Nov 02, 2024 Last Updated 4:17 PM, Nov 1, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Socialist Core (simpatizantes de la UIT-CI en EEUU)

31/10/2024. El 5 de noviembre se realiza la votación para elegir al jefe político de la principal potencia imperialista del mundo, precisamente mientras EEUU perpetra un genocidio contra el pueblo palestino de la mano de su satélite Israel. Nos solidarizamos con los activistas obreros, juveniles y de la comunidad musulmana en EEUU que se han movilizado contra el genocidio en Gaza y han expresado que no votarán por los candidatos del genocidio, Donald Trump y Kamala Harris. El antidemocrático sistema electoral estadounidense encadena las elecciones a un bipartidismo reaccionario y millones de personas intentarán escoger el mal menor optando entre dos candidatos comprometidos con la destrucción ambiental, la dominación imperialista y el genocidio palestino. Por nuestra parte, creemos que es necesario fortalecer el polo activista que usará las elecciones para protestar contra la política imperialista que representan Trump y Harris. Podemos hacerlo con un voto crítico a las candidaturas alternativas, a la izquierda de los demócratas, como es el caso de Jill Stein, Cornel West y otros candidatos independientes, en la perspectiva de construir un partido independiente de izquierda, de la clase trabajadora y la juventud para luchar contra este podrido sistema de explotación y opresión.

Harris y Trump representan la continuidad de una política imperialista y genocida, si bien se diferencian en sus estrategias. Trump es un ultraderechista, racista fanático, xenófobo, misógino condenado por abuso sexual, con ideas abiertamente fascistoides, mientras que Harris es una liberal que viene de hacer carrera en la criminalización de la pobreza de la mano de la industria carcelaria privada, además de ser parte del gobierno genocida de Biden. Ambos expresan un proceso de largo alcance de derechización del régimen político estadounidense, un fenómeno del que participan demócratas y republicanos, si bien los republicanos representan el ala ultraconservadora y con más elementos fascistizantes.

Revertir esa tendencia derechizante en EEUU no se logrará votando por los demócratas cada dos años, sino fortaleciendo las organizaciones obreras, populares y estudiantiles, construyendo su autonomía, hasta lograr la construcción de una organización política de izquierda independiente que canalice los intereses de las mayorías trabajadoras, como contrapeso a los aparatos políticos de la burguesía, que incluyen no solo los partidos demócrata y republicano sino también la burocracia sindical y un archipiélago de ONGs que generalmente tributan al partido demócrata.

En política internacional Trump y Harris responden de formas diferentes a la crisis y debilitamiento relativo del imperialismo estadounidense: Trump apuesta por la unilateralidad y el proteccionismo económico, Harris se inclina más por la concertación con sus socios imperialistas europeos. Para los pueblos que reciben bombas y sanciones económicas o que padecen bajo dictaduras aliadas a EEUU, estas diferencias en la mayoría de los casos no implican cambios significativos. En política ambiental, Trump es descarado en su apuesta por la mayor cuota de destrucción posible, mientras que Harris prefiere una destrucción encubierta por discursos hipócritas y medidas cosméticas que no implican cambios de fondo ni nos desvían del rumbo hacia el colapso climático. Ambos apuestan por la persecución de los inmigrantes, si bien Trump es más agresivo en el discurso e incluso propone la desnacionalización de los estadounidenses descendientes de inmigrantes.

Al igual que otros ultraderechistas como Bolsonaro, Milei o Meloni, Trump quisiera imponer una dictadura pero la correlación de fuerzas no se lo permite. No hay sectores importantes de la burguesía o de las fuerzas armadas que apuesten a la destrucción de la limitada democracia burguesa en EEUU, que tan bien les ha servido para oprimir y explotar durante siglos a la clase trabajadora. Sin embargo, Trump cuenta con el apoyo de grupos paramilitares de ultraderecha. Ante el previsible escenario de una elección decidida por pequeño margen en pocos estados pivote, las acciones legales para desconocer una derrota pueden combinarse con acciones de turbas ultraderechistas, como ocurrió en 2020. La clase trabajadora y la juventud debe prepararse para enfrentar a los fascistas ante cualquier intentona de desconocer las elecciones. Esta movilización antifascista puede desarrollarse en mejores condiciones si no está amarrada al apoyo político o electoral a los demócratas, ya que los demócratas se oponen a la movilización obrera, estudiantil y popular contra los fascistas.

