Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Las manifestaciones de repudio a la ocupación de Palestina por parte del estado sionista de Israel, no paran de crecer. En las últimas horas se conoció un documento al que adhieren miles de actores, directores y otros profesionales de la industria cinematográfica en el que asumen el compromiso de no trabajar con instituciones cinematográficas israelíes por ser cómplices del genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino.
Destacando la influencia cultural que genera su labor, expresan: “Como cineastas, actores, trabajadores de la industria cinematográfica e instituciones, reconocemos el poder del cine para moldear la percepción” [...] “En este momento de crisis urgente, donde muchos de nuestros gobiernos están permitiendo la masacre en Gaza, debemos hacer todo lo posible para abordar la complicidad en este horror implacable”.
El compromiso asumido, lanzado este fin de semana, ya contiene cerca de 4.000 adhesiones. Algunos de esos nombres son: Joaquín Phoenix, Rooney Mara, Emma Stone, James Schamus, Peter Sarsgaard, Lily Gladstone, Nicola Coughlan, Harris Dickinson, Bowen Yang, Guy Pearce, Jonathan Glazer, Ebon Moss-Bachrach, Fisher Stevens, Abbi Jacobson, Eric Andre, Elliot Page, Payal Kapadia y Emma D'Arcy, según informó Variety. También firmaron los cineastas Yorgos Lanthimos, Ava DuVernay, Asif Kapadia, Boots Riley y Joshua Oppenheimer; y los actores Olivia Colman, Mark Ruffalo, Tilda Swinton, Javier Bardem, Ayo Edebiri, Riz Ahmed, Josh O'Connor, Cynthia Nixon, Julie Christie, Ilana Glazer, Rebecca Hall, Aimee Lou Wood y Debra Winger.
La iniciativa es una respuesta a una convocatoria de los cineastas palestinos que hicieron un llamado donde instan a la industria cinematográfica internacional a “rechazar el silencio, el racismo y la deshumanización, así como a 'hacer todo lo humanamente posible' para poner fin a la complicidad en su opresión”. La idea es reproducir el boicot cultural que, en los años ´80 contribuyó al fin del apartheid en Sudáfrica. Para eso, los firmantes se comprometen a no proyectar películas, aparecer en ellas ni colaborar de ningún modo con instituciones que consideren cómplices, como festivales, cines, emisoras y productoras.
Este compromiso, firmado por artistas de reconocida trayectoria, es una de las principales acciones de boicot contra el estado terrorista de Israel. Entre ellos hay varios firmantes de origen judío, como el guionista David Farr, quien declaró: “Como descendiente de sobrevivientes del Holocausto, me siento consternado e indignado por las acciones del Estado israelí, que durante décadas ha impuesto un sistema de apartheid al pueblo palestino, cuyas tierras han usurpado, y que ahora perpetúa el genocidio y la limpieza étnica en Gaza”. Esta iniciativa se suma a otro boicot cultural protagonizado por más de 1.000 escritores que hace un año anunciaran un compromiso similar.
En medio de este importante movimiento, la semana pasada recibió una ovación de pie durante 23 minutos “La Voz de Hind Rajab”, una película sobre una niña de cinco años asesinada por las fuerzas israelíes en Gaza el año pasado. Se extiende por el mundo la movilización para poner fin al genocidio y el apartheid provocado por la ocupación de Palestina por el estado terrorista de Israel. Sobre esa marea, la Flotilla Global Sumud navega rumbo a Gaza intentando romper el bloqueo y abrir un corredor humanitario para llegar con alimentos, agua y medicamentos que alivien la hambruna provocada por las acciones criminales del sionismo.










