La anulación de las sentencias por corrupción contra el ex presidente brasilero Luiz Inácio “Lula” da Silva han generado expectativas entre los sectores de oposición al gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro. En medio del genocidio provocado por las políticas negacionistas frente al Covid-19 y del avance de las medidas de ajuste fiscal que aumentan el recorte salarial y el desempleo, importantes sectores apuestan a la salida electoral de 2022. A continuación, reproducimos una declaración de la Corriente Socialista de Trabajadoras y Trabajadores (CST), sección brasileña de la UIT-CI, sobre este fallo judicial.
1– La decisión tomada por el ministro del Superior Tribunal Federal, Edson Fachin, restablece los derechos políticos de Lula para una posible disputa en las elecciones de 2022. Este hecho ha generado entusiasmo entre los trabajadores y los jóvenes que pertenecen a la oposición al gobierno genocida de Bolsonaro, además de aumentar las expectativas de que podemos resolver la crisis apostando por Lula en 2022. Nosotros, desde la CST (Corriente Socialista de los Trabajadores – Tendencia del PSOL), queremos hablar de esta expectativa y de cuál debe ser la estrategia efectiva para derrotar a Bolsonaro.
2– El juez Sergio Moro, ex ministro de Bolsonaro […], hizo un juicio que realmente debería ser anulado porque fue conducido de manera parcial y arbitraria […] A pesar de nuestras diferencias con Lula, desde la CST defendemos la anulación del juicio y el derecho de Lula a un nuevo juicio y su derecho político a presentarse a las elecciones.
3– No tenemos confianza en el STF ni en la justicia burguesa. […], la justicia siempre ha actuado para uno u otro lado de los bloques burgueses. […] en la mayoría de los casos busca blindar a los políticos que están en el poder, como hizo a favor de los gobiernos de FHC, Lula, Dilma o Temer. Ahora, en medio de la crisis y el desgaste popular del gobierno de Bolsonaro, buscan preparar alternativas políticas para las elecciones de 2022. […] De este modo tratan de canalizar la indignación hacia la vía electoral, buscando evitar un movimiento de protesta
4– En el caso del Lava Jato, en medio de las disputas burguesas, dos alas se han enfrentado en la cúpula del Poder Judicial. Una vinculada a Moro, que quería mantener el Lava Jato y su selectividad, que salvó al 70% de los partidos y políticos investigados […]. La otra vinculada a Gilmar Mendes (miembro de la Corte Suprema) que quería acabar con la operación, liberando a empresarios o a políticos burgueses. El proyecto de Mendes es silenciar las revelaciones sobre las negociaciones entre las empresas y los partidos capitalistas que controlan el Parlamento y el Ejecutivo. Ninguna de estas alas sirve a los intereses de la clase obrera y los sectores populares.
5– La decisión de devolver los derechos políticos a Lula generó una enorme expectativa y fortaleció a los trabajadores y a la juventud que quieren derrotar a Bolsonaro. Lula expresó denuncias correctas sobre las muertes causadas por la política genocida de Bolsonaro […] pero no canalizó esas denuncias hacia la necesidad de organizarse y luchar. Durante un largo discurso, en el sindicato metalúrgico ABC, no propuso la solidaridad con los trabajadores de Ford en lucha contra el cierre de la planta ni defendió la ampliación de la lucha huelguística de los trabajadores del petróleo en Bahía a pesar de estar presente el presidente de la Federación Única Petrolera. Tampoco mencionó el día 24, marcado para manifestarse contra la reforma administrativa. En lugar de estimular la movilización social en las calles contra la extrema derecha, mantuvo la línea de conciliación y diálogo con los empresarios. Buscó reforzar las expectativas en un frente amplio con los partidos conservadores en las lejanas elecciones de 2022. Este es el tipo de discurso de Lula, al mismo tiempo que denunciaba a los pistoleros de los campesinos y al gobierno de las milicias, proponía más armas para las fuerzas armadas y la Policía Militar (que reprimen las ocupaciones, las marchas y las favelas). Una especie de pacto de clases que llevó a la quiebra a los gobiernos del PT y fortaleció a la derecha […].
6– Se trata de un debate estratégico […]. Lula dice que está dispuesto a repetir los gobiernos de conciliación de clases que privatizaron las jubilaciones de los empleados federales, legalizaron los transgénicos para las multinacionales, pagaron la deuda interna y externa […], implementaron la ley antiterrorista, el encarcelamiento masivo, las subastas de petróleo y la creación de la Fuerza de Seguridad Nacional. Hay que ver cómo gobierna el PT los estados y los municipios: apoyaron los planes de ajuste fiscal de Paulo Guedes, aprobaron las reformas de las jubilaciones estatales, reprimieron los movimientos antifascistas y antirracistas en Ceará, reprimieron las huelgas educativas en Bahía. [...] La corrupción que ha afectado a los gobiernos del PT es consecuencia de los gobiernos con Odebrecht, las oligarquías, el PMDB, los negociados en el Congreso y la integración con el Estado burgués. […] Es un error confundir la lucha contra las arbitrariedades de Moro y el Lava Jato con el apoyo político a la estrategia electoral de pactar con los capitalistas. […]. Del mismo modo, nuestra defensa de un nuevo juicio para Lula y de sus derechos políticos no significa un certificado de inocencia para Lula y el PT.
7– Con la extrema derecha en el gobierno, en medio del genocidio del Covid-19, con el avance de las medidas de ajuste fiscal que aumentan el recorte salarial y el desempleo, no hay otra salida que un movimiento combativo de las oposiciones. Una amplia unidad de acción para resistir juntos contra los planes de Bolsonaro/Guedes y hacer retroceder las muertes y el hambre. […] Desde la CST proponemos a los trabajadores y a la juventud que exijan a Lula, a la CUT y al PT que abandonen esta línea de pasividad y fortalezcan la lucha en las calles, las acciones en los lugares de trabajo, que pongan su peso detrás de un movimiento de toda la clase obrera para conquistar la vacuna, el cierre efectivo con ayudas de emergencia y permisos pagados, recuperar las pérdidas salariales y recuperar los puestos de trabajo. […] Lula, la CUT, el PT, los movimientos, partidos y dirigentes que estuvieron en la conferencia de prensa en el Sindicato de Metalúrgicos de ABC deben organizar esta jornada nacional unificada, sin divisiones. […]
8– Además de una amplia unidad de acción, queremos dialogar con todos los trabajadores y jóvenes opositores a Bolsonaro sobre la necesidad de construir un frente de izquierda y socialista. Desde la CST, proponemos que este frente esté compuesto por el PSOL, el PCB, el PSTU y la UP. Un frente que recupere la independencia política de la clase trabajadora para actuar en las calles y en las elecciones sin repetir los errores de la conciliación de clases del PT. Una izquierda anticapitalista, diferente de los partidos burgueses […]. Que construya un programa de emergencia que contemple no pagar la deuda, imponer impuestos a las grandes fortunas, nacionalizar el sistema financiero, canalizar esos recursos para contener el Covid-19, para las vacunas, ayudas de emergencia, para reconstruir la sanidad y la educación públicas, para los salarios y el empleo. También aplicar la expropiación inmediata de empresas criminales como la Vale y combatir la corrupción de políticos y empresarios.
14 de marzo de 2021
Corriente Socialista de Trabajadoras y Trabajadores – Tendencia del PSOL
Ver versión completa en www.uit-ci.org / www.cst-psol.com
