El ministro de Economía, Luis Caputo, el mismo que viene de acordar otro plan de ajuste con el FMI, ahora anuncia como gran noticia que se van a liberar las restricciones para comprar cualquier cosa en dólares.
Tres reflexiones. La primera, y más importante: ¿en qué cambia la vida de las y los trabajadores? ¿Cuántos dólares tienen? Es casi una burla frente al drama cotidiano de millones que, con salarios y jubilaciones de miseria, sólo se preguntan cómo llegar a fin de mes.
Segundo: Caputo apunta a que una parte de los sectores medios (que también sufren el ajuste, ven cómo se disparan las prepagas, los alquileres, el mantenimiento del auto o cualquier gasto fijo) “escupan” su pequeño canuto de dólares. Como ya no les alcanza con sus ingresos, que tiren unos meses gastando esos ahorros. Después caerán hacia abajo, rumbo a la pobreza, como millones.
Tercero: esta habilitación para comprar bienes en dólares libremente, “sin preguntar el origen”, hasta un tope de 100 mil dólares, es un nuevo blanqueo al servicio de especuladores, narcos, tratantes y todo tipo de corrupción o delito. Tras el escandaloso blanqueo de octubre de 2023, aparece otra vez un negocio hecho a medida de los buitres y las maniobras offshore.
Es una alfombra roja para lavar plata de operaciones corruptas. Como las que salieron a la luz en el PAMI de Santa Cruz: la gestión de La Libertad Avanza quedó envuelta en un escándalo que incluye coimas y negociados con la compra y provisión de insumos. Se usaba para repartir cargos entre militantes libertarios, candidatos provinciales y como caja, mediante pedidos de retornos a quienes eran nombrados.
Mientras tanto, Javier Milei, digno alumno de Donald Trump, profundiza su ataque al periodismo. Llegó a decir que a los periodistas “no se los odia lo suficiente”. Es parte de un plan para amordazar cualquier denuncia u opinión contraria al gobierno. El Gordo Dan, influencer ultraderechista, incluso lo incitó a “meter en cana a alguno”. Toda una postal de lo que este gobierno busca hacer con la libertad de expresión.
Una bocanada de aire fresco llegó estos días con la serie El Eternauta. Más allá de los debates sobre su fidelidad a la historieta original de 1957-59, la gran producción permitió que muchas personas, en medio de un gobierno negacionista, conocieran la historia trágica del guionista Héctor Oesterheld y sus cuatro hijas, yernos y nietos, todos desaparecidos por la dictadura genocida.
Esto ocurre en una Argentina donde crece la bronca contra el gobierno ultraderechista, alimentada por la caída continua de salarios, jubilaciones y todo tipo de ingresos. Por eso venimos de las manifestaciones multitudinarias del 9 de abril, del paro general del 10, de la movilización del 30 y ahora del paro de la UTA. Se suman otros gremios en lucha en los próximos días, como los docentes de Adosac Santa Cruz, los judiciales de Córdoba o la UOM. Una pelea que, como sostiene el sindicalismo combativo, hay que sostener y profundizar con un nuevo paro de 36 horas y un plan de lucha para derrotar la motosierra de Milei y el FMI.
Este es un año electoral, una instancia clave de medición de fuerzas. Ya se votó en Santa Fe, y este domingo 11 hay elecciones en Salta, Jujuy, Chaco y San Luis. El 18 será el turno de una elección muy importante en CABA, donde se juega cómo le irá al gobierno, que hasta ahora se presenta extremadamente dividido en todos los distritos, llegando al extremo de que la derecha y la ultraderecha ofrecen siete listas en la Ciudad. También se ve a un peronismo que intenta mostrarse como la “alternativa opositora”, después de haber sido responsable del desastre del gobierno anterior (que llevó a muchos a votar equivocadamente por Milei como castigo) y de haber pasado estos dos años sin enfrentar el plan motosierra, permitiendo con mil excusas que avanzara el ajuste, más allá de los discursos grandilocuentes.
Por eso decimos que, para gritar de verdad ¡Basta de Milei!, el voto al peronismo no sirve. Hay que votar al Frente de Izquierda Unidad: la única fuerza que está presente en todas las luchas, que le da pelea al plan motosierra desde las bancas y también en las calles. Además, es la única que plantea un verdadero programa alternativo, obrero y popular, que arranca por dejar de pagar la deuda y romper con el FMI, para volcar todos esos recursos a resolver las necesidades urgentes del pueblo trabajador.
De estas elecciones queremos destacar dos: la de Jujuy, donde el Frente de Izquierda está en condiciones de volver a hacer una gran elección, y la de CABA, donde apostamos a ampliar nuestra representación en la Legislatura con la lista encabezada por Vanina Biasi, en la que se destacan compañeras y compañeros de Izquierda Socialista, como Mercedes Trimarchi y Pablo Almeida.
Te invitamos a sumarte, a votar al Frente de Izquierda, pero también a convocar a que lo hagan tus compañeras y compañeros de trabajo, estudio, vecinos y familiares. A ayudarnos a fiscalizar, a venir a nuestras reuniones. En síntesis, a sumarte a Izquierda Socialista para fortalecer al Frente de Izquierda Unidad.