Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federación Universitaria Argentina (FUA)
Del 2 al 6 de septiembre son las elecciones en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Trescientos mil estudiantes de las trece facultades podrán votar a Centros de Estudiantes, Consejos Directivos y Juntas de Carreras. Las últimas elecciones fueron en 2022 al retomar la presencialidad luego de la pandemia de Covid-19. Desde entonces, la mayoría de las facultades y sus Centros Estudiantiles están en manos de las agrupaciones ligadas al radicalismo (Franja Morada/Nuevo espacio) o al peronismo (UES/La Mella/La Cámpora). Eso explica que frente al ataque a la universidad pública que estamos recibiendo por parte del gobierno nacional, luego de la histórica marcha del 23A, no se haya convocado a más acciones para frenar la motosierra de Milei, por ejemplo, que tiene a nuestros docentes con salarios por debajo de la línea de pobreza.
Estas elecciones son muy importantes porque lo que está en juego es el futuro de la UBA, y con ella, el de la educación pública en general. Porque frente al actual recorte presupuestario lo que vemos es que quienes hoy dirigen los Centros de Estudiantes son agrupaciones que no se juegan a fondo, o directamente son cómplices del ajuste. Los radicales y los peronistas se acomodan en sus puestos de gestión y desde allí, administran la pobreza. El resultado está a la vista: condiciones de cursada cada vez peores. Pero este final no es obligatorio y podemos revertirlo. Con la movilización unitaria del 23A logramos el presupuesto para el funcionamiento administrativo básico. Ahora falta el aumento para los salarios de las y los trabajadores (docentes y no docentes) de las universidades. Para eso, debemos ser miles en las calles cuando se vote en el Senado la Ley de Aumento Presupuestario (que ya tiene media sanción) y que Milei amenaza con vetar como él se propone lograr con las jubilaciones y pensiones.
Votá por la unidad de la izquierda para fortalecer la lucha contra el ajuste de Milei
Desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) participamos en estas elecciones impulsando listas unitarias de la izquierda para recuperar los Centros de Estudiantes. Los Centros son nuestras herramientas para luchar por una educación pública, gratuita y de calidad. Peleamos para que los Centros y Federaciones sean independientes de los gobiernos ajustadores y de las gestiones que administran la pobreza y para luchar contra las políticas de arancelamiento y privatización que promueve la ultraderecha en el poder.
Esta lucha para nosotres es fundamental y debemos darla ahora. Por eso el debate político en estas elecciones es central. No hay lugar para las medias tintas ni para el divisionismo estéril que favorece a los Centros afines a la gestión y deja pasar el ajuste.
Desde la JIS, orgullosamente integramos las listas unitarias de la izquierda en la UBA. Somos coherentes cuando decimos que lo que está en juego es nada más ni nada menos que la defensa de la educación pública, y eso es mucho más importante que la especulación de un cargo en el armado de una lista en determinada facultad. Lamentablemente, no todas las agrupaciones que se reivindican de izquierda están en la misma. El Ya Basta (NMAS) de Manuela Castaneira van solos dividiendo el voto de la izquierda, y En Clave Roja (PTS) de Myriam Bregman con quienes integramos el Frente de Izquierda a nivel nacional y nos presentamos juntos en Sociales y en Filo, dividieron en Exactas y en Medicina sin dar ninguna explicación coherente (ver nota aparte).
Para nosotres, estas no son unas elecciones más. Lo que está en juego es la defensa de la UBA, y aunque veas muchas listas en tu facultad, la única que va a ir a fondo contra el ajuste del gobierno nacional es la que plantea la unidad de la Izquierda para recuperar los Centros de Estudiantes, y desde allí, impulsar asambleas democráticas que organicen la movilización. Podemos frenar la motosierra de Milei y tu voto es muy importante para dar esa pelea ahora.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federación Universitaria Argentina (FUA)
La mayoría de los trece Centros de Estudiantes de la UBA los conduce el radicalismo con su agrupación Franja Morada y aliadas como Nuevo Espacio (Medicina, Económicas, Derecho, Psicología, entre otras). Otros los dirige el peronismo con la UES en Sociales, El Colectivo en Filosofía e Identidad en Exactas. Que los Centros estén en manos de las agrupaciones que son cómplices del ajuste del gobierno es un problema grave y un freno para organizar la lucha contra la motosierra de Milei. Por eso estas elecciones son tan importantes. Tenemos la oportunidad de sacar a estas conducciones y recuperar los Centros de Estudiantes para la lucha.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) impulsamos listas unitarias de la izquierda junto a estudiantes independientes con quienes marchamos el 23A y con quienes peleamos en nuestras facultades por asambleas democráticas para organizar la lucha contra el brutal ajuste. Necesitamos listas unitarias si queremos fortalecer la pelea electoral; recuperar los Centros de Estudiantes para que dejen de estar en manos de las agrupaciones cómplices del gobierno y de los aparatos de la gestión.
