Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Los audios donde el titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, admite que el sector que administraba convive con un festival de coimas que fueron a parar a los bolsillos de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem, son otra prueba que el gobierno ultraderechista de Javier Milei es parte de una corrupción sistémica. El caso $Libra ya había demostrado que el propio presidente había impulsado una descomunal estafa junto a su hermana, “el Jefe”.

Quién delató el esquema no es un hombre de la oposición, es del riñón del gobierno. Spagnuolo es amigo personal y fue abogado de Milei. Lo defendió ad honorem en demandas civiles contra periodistas y en casos como “Coin X”, la estafa piramidal promocionada por Milei en 2022. Por esa relación, fue designado al frente de la Agencia Nacional de Discapacidad sin tener ninguna experiencia en el sector. Es el mismo que después de maltratar a Ian Moche, un niño con autismo y a su madre, fue defendido por Milei en su cuenta X diciendo que el niño era “kirchnerista”.

Esa relación estrecha entre Milei y Spagnuolo, confirma la veracidad de las grabaciones difundidas. En ellas se mencionan aportes económicos de entre 500 a 800 mil dólares mensuales de laboratorios para asegurar contratos con el Estado. Los involucrados en este entramado son Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y la droguería Suizo Argentina. Un verdadero escándalo con tintes de crueldad: la plata que le negaban a las y los discapacitados, se la llevaban desde las más altas esferas del poder en un esquema de corrupción.

En los audios, Spagnuolo, no se opone a la corrupción, la encubre. Hay pruebas que desde hace más de un año el funcionario conoce este esquema sin que nunca haya hecho una sola denuncia. El problema surgió cuando sectores de menor rango empezaron a pedir participación en las coimas, amenazando perder el control de la estructura que habían organizado. Ahí es cuando Spagnuolo le solicitó al propio presidente poner orden en “la banda”, lo que compromete a la Casa Rosada.

No nos extraña este procedimiento. El capitalismo es un sistema corrupto, de rapiña, mucho más cuando se trata de un capitalismo en crisis y decadente. Lo hemos visto en todos los últimos gobiernos y este es uno más. Hasta ahora, el gobierno se ha limitado a “intervenir la ANDIS”, sin efectuar ninguna denuncia, debe ser por la amenaza del desplazado: “Si no me cuidan, tengo todos los whatsapps de Karina”. El nuevo interventor ha sido nombrado por el multimillonario ministro de Salud Mario Lugones, involucrado hasta el tuétano en el caso del fentanilo contaminado. Todo mal.

Las y los discapacitados no se merecen tanto destrato. Hay que mantener la lucha y la movilización por el total esclarecimiento de estos graves hechos exigiendo la separación de sus cargos de todos los involucrados y un castigo ejemplar a los participantes de este esquema de corrupción que coloca en vilo la vida de personas vulnerables. Como parte de esta pelea que venimos dando en las calles, el 7 de septiembre en provincia de Buenos Aires y el 26 de octubre a nivel nacional, tenemos que barrer estos corruptos votando a los que nunca gobernaron: el Frente de Izquierda Unidad.