Escribe Guillermo Sánchez Porta
El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, presentaron el programa Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación (ATR).
Con algunos datos ficticios y otros que desnudan los desastres de su política educativa el ATR lleva, a todo ritmo, a la peor flexibilización y precarización laboral en la historia de la docencia bonaerense.
En su insistente búsqueda por polemizar con Larreta y Cambiemos, Kicillof dijo que él no quiere llevar los chicos a las aulas “porque sabe el peligro sanitario que significa hacerlo”. Entonces, con el ATR piensa llevar a 11.000 docentes y 35.000 estudiantes a “dar clases” en las casas de los alumnos.
Esta nueva improvisación está fundamentada en una gran mentira. Kicillof dice que en la provincia el 91% de los estudiantes reciben clases de manera virtual. ¿Dónde vive? ¿Nueve de cada diez alumnos están conectados con sus docentes? Lamentablemente los docentes sabemos que son muchísimos más los que no tienen internet o computadoras.
Kicillof denunció que Macri y Vidal abandonaron por cuatro años la entrega de computadoras a los 3,5 millones de alumnos primarios y secundarios bonaerenses. Y que desde que él está “repararon” 60.000 netbooks. ¿Y las 3.440.000 que faltan?
Dijo que “aumentó el presupuesto educativo” y que “este año hicieron arreglos de infraestructura en trescientas cuarenta escuelas”. La realidad es que el presupuesto aumentó para subsidiar escuelas privadas que no reciben los pagos de sus alumnos. Y en la provincia hay 10.938 escuelas. Si solo arregló trescientas cuarenta faltan 10.598. ¡Un verdadero abandono de la escuela pública!
Lo peor, tal vez, de este plan ATR, es que los 11.000 docentes que llevará a las casas de los alumnos, un docente cada seis alumnos, son los ya precarizados del programa Piedas que usó el gobierno para repartir bolsones de comida o visitar estudiantes en cuarentena, con un pago mensual de 10.000 pesos miserables, en negro, sin obra social y por fuera del convenio. Y ahora Kicillof decidió extorsionar a 35.000 estudiantes terciarios que esperan las prácticas pedagógicas para recibirse. Si quieren “cubrir” esas prácticas deberán sumarse al ejército de ATR por 8.000 pesos mensuales. ¡Flexibilización juvenil! ¡El sueño de las “pasantías” de Macri y Vidal!
¿Pero qué garantía tienen los docentes, los estudiantes terciarios, los alumnos y sus familias para que no haya contagios? El programa ATR de Kicillof no brinda un resguardo mayor que los planes de Larreta y Acuña en la CABA.
Mientras, Kicillof sigue sin dar aumento salarial a la docencia, no nombra a los miles de suplentes que quedaron sin cargos por la cuarentena y vacía la obra social IOMA.
Y la burocracia kirchnerista de Baradel (Suteba), de Petroccini (FEB) y Díaz (Udocba) dejan correr estas medidas de ajuste.
Desde Docentes en Marcha llamamos a toda la docencia a participar del plenario virtual convocado por las seccionales Multicolores el jueves 8 de octubre para resolver medidas de lucha por un salario igual a la canasta familiar, actos públicos ya, dispositivos y conectividad gratuita para docentes y estudiantes, defender el IOMA y rechazar el programa ATR. ¡Plata para salarios y educación pública, no para el FMI, ni subsidios a las escuelas privadas!
