Se lo escuchamos en estos días a los funcionarios del gobierno. Desde Macri, pasando por la gobernadora Vidal y siguiendo por los ministros e incluso los periodistas de medios afines al gobierno. Según ellos, la oleada de luchas no sería consecuencia del feroz plan de ajuste que se viene implementando, sino meramente producto del accionar de algunos sectores ligados al kirchnerismo, que buscarían crear un clima “destituyente”. Incluso algunos funcionarios usan los mismos términos que anteriormente utilizaba Cristina Kirchner cuando decía que había “un golpe contra el gobierno nacional y popular”.
El gobierno de Macri dice que “por supuesto, los salarios de los docentes o los médicos son bajos, pero no hay plata”. Y que la movilización y los paros “no son los métodos”. Lo primero que debemos decir es que los reclamos son justos, absolutamente legítimos. Y que los paros y las movilizaciones son las herramientas que tenemos los trabajadores para enfrentar este plan de ajuste. Los docentes pelean porque el gobierno se ha dado el objetivo de derrotarlos para imponerles no sólo un techo salarial del 19%, y por lo tanto una pérdida de poder adquisitivo de sus ya misérrimos sueldos, sino también porque pretende imponer todo un plan de privatización de la educación, contra la escuela pública y eliminar las conquistas históricas de los maestros, como el estatuto docente. Lo mismo debemos decir de los médicos de la Cicop, que luchan contra el vaciamiento del hospital público, los salarios de miseria, el congelamiento de vacantes y la falta de insumos básicos. Y de la pelea de los judiciales y el resto de los trabajadores estatales.
También son más que justos los reclamos de los trabajadores que hoy ven peligrar sus fuentes de trabajo, sometidos a planes de suspensión que son la antesala del despido (como los de General Motors) o con plantas cerradas (como los de Sancor o la ya emblemática lucha de AGR-Clarín). Y las exigencias de los movimientos sociales, a los que se les prometió una mejora de sus planes a fin del año pasado por medio de la entonces llamada “ley de Emergencia Social” y luego se les bicicleteó el dinero hasta que tuvieron que salir a movilizarse para reclamarlo. No hay entonces ningún “plan premeditado”. Se trata simplemente de la bronca que crece ante las consecuencias de un plan de ajuste que ahonda la pobreza y la marginación social.
¿El kirchnerismo quiere “desestabilizar” a Macri?
El otro argumento del gobierno es plantear que todas las movilizaciones son generadas por “sectores del kirchnerismo”, que buscarían crear un clima “destituyente” en los comienzos de un año electoral. Y focalizan en la figura de Baradel. Aunque el año pasado no tuvieron ningún problema en firmar paritarias con estos dirigentes, que tenían la misma adscripción política.
La realidad es que el kirchnerismo, más allá de la retórica de algunos dirigentes, en los hechos vino garantizando la “gobernabilidad” macrista y dejando que pasaran todas y cada una de las medidas de ajuste. Así sucedió cada vez que tuvieron que actuar en el Congreso Nacional, donde recordemos que el macrismo no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras y sin embargo, con el aporte de distintos bloques peronistas, y en particular en el Senado con el aún unificado y mayoritario bloque del Frente para la Victoria, le permitieron al gobierno sacar sus principales leyes, como la del pago a los fondos buitres, la reforma a las ART o el propio presupuesto nacional para el 2017. Los gobernadores vinculados al kirchnerismo (empezando por la propia gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner) vienen llevando adelante los mismos planes de ajuste contra docentes y estatales que el gobierno nacional.
Tal vez quien mejor reflejó la posición actual del kirchnerismo fue el ex Secretario de Comercio de Cristina Kirchner, Guillermo Moreno. Al ser interpelado en un programa de televisión por nuestro compañero Rubén “Pollo” Sobrero de por qué, si tanto lo criticaban, no salían a pelear contra el ajuste del gobierno y en particular por qué no apoyaban la lucha de los trabajadores de AGR-Clarín contra el monopolio mediático, Moreno respondió: “lo que tenemos que hacer es garantizarle (los kirchneristas) la gobernabilidad al gobierno”.
Apoyemos las luchas para que ganen
El gobierno quiere deslegitimar los reclamos ante la opinión pública, para hacer pasar el ajuste y polarizar electoralmente con el kirchnerismo, para tratar de consolidar a su electorado. Por eso, quieren que todo termine siendo un debate acerca de “manifestantes que ocasionan caos de tránsito” o “niños que se quedan sin clases”.
Nuestra posición es clara: apoyamos incondicionalmente todas y cada una de las luchas hasta que triunfen, porque lo mejor que le puede pasar a la clase trabajadora y a los sectores populares es derrotar este plan de ajuste, entreguista y hambreador, del gobierno macrista.