Escribe Rodolfo Sánchez, científico de Bariloche, Izquierda Socialista/FIT Unidad
En casi dos meses, los incendios forestales llevan arrasadas 37.601 hectáreas de bosques andino-patagónicos. En Neuquén: 450 en Caviahue y 15.200 en el Parque Nacional Lanín. En Río Negro: 10.233 en el Parque Nacional Nahuel Huapi y 3.637 en El Bolsón. En Chubut: 55 en El Pedregoso, 3.530 en Epuyén y 4.496 en Atilio Viglione.
Luego de que las lluvias aplacaran los incendios, surge la pregunta inevitable: ¿son suficientes los recursos para combatir el fuego? La conclusión es no. Y contradice lo que repiten las autoridades. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), ahora a cargo de Patricia Bullrich, en 2024 ejecutó el 81% menos de su presupuesto que el año anterior. A este parate presupuestario hay que sumar una constante que viene de las anteriores gestiones de Mauricio Macri y Sergio Bergman, y de Alberto Fernández y Juan Cabandié, con presupuestos ridículos, pocos recursos y un número insuficiente de brigadistas, los cuales están precarizados y mal pagos. El presupuesto que destinan Javier Milei y Patricia Bullrich apenas alcanza para la compra de un pequeño avión AT-802. Las diferencias con otros países que sufren incendios forestales como Chile, Portugal o España son abrumadoras. Por ejemplo, Chile tiene cinco millones de hectáreas de bosques nativos en la Patagonia y cuenta con más de 3.300 brigadistas y 77 aviones con una capacidad de verter unas 187 toneladas de agua cada dos horas. Argentina tiene 6,4 millones de hectáreas y sólo veintitrés aeronaves con una capacidad de verter 57 toneladas de agua cada dos horas. O sea, una ínfima capacidad. Según ATE, Parques Nacionales Argentina cuenta con solo 600 brigadistas en todo el país. Todos con contratos temporales y un básico de 400 mil pesos que con algunos items extras apenas alcanzan el millón.
El gobierno de Milei y Bullrich, muy lejos de reconocer esta precariedad, apuesta por un lado a criminalizar al pueblo mapuche y generar odio racista, declarando a la inexistente RAM como organización terrorista y causante de los incendios forestales. Una verdadera tapadera para eludir responsabilidades.
Por otro lado, en los primeros días de febrero, el Gobierno nacional hizo un pago de 620 millones de dólares al FMI. Con este dinero se podría haber comprado unos 124 aviones de combate del fuego de tipo AT-802 o unas 7.700 autobombas 4x4 con capacidad de 10 mil litros de agua especializadas para incendios forestales. La responsabilidad de los gobernantes es total en el vaciamiento de los recursos, porque apuntan a que el fuego les “limpie” la montaña para el negocio inmobiliario.