Gracias a la movilización histórica del movimiento de mujeres durante los meses que duró el debate en el Congreso por el derecho al aborto, se puso en evidencia que la Ley de Educación Sexual integral (ESI) que fue sancionada hace diez años, hoy no se aplica en la mayoría de los establecimientos educativos. Por esta razón, es que el pasado 4 de septiembre salió de un plenario de comisiones en el Congreso Nacional una reforma a esa ley para que se aplique de manera obligatoria en todo el país. Si bien todavía no tiene fecha de votación, lo cierto es que los sectores conservadores y reaccionarios de las iglesias católica y evangélicas pusieron el grito en el cielo y lanzaron una campaña #ConMisHijosNoTeMetas, cuestionando lo que ellos llaman “ideología de género”.
Estos sectores se sacaron la careta: no solo están en contra del derecho al aborto para las mujeres, sino también a la educación sexual en las escuelas para niñas, niños y adolescentes negándoles el derecho al conocimiento, a la información, a la educación y a la salud. Por eso, seguimos exigiendo la implementación de la ley y una educación sexual laica, científica y con perspectiva de género en todos los establecimientos educativos.
M.T.