Algunos sectores liberales y socialdemócratas que defienden el voto a Harris alegan que por no haber diferencias sustanciales en la política genocida de Harris y Trump, el tema palestino pasa a ser irrelevante a la hora de definir cómo votar. Creemos que este razonamiento es equivocado. Dar por descontado el genocidio en Palestina significa una posición conformista e incluso racista. Debemos profundizar la lucha contra el imperialismo estadounidense y el colonialismo sionista. Un voto de protesta contra Harris y Trump por sus políticas genocidas sirve para fortalecer esa lucha de apoyo al pueblo palestino, aunque no logre impedir que alguno de ellos ocupe la presidencia. Es importante que millones envíen un claro mensaje al mundo: ninguna complicidad con los genocidas. Y después de las elecciones, profundizar las huelgas, las tomas universitarias, los boicots, las movilizaciones, por cualquier medio que sea necesario para apoyar a la heroica resistencia palestina y derrotar al imperialismo y su satélite sionista. Ante el chantaje de los partidarios de Harris, que alegan que votar por candidaturas independientes facilita el triunfo de Trump, les respondemos que los únicos culpables de un eventual triunfo republicano son los genocidas demócratas, no quienes nos rehusamos a ser cómplices suyos.

Así como no tenemos que escoger entre los dos candidatos del imperialismo estadounidense, tampoco tenemos que caer en la trampa del campismo, de tomar partido en las disputas entre potencias imperialistas. Podemos oponernos al mismo tiempo a la agresión genocida de EEUU, Reino Unido, Alemania e Israel contra el pueblo palestino, y también confrontar la invasión imperialista rusa contra Ucrania, la opresión imperialista francesa en Kanaky y Martinica, y la opresión imperialista china contra el pueblo uigur y el pueblo tibetano, o la ocupación militar de Haití bajo las órdenes estadounidenses. Apoyar en cada uno de estos casos a la resistencia al imperialismo y el colonialismo es la única posición consecuentemente internacionalista.

El régimen capitalista e imperialista estadounidense fue diseñado a fines del siglo XVIII por la clase esclavista para garantizar una sobrerrepresentación rural reaccionaria y la supremacía de los grandes propietarios. Se mantiene hasta hoy en sus características fundamentales. Conquistas tan modestas como el principio democrático de una persona-un voto, que requeriría la eliminación del colegio electoral y la eliminación del reaccionario Senado, son imposibles de alcanzar por la vía de las reformas constitucionales, pues se requeriría una mayoría parlamentaria inalcanzable. Como parte de la lucha por la superación de ese sistema antidemocrático, podemos ejercer un voto de protesta contra los candidatos imperialistas y genocidas, otorgando un voto crítico a Jill Stein del centro-izquierdista Partido Verde, o el candidato independiente Cornel West, o cualquiera de las otras candidaturas independientes a la izquierda del partido demócrata. Tenemos diferencias políticas importantes con todas ellas. Por ejemplo la candidata Claudia De la Cruz, del Partido Socialismo y Liberación, con mucha presencia en las redes sociales, critica al imperialismo estadounidense pero al mismo tiempo apoya a dictaduras capitalistas como la de Assad en Siria, e incluso al imperialismo ruso y chino, desde una ideología que embellece la competencia interimperialista a nombre de la “multipolaridad”. En cuanto a Stein y West, no apuestan a construir un partido o movimiento anticapitalista independiente, socialista e internacionalista y basado en la clase trabajadora y la juventud, para luchar en la perspectiva de un gobierno de las y los trabajadores y un socialismo con democracia para el pueblo trabajador. Si bien tenemos esas diferencias de fondo, consideramos que sus candidaturas independientes pueden canalizar ese voto de protesta. 

Coincidimos con Stein y West en algunas de sus propuestas, como la disolución de la OTAN, detener el apoyo al Estado genocida de Israel, el levantamiento de las sanciones a Cuba y el cierre de Guantánamo, y la cancelación de las deudas de los países semicoloniales. También coincidimos en la necesidad de aumentar el salario mínimo a 25 dólares la hora en base a un impuesto a las grandes fortunas, garantizar la vivienda digna y terminar con la feroz especulación inmobiliaria, eliminar las deudas estudiantiles, la nacionalización de las empresas de la energía, entre otras medidas.

