Escribe Jorge Adaro, secretario adjunto Ademys
El pasado jueves 12 de mayo el gobierno de Larreta y la ministra Acuña logró que los bloques que responden al oficialismo aprobaran la reforma del Estatuto del Docente que, como ya hemos dicho, se trata de una reforma laboral encubierta.
Ademys, varias semanas antes, había definido en asamblea parar el día que se tratase este proyecto. Mientras tanto fue realizando charlas en distintos distritos, impulsando asambleas para denunciar el carácter ajustador y precarizador de esta reforma. Los altos niveles de adhesión a la medida demostraron que la bronca y el rechazo de la docencia a este nuevo ataque del gobierno eran muy altos. Lo mismo que la movilización a la Legislatura que congregó a más de tres mil docentes.
Nuestra compañera Mariana Scayola, secretaria general de Ademys, en su intervención enmarcó esta reforma en los lineamientos para educación de los organismos internacionales de crédito y en particular el reciente acuerdo del gobierno de Fernández con el FMI, además manifestó la necesidad de pelear por la reapertura de la Mesa Salarial para poder hacer frente al tremendo deterioro que sufren los salarios de los trabajadores. Al promediar su intervención invitó a la secretaria general de UTE públicamente a realizar una asamblea abierta de toda la docencia que organice al sector para enfrentar estos ataques.
Finalmente manifestamos el repudio al gobierno que, como es costumbre, reprimió nuevamente a las docentes que se encontraban cerca de las vallas con las que impidieron llegar a la Legislatura.
La docencia ha dado muestras de su voluntad de lucha. Desde Ademys nos proponemos seguir organizando y proponiendo a la docencia hacer frente a las políticas de Acuña y Larreta en la Ciudad de Buenos Aires, por eso convocamos a una gran marcha educativa en el marco de un paro para el próximo 31 de mayo.