Escribe Mariano Barba
A Kaloian Santos Cabrera, fotoperiodista con 13 años de trabajo en la Secretaría de Cultura, no le renovaron el contrato como monotributista. El despido ocurrió pocos días después de que sus fotos permitieran identificar al gendarme que disparó contra el reportero gráfico Pablo Grillo durante la represión en la marcha de jubilados del 12 de marzo.
Desde el gobierno, sostienen que se trató de una reducción de personal, pero Santos Cabrera no tiene dudas: “Mi nombre lo dieron de arriba, aunque no lo asuman. Todo esto se debe a mis coberturas fotoperiodísticas, a que mis fotos de las marchas, los jubilados y la represión comenzaron a circular y ser compartidas. También a mi serie de dípticos '¿De qué lado de la mecha te encontrás?'”.
Sus fotografías fueron clave en la investigación. Peritos especializados analizaron esas imágenes junto con otros registros fotográficos y de video de la represión, y concluyeron con certeza que el cabo primero Héctor Guerrero fue quien lanzó el cartucho de gases que impactó a Grillo.
Así cayó la coartada de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien intentó encubrir al responsable del disparo. Los investigadores, con el respaldo de peritos reconocidos, fueron tajantes: “El tiro que impactó en la cabeza de Pablo no fue un hecho aislado. Los disparos en modo horizontal, transgrediendo todos los manuales y protocolos, son reiterados y sistemáticos”.
Para Bullrich, en cambio, el disparo se realizó como “siempre se hace”.
Repudiamos el despido y la persecución contra Kaloian, y exigimos junto a otras organizaciones su inmediata reincorporación a su puesto de trabajo.