Este voto crítico puede ayudar a fortalecer el polo de las y los luchadores, quienes se expresaron en las crecientes huelgas, en el apoyo a Palestina y la lucha de la comunidad negra contra el racismo y la violencia policial, de cara a los desafíos que enfrentaremos luego de las elecciones. Gane quien gane, la grave crisis socioambiental y la enorme desigualdad, así como el propio desarrollo de las luchas populares, plantean el desafío de la construcción de un partido de izquierda y de la clase trabajadora donde confluya la nueva vanguardia sindical, juvenil, antirracista y antifascista, ambientalista y feminista.

Este miércoles 30 se dio un fuerte paro encabezado por los gremios agrupados en la Mesa Nacional del Transporte: La Fraternidad (no circularon los trenes, pese a que la conducción de la Unión Ferroviaria de Sassia llamó a no parar), el subte, camioneros, los gremios aeronáuticos, los peones de taxis, los de viales y peajes y los marítimos. Si no hubiera sido porque la burocracia de la UTA dividió, la huelga del sector hubiera sido total.

Pero la jornada también tuvo medidas de fuerzas de otros gremios. En el sector docente, el malestar contra los recortes a la escuela pública, la reforma educativa y la miseria salarial empujan la lucha a pesar del freno de la burocracia de Ctera y los gremios provinciales celestes. En Santa Cruz, bajo el impulso del triunfo de una nueva conducción del sindicalismo combativo, se resolvió seguir con 72 horas de paro y rechazar la conciliación obligatoria decretada por el gobierno provincial. En CABA, se paró con Ademys, al igual que en Chubut y en otras provincias. Lo más impactante fue el fuerte paro bonaerense. La oposición Multicolor realizó un plenario de delegados presencial, que resolvió parar el 30, incluso antes que se confirmara el paro del transporte. La burocracia del Suteba de Baradel viendo que la adhesión al paro sería masiva, terminaron convocando junto con Udocba y la FEB.

La jornada también incluyó paros de los estatales nacionales (ATE y también las y los trabajadores de la AFIP y la Aduana. Se sumó toda la comunidad universitaria (docentes, no docentes y estudiantes). De conjunto se expresó, muy masivamente, la bronca por la caída salarial y de las jubilaciones, el ataque a la educación y los intentos de privatizaciones, como con Aerolíneas y los ferrocarriles. A pesar de las intimaciones y provocaciones por parte del gobierno, que incluyó mensajes a través de la app oficial “Mi Argentina” y mensajes anti-sindicales en las pantallas de información de los trenes en las estaciones, el paro no sólo fue contundente, sino que tuvo visiblemente la simpatía de millones de trabajadoras y trabajadores de otros gremios, aún cuando estos no hayan podido parar por el rol de sus direcciones. El gobierno insistió en que se trató de un paro “político”, buscando desacreditarlo. Seamos claros: no fue “político” si con esto lo que se quiere decir es que solo fue por los intereses particulares de las direcciones de los gremios convocantes. Pero sí fue un repudio generalizado a la política de guerra de Milei contra el pueblo trabajador y sectores populares.

La imagen del miércoles es una foto de la bronca y el enfrentamiento al brutal ajuste de Milei que viene en ascenso desde las masivas marchas educativas. Que va dejando al desnudo a la burocracia de la CGT, que mantiene su tregua con el gobierno, a pesar de que sigue profundizando el ajuste y dando cada día un nuevo anuncio de medidas contra el pueblo trabajador. Por eso resulta fundamental, mientras seguimos enfrentando todas y cada una de las medidas de este gobierno ultraderechista, buscando la coordinación entre ellas para masificar la movilización y reclamamar, más que nunca, que la CGT rompa la tregua y lance un nuevo paro general y un plan de lucha para enfrentar el brutal ajuste de Milei, los gobernadores y el FMI, como venimos postulando desde la corriente A Luchar y el sindicalismo combativo.