Lamentablemente la agrupación estudiantil de Manuela Castañeira, el Ya Basta (Nuevo MAS), le dio la espalda al reclamo de la unidad y al igual que la agrupación de Jorge Altamira, Política Obrera, dividieron a la izquierda en la UBA. Una política equivocada, en este marco de agudización de la emergencia universitaria. Pero este divisionismo también lo llevó adelante la agrupación estudiantil de Myriam Bregman, En Clave Roja (PTS) con quienes integramos el Frente de Izquierda a nivel nacional. Lo llamativo es que en algunas facultades, como en Filosofía y Sociales, vamos juntos, pero en Medicina y Exactas, no. El PTS decidió ir en soledad sin dar ningún argumento político más que una mera especulación de lugares en las listas. Sí, aunque no lo creas, por eso dividieron en Exactas, por ejemplo, cuando venimos dando una pelea contra Identidad (La Cámpora), que de la mano del decano frenan el desarrollo de la lucha en defensa de la Ciencia.
Pero ¿Cómo explica En Clave Roja que en el Pabellón 3 (FADU) de Ciudad Universitaria va en unidad pero en el del Pabellón 1 y 2 (Exactas) no? No lo explican, solo fingen demencia sin dar una respuesta política. Elles se encapricharon en querer hegemonizar las listas, y si no es como elles quieren, dividen. Una actitud muy irresponsable, sobre todo en el marco del avance de la ultraderecha y frente a la oportunidad política que tenemos desde la izquierda de construir un polo de referencia y derrotar la política cómplice de las conducciones peronistas.
Desde la JIS, sostenemos que la unidad de la izquierda no es un eslogan de campaña sino una política concreta necesaria para construir una alternativa junto a quienes salimos a luchar. Este debate es muy importante, porque para recuperar los Centros para la lucha es mucho más potente una lista unitaria de la izquierda que cuatro que van separadas. Y no es matemático el problema sino político; dividir el voto de les estudiantes que sí quieren defender su cursada y a sus docentes es muy equivocado. Por eso desde la JIS apostamos a la unidad de la izquierda, y aunque resignemos lugares en las listas, creemos que lo más importante es recuperar los Centros para organizar la lucha y frenar ahora el plan motosierra de Milei.
Escribe Pilar Barbas, dirigente nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federación Universitaria Argentina (FUA)
En medio del conflicto salarial docente y no docente se trató la Ley de Aumento de Presupuesto Universitario que consiguió la media sanción en la Cámara Baja. El conflicto continuó con un paro docente el 20 y 21 de agosto.
El conflicto universitario que arrancó en el primer cuatrimestre sigue sin resolverse, ya que aún falta lo que representa la mayor parte del presupuesto: los salarios de sus docentes y no docentes. Tampoco conseguimos las mejoras edilicias ni el aumento de becas, de vital importancia para muches estudiantes a les que se les hace imposible mantener la cursada. Esta semana, el 20 y 21 de agosto, se desarrolló un paro docente y no docente de 48 horas. En este marco, la semana pasada se votó la media sanción de la Ley de Presupuesto Universitario. Fue una sesión nefasta, donde, para negociar el quórum, primero se trató la esencialidad de la educación, con el propósito de despojar a docentes de primaria y media de su derecho a parar.
Para el aumento del presupuesto universitario se presentaron cuatro proyectos, uno por la UCR, otro por el gobierno, otro por el peronismo y otro por el Frente de Izquierda.
