La bronca no se hizo esperar y ya ese día se realizaron asambleas en algunas Unidades de Atención (UDAI) del interior. Para el viernes 28, eran más de 250 las UDAI que estaban en lucha. Ante la imposibilidad de detener esta rebelión de las bases, terminaron pidiendo la conciliación obligatoria.
Bossio y Kicillof se niegan a dar una bonificación a los trabajadores mientras vacían los fondos de ANSES, llevándose la plata para pagar deuda o como ahora, para contener la escalada del dólar. Al día de hoy, si bien ANSeS está operando con normalidad, continúan realizándose asambleas donde los trabajadores siguen mostrando su predisposición a luchar. Si Bossio no devuelve lo que se robó a través del impuesto, una vez finalizada la conciliación, ANSES seguirá en lucha.