Respetamos a quienes puedan creer que hay que votar a Scioli para que no venga “la derecha” de Macri, como pregona el gobierno. O a aquellos que odian al gobierno y puedan optar por “el cambio” que dice representar Macri. Pero no hay que dejarse engañar. Todos se parecen cada vez más.
El fraude en Tucumán paralizó la campaña de Scioli por varios días. La quema de urnas y las innumerables irregularidades, la movilización de miles, la represión y los fallos de la justicia pro K, ha instalado en la sociedad de que esta “democracia para los ricos” está al servicio de los aparatos clientelares y los gobiernos de turno. Fraude que también se da donde gobierna la oposición (Santa Fe, Córdoba, etcétera).
La revelación de negocios corruptos entre Fernando Niembro y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, por su parte, ha golpeado a Macri y a su candidata María Eugenia Vidal en provincia de Buenos Aires, al mejor estilo Boudou u Hotesur. Que Macri diga que, porque Niembro renunció, el PRO “es distinto” al gobierno nacional (“porque roban y se quedan”), es patético. La pelea en todo caso está entre quién es más corrupto de los dos.
Otros hechos muestran que “son lo mismo”. La semana pasada los referentes económicos de Scioli, Macri y Massa se manifestaron por arreglar con los fondos buitre. ¿Se acuerda el lector de la campaña “patria o buitres”, del gobierno nacional? Bueno, ahora todos, el Frente para la Victoria, PRO, los radicales y el Frente Renovador de Massa y De la Sota, le van a pagar a lo peor de los usureros internacionales. Todos abandonaron “la patria” para satisfacer a “los buitres”. Sabiendo que cada dólar que se va a pagar la deuda externa es un dólar menos para salud, educación, salario o trabajo. ¡Imaginémonos lo que se podría haber hecho con los casi 200 mil millones de dólares que este gobierno pagó en estos 12 años! Encima se supo que funcionarios de Estados Unidos tomaron contacto con Scioli, Macri y Massa para darle el apoyo al próximo gobierno, gane quien gane, mostrando que todos van a gobernar para el imperialismo.
El derrame de cianuro por parte de la saqueadora Barrick Gold en San Juan (ver contratapa) ha provocado la movilización y el repudio de miles de pobladores de Jáchal. ¡Scioli, Macri y Massa se han reunido recientemente con estas multinacionales mineras depredadoras del agua, el medio ambiente, las que nos roban el oro, para que sigan con el saqueo! ¿Son o no lo mismo?
También son lo mismo cuando se trata de recibir el apoyo de la burocracia sindical traidora, que frena y vende las luchas. La CGT oficial de Caló y Gerardo Martínez, que vino apoyando a Cristina en estos años, ya se corrió y apoya Scioli. Hugo Moyano le ha hecho guiños a Macri y a Massa. Luis Barrionuevo, amigo de Moyano, apoya a Sergio Massa, y Facundo Moyano va de diputado en sus listas.
Pero donde se ve más el rol de que son lo mismo, es en la determinación de aplicar un mayor ajuste después de las elecciones. Todos se critican entre sí, pero están de acuerdo en que los salarios y jubilaciones pierdan todos los días con la inflación; la precarización laboral; el trabajo en negro; las privatizaciones y los pagos de la deuda.
“Para corregir” algunas cosas, según dicen, sus economistas están planificando una mayor devaluación; tarifazos; más saqueo de los recursos naturales; y en dejar correr más despidos y suspensiones.
Esto es lo que está ocurriendo en Brasil. Tanto Scioli como Macri y Massa, desde hace tiempo, ponían de ejemplo al gobierno de Rousseff y al PT de Brasil. Pero resulta que ahora en ese país se han congelado los salarios y van a recortar los planes sociales, además de existir una tremenda corrupción con la petrolera Petrobrás, que involucra a decenas de funcionarios públicos.
Scioli no es nada distinto a Macri y a Massa para el pueblo trabajador. Y éstos no representan ningún cambio ante el gobierno nacional. Con ellos vendrá más ajuste, corrupción, fraude, clientelismo, entrega y endeudamiento. Son los candidatos que van a intentar que la crisis la paguen los trabajadores y demás sectores populares, no los banqueros, multinacionales, terratenientes y el imperialismo.
Solo el Frente de Izquierda postula una salida de fondo. Porque un gobierno de los trabajadores y de la izquierda, como postula el FIT, tomaría medidas urgentes para atacar los verdaderos problemas sociales. Combatiendo el ajuste, el fraude, la corrupción capitalista y el clientelismo del PJ, el PRO y demás partidos tradicionales.
El Frente de Izquierda llama a luchar y a votar por un aumento de salario igual a la canasta familiar ($15.000); el 82% móvil; para que los trabajadores no paguen Ganancias y se cobre un impuesto progresivo a los de arriba. Terminar con la inflación y eliminar el IVA de la canasta familiar. Recuperar el patrimonio nacional reestatizando los ferrocarriles, las telefónicas, empresas de gas y luz y por una YPF 100% estatal. Por la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Y por dejar de pagar la deuda externa para destinar esos fondos a trabajo, salud, educación y viviendas populares.
Votar al FIT es para estar más fuertes para enfrentar el ajuste que se viene; apoyar las luchas; al sindicalismo combativo -como lo fomentamos desde el Encuentro Sindical Combativo-, y por una alternativa de los trabajadores y la unidad de la izquierda.
El 25 de octubre habrá seis listas a presidente pero solo una que enfrente el ajuste y defienda a los trabajadores, los derechos de la mujer y de la juventud. Hay que sumarse para pelear el voto por la única izquierda que habrá en octubre. Y anotarse como fiscal para enfrentar el fraude que siempre perjudica a la izquierda.