El proyecto aprobado fue el presentado por la UCR, pero se consiguió que se le agregue un anexo por salarios que no estaba contemplado originalmente. En este proyecto votado se propone una actualización del presupuesto universitario basada en la inflación del año pasado, medida por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y una indexación bimestral usando un coeficiente que combine un 50% de variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), 25% de la variación del dólar y otro 25% de las tarifas de servicios públicos, además de una recomposición salarial para docentes y no docentes con base en el IPC.
El proyecto fue votado por el peronismo y la bancada del Frente de Izquierda Unidad. La aprobación de esta Ley es sin dudas un triunfo de la enorme movilización del 23A, que dejó demostrada en las calles la importancia de la defensa a la educación pública y gratuita en las calles. Pero esto no significa que ya está resuelta la crisis presupuestaria, es claro que la pelea continúa. Primero, porque el conflicto salarial sigue sin resolverse hasta que el presupuesto sea efectivizado. Por eso seguimos en el marco de una semana de paro y jornadas de visibilización. También es importante garantizar, como venimos diciendo, el presupuesto, para que se garanticen las cursadas. Becas integrales, boleto educativo nacional y todo lo que falta.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) sacó un comunicado sobre la ley como si fuera un triunfo definitivo, ¿y la continuidad del plan de lucha?
De cara al tratamiento de la Ley en el Senado es fundamental que se convoque a otra marcha universitaria nacional en septiembre, que presione para conseguir que lo vote la Cámara Alta. Por eso exigimos al CIN, a la mesa sindical y a las conducciones estudiantiles de las federaciones estudiantiles y centros de estudiantes a que convoquen a instancias asamblearias e interclaustros para organizar una marcha masiva educativa nacional en septiembre. Sólo la continuidad del plan de lucha nacional en las calles, puede, por un lado, presionar al gobierno para que, de aprobarse el proyecto, no lo vete, pero además, por la conquista de todo el presupuesto efectivo necesario para defender la universidad pública y gratuita.
Escribe Pili Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) y Secretaria de la Federación Universitaria Argentina (FUA)
Del 2 al 6 de septiembre serán las elecciones de consejeres y gremios estudiantiles en las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires. Se realizan después de dos años y medio sin la posibilidad de elegir.
Hace dos semanas se votó en el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires el cronograma electoral para el claustro estudiantil de consejeres superiores, directivos y de junta de carrera. A este calendario se le acoplaron las elecciones de los centros de estudiantes y sus respectivos delegados a la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
Las últimas elecciones fueron en abril del 2022, cuando recién se regresaba a la presencialidad en las universidades. En ese momento primó la despolitización de miles de estudiantes a la cual abonaron las conducciones burocráticas en manos de la UCR y las variantes peronistas. En general avanzaron las fuerzas políticas del rectorado. Sólo en Filosofía y Letras de la UBA, el Frente de Izquierda quedaba a pocos votos de volver al CEFyL. Luego de eso, la Franja Morada junto con la UES, cambiaron el estatuto de los centros de estudiantes y las elecciones pasaron de ser todos los años a ser cada dos.
Esta votación se da en un marco completamente diferente. Primero, porque gobierna Javier Milei. El ultraderechista se la pasa declarando a la universidad pública y gratuita como uno de sus focos de ataque. Mintiendo acerca de que en las universidades hay adoctrinamiento. Claramente, el gobierno ajustador es un riesgo constante a la continuidad de la universidad como la conocemos. Y segundo, porque venimos de un conflicto que sigue abierto. En sintonía con el discurso del gobierno, la educación no es ninguna prioridad económica del modelo libertario. Por eso en el primer cuatrimestre se desarrolló un conflicto histórico que en la marcha del 23A consiguió el presupuesto para funcionamiento. Pero eso no es todo, la universidad sigue en peligro ya que nos falta todo el presupuesto para salarios docentes y no docentes, además de becas, boleto y condiciones de cursada.
La unidad de la izquierda y los sectores independientes
Desde la Juventud de Izquierda Socialista consideramos fundamental la conformación de listas unitarias del Frente de Izquierda, los sectores de izquierda e independientes, para conquistar centros de estudiantes y consejeres que se la jueguen a fondo en la defensa de la universidad. Tanto las conducciones en manos de la Franja Morada/Nuevo Espacio (UCR) que responden al rectorado, así como las peronistas kirchneristas que están con los decanos, no son opción. Ya lo demostraron después de la marcha del 23A, cuando le sacaron el pie a la lucha, dejando de convocar asambleas y organizando a les estudiantes. Mientras nuestros docentes no consiguen el presupuesto salarial ni conseguimos los derechos básicos estudiantiles para mantener una cursada en tal contexto de ajuste.