¿Por qué, si crece la bronca y se multiplican las luchas, Milei sigue adelante con su plan “motosierra”? Ya hemos mencionado a uno de los principales responsables, la burocracia de la CGT y su tregua. Pero no son los únicos. Porque el gobierno de Milei, con su extrema minoría parlamentaria, se ha llevado victorias en el Congreso, como la Ley Bases o la imposición de los vetos a los jubilados y a la universidad en base a su alianza con el PRO, pero también gracias a los apoyos que obtuvo de parte de las bancadas de los otros partidos patronales opositores. Tal fue el caso del radicalismo, donde se terminó rompiendo el bloque después de que el propio presidente del bloque en Diputados, Rodrigo de Loredo se reuniera con Milei. Pero también del peronismo, que le vienen aportando votos a partir de acuerdos con los gobernadores.

Hay que señalar que incluso el peronismo kirchnerista que aparece como más “opositor” y que no le ha votado leyes a Milei también tiene sus responsabilidades, porque no ha hecho nada por organizar la pelea contra el ajuste. Toda su apuesta es a 2025, en lo electoral. En estos días, a ello se sumó la interna entre Cristina y Quintela por conducir el PJ, que incluye a su interior también la pelea entre la ex presidenta y el gobernador Kicillof. Una interna que expresa la crisis peronista, absolutamente alejada de las necesidades y preocupaciones del pueblo trabajador.

Esa política del peronismo contrasta con la única fuerza que, sin fisuras, estuvo desde el primer día enfrentando al gobierno ultraderechista de Milei, en las calles, apoyando cada una de las luchas que se dieron, y también en las bancas, denunciando y votando en contra de las medidas del plan motosierra: el Frente de Izquierda Unidad. Esa es la alternativa política a favor de las y los trabajadores, la juventud, el movimiento de mujeres y disidencias, las y los jubilados, que postula, como salida, un programa de emergencia obrero y popular, que, comenzando por dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI, dedique todos los recursos a resolver las más urgentes necesidades populares.

Tags


Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria FUA.

A quince días de las enormes tomas que protagonizó el movimiento estudiantil en todo el país, se abre un nuevo momento en el conflicto. Las burocracias estudiantiles de la UCR (Franja Morada) y el peronismo, junto a las acciones convocadas por la mesa intergremial, lograron bajar la dinámica del conflicto. Tenemos que profundizar el plan de lucha por el presupuesto extraordinario ya.

Ante la ratificación del veto a la Ley de Presupuesto Universitario, el movimiento estudiantil radicalizó la lucha tomando más de cien facultades de norte a sur del país. Abrió un momento importantísimo ante la pulseada en defensa de la universidad pública. Por primera vez en todo el año se desbordaba el plan de lucha elaborado por la mesa intergremial, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la FUA, y les estudiantes tomaban en sus manos la deliberación del plan de lucha contra los ataques del gobierno de Milei.

Para contener la enorme fuerza de la base estudiantil, la Franja Morada y el peronismo implementaron todas las tácticas posibles para desarticular el movimiento. La Franja Morada más abiertamente se posicionó contra las tomas en la mayoría de las universidades, no llamó a asambleas en las facultades donde conduce e impulsó los movimientos anti tomas para romper cualquier instancia que no podría controlar. El peronismo, en sus diferentes variantes, aunque no era su política, presionados por la radicalización del movimiento estudiantil convocaron tímidamente a las tomas. Desde un inicio, intentaron poner frenos, imponiendo la toma por tiempo determinado e incluso los últimos días directamente levantando cualquier espacio asambleario que pudiera profundizar el plan de lucha. La Campora más leal al pedido de “no patalear” de Maximo Kirchner se acopló rápidamente a desmovilizar el movimiento estudiantil. La Mella y otros espacios kirchneristas se vieron más presionados y jugaron a desinflar de a poco las medidas de lucha.

Pero queda claro que, más radicalmente o más gradualmente, por las presiones, las conducciones de los gremios y las Federaciones de la UCR y el peronismo trabajaron para que la disrupción del movimiento estudiantil baje, tratando de volver a controlar el ritmo del conflicto. El debate es muy profundo, a pesar de las diferencias, tanto la UCR como el peronismo están por dejar que el año termine y empezar a negociar un presupuesto 2025 que incluya una insignificante mejoría a lo que el gobierno de Milei ofrece para nuestras universidades. No podemos esperar, el presupuesto 2025 lo rechazamos en su conjunto, ya que solo significa más ajuste a todos los derechos de la clase trabajadora a costa de pagar la deuda externa. Quedó demostrado que el gobierno nacional va a seguir ahogando presupuestariamente nuestras universidades. No podemos confiar en las negociaciones del Congreso como lo demostró el veto a les jubilades y las universidades. Necesitamos una partida extraordinaria para recomposición salarial, becas, boleto educativo, ciencia, etcétera. ¡Y la necesitamos ahora!

