Escribe Guillermo Sánchez Porta

El plenario provincial de delegados bonaerenses convocado por las seccionales de Suteba Multicolor, resolvió convocar a un paro el 10 de mayo, con o sin la burocracia de Suteba y el FUD (Frente Unidad Docente bonaerense, Suteba, FEB, Udocba y Sadop).

Esta decisión rompió con una política equivocada de la oposición, que este 2018, a diferencia de los años anteriores, no había querido salir a la lucha y desbordar a la burocracia. Lo acertada de esta decisión se corroboró el 10/5 donde, pese a la enorme tormenta, centenares de docentes nos movilizamos a la Casa de la Provincia, pero sobre todo porque en el Gran Buenos Aires fueron mayoría las escuelas que pararon, incluso en los distritos que controla la burocracia kirchnerista de Baradel. La lista Celeste agotó sus recursos para que la docencia no hiciera paro con la Multicolor, con amenazas y difamaciones. ¡En vez de apoyarse en la enorme voluntad de lucha, trató de aplacarla! Pero, como era de esperar, el paro fue muy fuerte y hasta los noticieros debieron informar que no había clases por el paro multicolor.

Un gran acierto fue unificar el paro y la marcha con los médicos de Cicop, Judiciales, ATE y la CTA Autónoma encabezada por Cachorro Godoy, que llevó a que el 10 de mayo hubiera una importante parálisis en el estado bonaerense.   

Es fundamental que las agrupaciones que codirigen las seccionales multicolores saquen las conclusiones de esta nueva situación: la base quiere luchar y está buscando en la Multicolor una conducción que la organice y ayude a salir. Es muy importante asumir esa responsabilidad y actuar en consecuencia. Ahora, llamando a parar el 22 y 23 de mayo, participando con una columna opositora unificada en la Marcha Federal, reclamando continuidad. Y luego, convocando a un nuevo plenario para votar medidas de fuerza provinciales, apostando a seguir desbordando a la burocracia de Baradel y la FUD.