reaccionarias de este gobierno, tal como se comprobó en el abrazo y posterior festival en la ESMA. Como venimos haciendo desde el sindicalismo combativo y desde el Frente de Izquierda Unidad, la tarea es apoyar las luchas que se vayan dando, rodearlas de solidaridad, buscando coordinarlas para que no queden solas y triunfen. En ese marco es que seguimos exigiendo a la CGT que rompa su pacto con el gobierno y llame a un nuevo paro general. No se trata, como de hecho está planteando el peronismo, simplemente de esperar a que el repudio a Milei se exprese en las urnas. Hay que organizarse para seguir enfrentando cada uno de los ataques a las y los trabajadores, a las y los jubilados, a la juventud, al movimiento de derechos humanos, de mujeres y disidencias y cualquier otro sector popular.
Por supuesto que también está en discusión que programa global le oponemos a la motosierra de Milei. Y acá el peronismo, de nuevo, no dice nada fuera de denunciar discursivamente las medidas de La Libertad Avanza. No es casualidad: es que nada tiene para ofrecer, fuera de las mismas políticas con las que ya fracasaron durante el gobierno de Alberto, Cristina y Massa. Por eso, desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad, somos los únicos que postulamos un programa alternativo, de emergencia, obrero y popular. Arrancamos diciendo que ¡plata hay! Y que la crisis la paguen los que se beneficiaron con ella, las grandes patronales, los bancos y especuladores financieros y los pulpos usureros acreedores. Exigimos aumento general de salarios y jubilaciones para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar y ningún despido más, con la reincorporación de los que han perdido sus puestos de trabajo. Todo esto apoyando en lo más importante: suspender inmediatamente todos los pagos de deuda externa y romper con el FMI. Esto es lo que generará, junto con imponer un impuesto especial a los ricos y a las super ganancias y otras medidas como nacionalizar la banca y el comercio exterior y reestatizar las empresas privatizadas, el dinero suficiente para resolver las más urgentes necesidades populares: salario y jubilaciones dignas, trabajo genuino y plata para salud, educación y vivienda.