La multinacional Linde Praxair, que fusionó la alemana Linde con la yanqui Praxair, es la multinacional más grande del mundo en la provisión de gases medicinales e industriales. Praxair proveyó masivamente a hospitales durante la pandemia, trabajando de lunes a lunes, considerando “esenciales” a sus obreros y hoy es la principal empresa en Argentina, con el monopolio de la producción en varios rubros.
La empresa viene presionando y amenazando con despidos desde hace meses y el 5 de diciembre anunció el despido de diez obreros de la planta Pacheco, entre ellos a Maxi Areco, el principal vocero del conflicto. Ese día se realizó una asamblea en Pacheco y se paró. Además, se logró frenar la producción de las otras cuatro plantas, con asamblea permanente y con retención de tareas, respuesta contundente y solidaria que sorprendió a la patronal. El 6 de diciembre la empresa tuvo que reincorporar a los despedidos y entrar en una negociación.
En cada audiencia entre la empresa, el Ministerio y el sindicato de Químicos y Petroquímicos, se realizan asambleas con retención de tareas en las cinco plantas. La empresa llegó a montar galpones sin habilitación para traspasamiento de gases con personal jerárquico, no capacitado. La lucha logró extender la negociación con los despedidos adentro hasta el 30 de enero, exigiendo les den tareas.
Hay un intento patronal de quebrar al activismo para quitar una serie de conquistas laborales y salariales logradas en años de lucha.
Los trabajadores de Linde Praxair de Pacheco hicieron convocatorias amplias, de solidaridad, con importante acompañamiento, entre ellos de la CGT y CTA zona Norte, organizaciones sindicales, sociales y políticas. Llamamos a extender el apoyo a su lucha ejemplar y que la CGT llame a una medida de fuerza si la multinacional no da marcha atrás con los despidos.
Corresponsal