En septiembre de 2015 la rotura de una tubería esparció un millón de litros de solución cianurada que contaminaron los ríos Las Taguas y Blanco. Fue considerado el desastre más grande de la historia minera del país y generó el repudio y movilización de los vecinos autoconvocados, ambientalistas y diversos activistas de Jachal, Iglesia y otros pueblos cercanos, que ya venían denunciando la contaminación y los riesgos que la explotación de la multinacional representaba para las comunidades vecinas y los cauces fluviales. Un año después ocurrió otro incidente de las mismas características, que la empresa intento ocultar. En enero de este año, un suceso similar ocurrió en Lama. Los “accidentes” de la Barrick Gold suman cuatro en lo que va del último año y parecen no tener fin.
El pasado 28 de marzo ocurrió otro derrame. Apenas enterados, en San Juan capital, Jachal e Iglesias los vecinos reunidos en asambleas comenzamos a discutir los pasos a seguir. Denunciamos la complicidad del gobierno provincial, en el que no se puede depositar ninguna confianza ante los reiterados derrames, haciéndolo responsable por la salud de los habitantes de los pueblos cercanos a Veladero que vienen consumiendo agua envenenada con arsénico, mercurio, boro y otros metales pesados producto de la contaminación generada por la explotación minera.
Las asambleas resolvieron llevar adelante el próximo 11 de abril una jornada de cortes de ruta, con el objetivo de bloquear cualquier intento de abastecimiento de metales pesados y otros contaminantes a la planta Veladero. Jornada que irá acompañada con movilizaciones por toda la provincia y buscando la coordinación con otras asambleas de las provincias de La Rioja, Mendoza y Catamarca para concretar una gran jornada regional de lucha contra la megaminería.
Barrick Gold es saqueo y destrucción del ambiente
Barrick Gold lleva más de 10 años en San Juan realizando diversas explotaciones mineras, extrayendo oro y otros minerales (de los que el estado no tiene control), utilizando para su tarea grandes cantidades de cianuro y diversos metales pesados, como parte del proceso de separación de la roca del oro y la plata.
La multinacional sólo tributa un 3% de lo que informa que produce, no pagando otros impuestos. Sus utilidades son giradas al exterior sin control alguno. La megaminería no sólo representa un fastuoso negocio de miles de millones de dólares, sino que estas ganancias son a costa de la contaminación, la destrucción y el saqueo inescrupuloso de los recursos naturales con la complicidad de los gobiernos de turno. Algunos funcionarios son voceros de las multinacionales, como el ministro de minería de la provincia, Alberto Hensel, que apenas ocurrido el nuevo derrame declaró que la minera “tiene normas adecuadas que contuvieron el derrame, sistema de monitoreo, de seguridad y de detección [...] Van a hacer cambios, más ahora que ampliarán la zona de explotación” (Página 12, 31 de marzo). ¡Un caradura! ¡Quien tiene que controlar y sancionar a la empresa parece su agente de prensa!
Desde Izquierda Socialista continuamos denunciando no sólo a la Barrick Gold, sino también a todos los gobiernos cómplices. ¡Basta de saqueo y contaminación!
No queremos más emprendimientos megamineros sobre nuestros cerros, glaciares y tierras. Que se expropien todos los bienes de la Barrick para comenzar a resarcir el daño al ambiente y a la salud de los vecinos de la provincia. Exigimos la inmediata derogación de toda la legislación minera que favorece el saqueo de nuestros recursos. ¡Fuera la Barrick Gold de Argentina y de América Latina!