A raíz de un comunicado de la diputada del PTS, Myriam Bregman, titulado “Holdouts: el Frente de Izquierda pidió una consulta popular vinculante” (Prensa PTS, 8/3), Izquierda Socialista salió al cruce aclarando que el FIT nunca se pronunció por una consulta popular, sino que en su programa contempla el no pago. Por su parte, el dirigente del Partido Obrero y diputado nacional, Néstor Pitrola, presentó un dictamen en minoría en el Congreso, donde si bien llama correctamente a “desconocer la deuda con los Fondos Buitres”, dice que se debe conformar una comisión investigadora en el Congreso con un representante de cada bloque parlamentario y luego convocar a un referéndum. Y que en ese referéndum PO plantearía “el no pago”. Nunca el proyecto de PO plantea que se declare inmediatamente el no pago de toda la deuda externa. Solo habla de una suspensión de pagos en los 60 días en que funcione la comisión investigadora.

Es más, en su articulado, PO propone “desconocer cualquier compromiso de pago que se haya realizado sin aprobación del Congreso de la Nación, único facultado en materia de deuda pública”. Quiere decir que si el Congreso avala los pagos de la deuda, PO (y el pueblo argentino) tendría que aceptarlo. Algo inaudito.

La lucha de clases da mejores consejos que el Partido Obrero. Porque lejos de reconocer que de la deuda externa se encarga el Congreso, la rebelión popular del Argentinazo, por ejemplo, fue la que impuso el no pago por varios años, algo que PO ignora.

Hace años que PO y PTS se niegan a levantar como centro el no pago. Por eso en los spot televisivos de las campañas electorales del FIT el no pago siempre estuvo ausente a pesar de la insistencia de Izquierda Socialista. Y en 2014, cuando la deuda volvió a estar en el tapete, PTS y PO insistieron con una consulta popular.

PTS coincide con los K

La diputada Bregman (PTS) hizo saber, a su vez, en otro comunicado, que presentó un proyecto de ley para “convocar a una consulta popular vinculante” (Prensa PTS, 10/3). Reconociendo que su propuesta la tomó el bloque del Frente para la Victoria de la Cámara de Diputados. La noticia fue reproducida por el diario K Página 12, del 10 de marzo, diciendo “El Frente para la Victoria adhirió a la idea del PTS-FIT”.

“Vamos a pelear contra esta entrega en el recinto y en las calles, haciendo unidad de acción con todos los que quieran enfrentar a la Ley Griesa”, prosiguió Bregman (Idem, 12/3). Tirándole un hueso al kirchnerismo para movilizar juntos. Con esto, lamentablemente PTS está capitulando al peronismo K.

El kirchnerismo hace campaña contra la ley del gobierno, su propuesta plasmada en el proyecto de ley presentado ante el Congreso, dice que hay que “autorizar al Poder Ejecutivo a realizar todos aquellos actos necesarios para la conclusión del proceso de reestructuración de los títulos públicos”, es decir, pagarle a los buitres pero “de otra forma” a como lo está haciendo Macri. ¡Siguen con el doble discurso!

El kirchnerismo, para lavarse la cara y posar de “izquierda”, usa la consulta popular de PTS (y PO) para tratar de encubrir que fue su gobierno el que pagó casi 200 mil millones de dólares de contado y a decretazo limpio. Además, la propuesta de consulta que baraja el kirchnerismo, es para que se pregunte si hay que pagarle a los buitres en los términos acordados por el gobierno (Clarín, 3/10). Es decir, que si fuera “en otros términos” (como proponen ellos) los pagos serían válidos. Recalde, el jefe del bloque K en Diputados, es claro: “Nuestro eje era y sigue siendo el de un acuerdo digno, justo y sustentable” (Idem).

¿Por qué es incorrecto levantar ahora una consulta o referéndum?

Sobre la postura de “investigar” la deuda, aclaramos que eso ya se hizo tras las valiosas investigaciones y denuncias de Alejandro Olmos, logrando que en el año 2000 el juez Ballestero emitiera un fallo histórico declarando que la deuda era ilegítima y fraudulenta. Determinando que sea el Congreso quien tome una decisión política al respecto, cosa que el Parlamento nunca hizo. Mejor dicho, cajoneó el fallo mientras en ese recinto se siguen aprobando nuevos y cada vez más pagos. Además, ya se han conformado en el Congreso varias “comisiones investigadoras” a lo largo de los años (incluso hay una actualmente) y ninguna “investigó” nada.

Sobre la consulta popular o referéndum, Izquierda Socialista alerta que es parte de los mecanismos tramposos del régimen y de los gobiernos entreguistas a los cuales la izquierda no debe apelar. No sólo porque es el caballito de batalla de la centroizquierda, sino porque desvía la pelea por impulsar una gran campaña por el no pago en el movimiento obrero, estudiantil y popular.

No aceptamos que se ponga bajo un mecanismo democrático burgués, abierto a todo tipo de trampas, la decisión sobre el mayor acto de entrega y corrupción que viene de la dictadura de VidelaMartínez de Hoz con 30.000 desaparecidos. Deuda que, originada en un genocidio, debe ser catalogada como “nula de nulidad absoluta”. Así se hizo con el Punto Final y la Obediencia Debida. ¿A alguien se le hubiera ocurrido fomentar desde la izquierda un referéndum sobre ese tema? Claro que no. Lo mismo vale para la deuda.

La consulta o referéndum puede “caer bien” en algunos sectores, pero es una política sumamente riesgosa. Si bien en circunstancias excepcionales se puede apoyar o impulsar si ayuda a la movilización popular, lo estratégico es hacer todos los esfuerzos para movilizar a los trabajadores por el no pago, por fuera de los mecanismos de la democracia burguesa.

Años atrás una consulta en Uruguay sobre la impunidad se perdió por maniobras en las preguntas. O recordemos sin ir más lejos el reciente referéndum en Grecia donde el pueblo votó por el NO al ajuste y el gobierno de Syriza hizo lo opuesto.

Si ahora se diera una consulta, Macri y sus aliados harían una campaña millonaria diciendo que “si no le pagamos a los buitres vamos a un brutal ajuste o a la hiperinflación”. Lo más probable es que la mayoría de la población, porque no ve otra salida, vote por el SI. ¿Eso quiere decir que la gente va a tener que aceptar severos planes de ajuste para pagar esa deuda fraudulenta? Bajo ningún punto de vista.

Por una campaña nacional por el no pago

PTS propone movilizar, pero no por el no pago sino para “imponer la consulta”. O sea, que si se logra una movilización de miles sería para ir a un mecanismo del régimen, no al no pago siguiendo los pasos del Argentinazo.

Que esta política para PTS pasa a ser “de fondo” lo prueba el hecho de que la propone en los lugares de trabajo y ante los luchadores.

Otra vez el FIT no puede actuar de manera unificada ante un hecho político de magnitud atento a que PTS y PO no levantan consecuentemente su programa. Llamamos a que el FIT impulse y encabece una campaña nacional por el no pago. Llevándola a las asambleas de trabajadores para que se pronuncien. Apostando a la movilización, no a un mecanismo de la democracia burguesa. Como lo haremos el próximo 24 de marzo levantando bien alto las banderas del no pago.