La única manera de enfrentar a Milei es con un programa de lucha e independiente, que se plantee la conquista del presupuesto y la democratización de las universidades. Para conseguir plata para salarios docentes y no docentes, condiciones de cursada, triple franja horaria, con comedores y un boleto educativo que permita la permanencia. Y fundamentalmente que acompañe todas las luchas que da la clase trabajadora contra el gobierno Milei. En esa perspectiva vamos con todo a las elecciones de la UBA.
Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federacion Universitaria Argentina (FUA)
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires en la sesión de la semana pasada declaró en emergencia salarial a todes les trabajadores docentes y no docentes incluyendo a les profesionales de la salud y las tareas vinculadas a investigación y extensión universitaria.
Esta declaración del rectorado y los decanatos de la UBA oficializa la situación crítica que venimos denunciando junto a nuestres docentes y no docentes desde que el gobierno nacional de Javier Milei acordó con los rectores otorgar el presupuesto sólo para funcionamiento de las universidades, soltando la mano a les trabajadores y a los derechos estudiantiles. En ese momento, con la movilización unitaria del 23A, se le arrancó al gobierno el presupuesto para el funcionamiento mínimo. Alertamos que ese era recién el comienzo, nos faltaba la mayoría del presupuesto universitario que corresponde a salarios y que el gobierno del ultraderechista Milei no quería negociar. Incluso, si bien prometieron girar el presupuesto para todas las universidades nacionales, la Universidad del Comahue, por ejemplo, actualmente no cuenta con el presupuesto necesario, e incorrectamente el rectorado pospuso una semana el comienzo de las clases por no contar con plata para la calefacción. La semana pasada, en el discurso del 9 de Julio que dio el gobierno dejó en claro que la educación universitaria y terciaria no es en absoluto una prioridad para el modelo de Milei. Es más, profundizó el discurso de que en las universidades se enseña que “el capitalismo es malo”, o que en los últimos años se crearon carreras que “no sirven para el mercado”. Todos indicios de su desprecio al modelo universitario argentino, que abona la idea de que las universidades que deben contar con presupuesto son aquellas que sirvan para los intereses de las multinacionales, y donde les docentes no puedan tener libertad de expresión ni de cátedra. Un ataque a todos los derechos conquistados por décadas de luchas. Pero nada de extrañar, el gobierno ultraderechista quiere la privatización de nuestras universidades.
Por eso, la pelea contra Milei, que está en contra de la universidad pública y gratuita como la conocemos recién está dando sus primeros pasos en su defensa y en continuar un plan de lucha contundente.
Los salarios de les trabajadores han perdido el 42% de su poder adquisitivo, generando una situación insostenible, donde ya muches docentes y no docentes se replantean el seguir yendo a las universidades porque los salarios no alcanzan para subsistir. Ante esto, algunos gremios docentes como Adiuc, plantearon la no toma de finales en el turno de julio y agosto. Además junto a Conadu y ConaduH y otros gremios docentes se está planteando el no inicio del segundo cuatrimestre sino hay respuesta a la urgencia salarial.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista acompañaremos las medidas de lucha que se vienen convocando. En ese sentido, denunciamos a la conducción de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) y las conducciones de los centros en manos de la Franja Morada (UCR) que presionaron a les docentes para que tomen los exámenes finales de mitad de año.
El camino para la conquista del presupuesto es con la unidad docente, no docente y estudiantil. La continuidad del plan de lucha sin duda se tiene que dar en conjunto a docentes y no docentes, por eso es prioritario que las conducciones estudiantiles en manos de las Franja Morada y el peronismo salgan del inmovilismo y llamen a asambleas apenas comiencen las clases, y que convoquemos a instancias interclaustros junto a nuestres docentes y nodocentes para impulsar una plan de lucha nacional para conseguir todo el presupuesto. Así como el 23A logramos el primer golpe al gobierno, tenemos que volver a construir una masiva marcha unitaria para fines de agosto, para todo lo que falta en defensa de nuestras universidades.