El sábado 26 se convocó a una Asamblea Interfacultades de las universidades del AMBA. Esta instancia fue impulsada desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) junto a otras organizaciones de estudiantes independientes y partidos de izquierda en todas las asambleas de cada facultad y terciarios. Como también ocurrió en Córdoba, La Plata, Neuquén, tenía el enorme desafío de coordinar la lucha de nuestras universidades, contra las burocracias estudiantiles de la UCR y el peronismo que están haciendo todo para “planchar” el conflicto. Si bien exigimos a las conducciones de los centros en cada asamblea que sean parte de esta Interfacultades, las conducciones peronistas o radicales, brillaron por su ausencia. Para nosotres, la lucha tiene que seguir creciendo para ganar una partida presupuestaria extraordinaria que contemple el aumento salarial de nuestros docentes y nodocentes, las becas, el boleto educativo y todo lo que necesitamos para mantener nuestras universidades. Para lograrlo, el movimiento estudiantil tiene que seguir en la pelea y el plan de lucha a pesar de las conducciones que están decididas a vaciar las calles y negociar en el Congreso, profundizando la unidad obrero-estudiantil. Plata hay, el gobierno ultraderechista de Milei definió que el presupuesto vaya para pagar la deuda externa y no para la educación y la universidad.

Por eso, desde el primer momento desde la Juventud de Izquierda Socialista ante la ratificación del veto, planteamos la necesidad de no volver a la normalidad e impulsar un plan de lucha junto a nuestres docentes y nodocentes con tomas y clases públicas, coordinar acciones con las demás facultades, universidades y terciarios y, sobre todo, ponerle fecha a una nueva Marcha Federal Universitaria como fue la del 23 de abril y el 2 de octubre que unifique a todas las luchas que se vienen dando. Un plan de lucha que desarrollemos en todas las universidades e instancias asamblearias.

Seguir impulsando el plan de lucha unitario rumbo a la Tercera Marcha Federal

La Asamblea Interfacultades tuvo el enorme desafío de trazar el camino para la construcción de la Tercera Marcha Federal, con la participación de estudiantes independientes y autoconvocades que vienen siendo vanguardia en la lucha, y exigir a las conducciones de los centros de estudiantes y federaciones, así como a toda la mesa intergremial y al CIN, que convoquen a esa marcha. Fue un triunfo de una política correcta que desde la JIS impulsamos junto a otras organizaciones de izquierda, para poder concretar ese plan de lucha en la Interfacultades de AMBA, así como también en la realizada en los diferentes puntos del país como Córdoba, La Plata, Neuquén.

Nuestra principal tarea es llevar adelante lo votado, de cara a la construcción de la marcha.

El CIN, la mesa intergremial y la conducción de la Franja Morada de la FUA, están llamando a un festival el 22 de noviembre y acciones en torno al presupuesto 2025 para desviar la lucha. Es al revés de lo que plantean, si arrancamos plata ahora, se fortalece la pelea contra el presupuesto 2025. Por eso seguimos impulsando la Movilización Federal del 12 de noviembre y exigimos a las conducciones que convoquen y que la CGT llame a movilizar, no como ocurrió el 2 de octubre.

MOCIONES
- Defendemos las tomas y las asambleas como método de lucha a lo largo y ancho del país.
 
