Escribe Jorge Adaro, Secretario general de Ademys
El cierre de las escuelas comerciales del turno noche ha abierto una verdadera rebelión docente rechazando de plano la decisión de Larreta y su ministra de Educación Acuña en el marco del ajuste educativo que vienen llevando adelante con Macri. Es innegable que el gobierno ha sufrido un golpe y su consecuente desgaste, sobre todo por parte de la ministra Acuña, al punto que para revertir no solo el descontento docente-estudiantil sino el repudio de amplios sectores del periodismo y la opinión pública, entre gallos y medianoche logró que la Defensoría del Pueblo realizara una convocatoria a los sindicatos el viernes 4 de enero para abrir un proceso de mediación y negociación que intentó ser capitalizado por el gobierno para mejorar su imagen y de esta manera iniciar una ronda de reuniones para garantizar que no hubiera despidos, pero sin derogar la resolución 4.055/18 que ordena los cierres.
Esta convocatoria fue presentada ante la prensa como un principio de acuerdo entre las partes. Nada más alejado de la realidad, porque si bien Acuña contó con el aval de los sindicatos parásitos de CABA, Ademys y UTE rechazaron cualquier tipo de negociación que no sea sobre la base de la derogación de la resolución. Esta maniobra se le volvió en contra al gobierno ya que se multiplicaron, no solo las voces de rechazo sino también las acciones y asambleas de docentes en pleno período de vacaciones.
La docencia está firme en no permitir que siga avanzando el ajuste y se encamina al no inicio del ciclo lectivo 2019, no solo por el cierre de los comerciales sino además contra la implementación de la Unicaba, el traslado compulsivo de la Escuela de Cerámica Nº 1, la venta de los terrenos donde funciona el Profesorado de Educación Física Romero Brest y centralmente por la recuperación salarial habida cuenta de que en 2018 la inflación superó al menos en un 12 % al aumento otorgado unilateralmente por Larreta.
Es necesario que impulsemos asambleas unitarias de la docencia de la CABA para refrendar el no inicio, discutir y votar un plan de lucha que permita derrotar la política de aniquilación de la educación pública que lleva adelante el gobiernos de Larreta-Acuña y Macri.