La nueva propuesta salarial del gobierno es de 21,5%, es decir, mejoró en un 1.5% la oferta realizada en el mes de febrero. Una nueva medida de ajuste para los trabajadores de la educación de la Ciudad de Buenos Aires. Claro que el gobierno ha “disfrazado” este porcentaje y ha salido a decir en los medios que el incremento llega a 25%. ¿Dónde está la trampa? Para los meses de noviembre, diciembre y enero, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña dará un bono de 400 pesos no remunerativo ni bonificable, es decir, plata en negro que no alcanzará a los jubilados ni será el piso del que se partirá en las futuras negociaciones paritarias para establecer el salario de 2018. Esto significa que el salario de una maestra que recién se inicia será de 13.817 pesos, y a partir del mes de noviembre de 14.217. En síntesis, una propuesta que significa mantener el salario inicial por debajo de los 15.000 pesos que marcaban en mayo la línea de pobreza, es decir sin contar la devaluación del dólar de estas últimas semanas ni el aumento de precios de los productos de consumo popular que habrá luego de la suba de los combustibles del 7%. El macrismo quiere salarios de miseria.
Desde Ademys rechazamos esta propuesta que sigue en sintonía con el ajuste y también manifestamos que no hay posibilidad de llegar a un acuerdo si no se realiza la devolución de los días de paro descontados. Seguimos exigiendo al gobierno un salario inicial para la maestra de grado de 16.000 pesos y un 40% de aumento para toda la escala de antigüedad.
Consecuentemente y tal como se había resuelto en la asamblea unificada impulsada por Ademys al finalizar la movilización del martes 11 en el marco del paro docente, los docentes presentes en la puerta del Ministerio de Educación ratificamos el paro para el día 31 de julio cuando finalice el receso escolar impulsando el no inicio de clases.
La burocracia sindical de UTE y otros gremios sigue dándole aire a Larreta, ya que plantean acciones en las plazas y consultas durante el mes de agosto sin tomar una medida de fuerza que dé continuidad al paro del 11 y organice a la docencia para continuar la pelea por el salario, por nuestras condiciones de trabajo y contra el nuevo ataque contra los docentes curriculares dispuesto por Soledad Acuña.
Todos los trabajadores sabemos que plata hay y que el gobierno la destina para pagar la deuda externa, desde Ademys insistimos en la necesidad de destinar esos fondos para salud y educación públicas y para eso insistiremos en la necesidad de coordinación de la docencia combativa para enfrentar la política de ataque a la educación pública del gobierno macrista que cuenta con la complicidad de la burocracia sindical.