- Jornada de tomas y permanencia en las facultades que confluya con el paro nacional de transporte y de todos los sectores obreros que realicen ese día instancia de peleas contra Milei

- Poner en pie nueva Interfacultades para después de la Marcha

- Jornada de lucha del 1º de noviembre del AMBA. Corte 16 horas en el Obelisco y movilización a Plaza Mayo con posterior acción en repudio a la tregua de la CGT

- Apoyamos e impulsamos clases públicas en los epicentros del AMBA hasta el final de cuatrimestre

- Convocamos una Marcha Universitaria Nacional para el 12 de noviembre a organizarse en una reunión nacional el 5 de noviembre  a las 17 horas (bimodal) en Sociales. Exigimos a los centros de estudiantes y gremios docentes y no docentes a participar y difundirla

 Pliego reivindicativo
Abajo el veto de Milei
Triplicación del presupuesto educativo ya
No al arancelamiento y privatización de las universidades  
- Boleto educativo
- ⁠Becas integrales para poder estudiar
- ⁠Salario para los adhonorem. Aumento salarial para nuestros docentes y nodocentes YA.
- No al arancelamiento a les estudiantes migrantes
- Ninguna confianza en el gobierno, el Congreso, las autoridades y las burocracias
- ⁠Financiamiento para becas de investigación y viajes de estudios
- ⁠Democratización de los órganos de co gobierno de la universidad. No a la política de recursos propios
-Presupuesto educativo YA. Rechacemos el presupuesto 2025 y todo el plan de Milei y el FMI, plata para salud y educación.
-rechazamos la política del CIN contra las tomas, asambleas y organización estudiantil.
-rechazamos la persecución de las gestiones a les docentes que hacen clases públicas como en la UBA y en la UNA.
-Por la unidad obrero estudiantil
-Basta de represión y persecución a los sectores en lucha

Tags


Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria FUA.

Si bien consideramos que la Interfacultades de AMBA cumplió su propósito de ponerle fecha a la Marcha Federal y un plan de acción, hubo un accionar poco responsable por parte de algunas organizaciones de izquierda como el Partido Obrero (PO) y el NMAS. Desde la Juventud de Izquierda Socialista tuvimos una postura diferente de las demás fuerzas del Frente de Izquierda Unidad (PTS, PO, MST) y al NMAS, sobre el rol de la izquierda en este momento político, ante un conflicto universitario que las burocracias de la Franja Morada y el peronismo quieren desarmar. Consideramos que ante esta situaciòn ameritaba actuar con la mayor seriedad y responsabilidad, sin actitudes sectarias y autoproclamatorias, sino de unidad, para ser un polo de referencia para el conflicto. Lamentablemente les compañeres del PO y el NMAS eligieron el camino opuesto. El sábado 26 el NMAS (secundado por el PO) hicieron de la  Interfacultades un acto propio para privilegiar a sus centros de estudiantes antes que la coordinación de la lucha genuina con estudiantes independientes y autoconvocades. Desde la Juventud de Izquierda Socialista tenemos una visión metodológica totalmente diferente a la impuesta por el NMAS. Lo vivido el sábado 26 respecto a los insultos y agravios hacia estudiantes independientes y autoconvocades que fueron parte de la Interfacultades el sábado pasado son métodos que desde la Juventud de Izquierda Socialista no avalamos y repudiamos. Son métodos violentos que el NMAS sigue profundizando y creemos altamente dañinos para el movimiento estudiantil y el debate fraterno entre las diferencias políticas de las corrientes. Por eso hacemos un llamamiento a que en las próximas acciones que se den en unidad, se dejen atrás los métodos que nada tienen que ver con la organización del movimiento estudiantil y la clase trabajadora, sino que son propias de las patotas de las burocracias que combatimos diariamente.

Además de los métodos expulsivos, el contenido de la intervención del Ya Basta-NMAS resulta contrario a la unidad entre estudiantes y trabajadores universitaries que se puso en pie en concreto con las tomas con clases públicas en muchos lugares. En un momento de profunda solidaridad de les estudiantes hacia quienes sostienen con sus sueldos de miseria la universidad pública, el Ya Basta convoca a romper toda articulación con les docentes y nodocentes sin distinguir entre las conducciones burocráticas y las combativas. Han llegado al punto de afirmar que los gremios docentes opositores son meros “sellos de goma”. De ahí también el profundo error político del PO (que tiene un rol en la conducción de esos gremios) de secundar la orientación del NMAS.

Esperamos que modifiquen su posición equivocada y sus métodos patoteriles para poder seguir construyendo  junto a les estudiantes independientes el plan de lucha que necesitamos para conquistar el presupuesto necesario para que las universidades puedan seguir funcionando.  
       
    

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa