Escribe José Castillo
La revista Forbes publicó un nuevo ranking anual de las personas más ricas del mundo. Seis multimillonarios argentinos forman parte de ese listado.
Arriba de todo está Marcos Galperin, el dueño de Mercado Libre, con una fortuna de 8.000 millones de dólares. Fanático de Milei, rabiosamente antiobrero y con domicilio en Uruguay para así evitar pagar impuestos en nuestro país. Le sigue Paolo Rocca, el dueño de Techint, poseedor de 5.800 millones de dólares, beneficiario de los negocios en gas y petróleo de Vaca Muerta. El tercero es Alejandro Bulgheroni, propietario de Panamerican Energy, otra de las grandes empresas privilegiadas con las concesiones del fracking. Cuarto viene Eduardo Eurnekián, el ex empleador del presidente Milei, dueño de la Corporación América y de Aeropuertos Argentina 2000, con una fortuna de 3.400 millones. Quinto está Eduardo Constantini, el mayor especulador inmobiliario, con 1.500 millones de dólares. Y sexto Delfin Jorge Ezequiel Carballo, el dueño del banco Macro, con una fortuna de 1.200 millones de dólares.
La contracara de estas obscenas fortunas es la pobreza y la miseria creciente. Según los datos oficiales del Indec, en el segundo semestre del 2024 (último dato) la pobreza ascendió al 38,1% de la población y la indigencia al 8,2%. Son números de terror.
Además, el 38,4% está calculado en base a ingresos y si estos alcanzan o no para cubrir una canasta básica total en el caso de la pobreza o alimentaria para la indigencia. Pero dicha canasta está desactualizada respecto al peso en la misma de las tarifas de servicios públicos, transporte y otros gastos en el hogar que se comen los salarios, no teniendo tampoco en cuenta el alquiler de viviendas, o el hecho de que hay bienes, como los medicamentos, que en el gobierno de Milei dejaron de ser gratis para todo un sector importante de población (como los jubilados y jubiladas).
Los despidos masivos tanto en el Estado como en el sector privado, la masa creciente que depende del trabajo informal y la recesión que achica la posibilidad de hacer changas, son todos elementos que agrandan y mucho el número real de la pobreza. Más del 80% de las y los trabajadores afirman que no les alcanzan sus ingresos para llegar a fin de mes. Salarios y jubilaciones de miseria arrojan a sectores que ayer nomás podían calificarse de clase media a situaciones de marginación social impensadas. Un sólo dato para ilustrar esto: sólo en la Ciudad de Buenos Aires ya se calcula que hay 12.000 personas viviendo en la calle, muchas de ellas que han perdido sus viviendas recientemente.
Esta es la Argentina de Milei la de los multimillonarios privilegiados que siguen agrandando sus fortunas y las del pueblo trabajador cada vez más sumido en la miseria y la marginación social.