La ex presidenta fue procesada junto a 42 grandes empresarios, ex funcionarios, contratistas y hasta el juez Oyarbide. Se la acusa de ser parte de una asociación ilícita alrededor de hechos corruptos con la obra pública y otros graves delitos. Están en el banquillo peces gordos, como Benito Roggio (titular de la concesión del subte), Pescarmona, Techint, hasta un ex de la UIA y de la Cámara de la Construcción.
Cristina y simpatizantes kirchneristas dicen que es una persecución política, que es un “teatro” lo de Bonadio y una maniobra de Macri para tapar el ajuste. No ponemos la mano en el fuego por esta Justicia y repudiamos, como lo hace gran parte de la población, a Macri, que usa la causa para decir que con su gobierno se está acabando con la corrupción y que es distinto de los anteriores. Pero esto no nos puede llevar a la conclusión de que “los hechos no ocurrieron” o que “en el gobierno anterior no hubo corrupción”. ¡Si hasta los propios empresarios confesaron que pagaron coimas para quedarse con las obras y pusieron plata para las campañas electorales de los partidos patronales! Está entre ellos el primo de Macri, Angelo Calcaterra, socio de la corrupta Odebrecht en la obra faraónica del soterramiento del Sarmiento, iniciada por De Vido y ahora continuada por el actual gobierno.
¿O acaso ya en el gobierno anterior no hubo tremendos casos de negocios capitalistas corruptos como el que llevó a la masacre de Once fruto de los subsidios millonarios que la patronal del ferrocarril, Cirigliano, depositaba en las islas Caimán en vez de usarlos para las formaciones?
Desde la izquierda vamos a seguir planteando una clara política: que todos los políticos vayan presos, sean del color que fueren. ¡Basta de impunidad para los “arrepentidos”, que vayan tras las rejas ya! Que se acaben los fueros de privilegio para diputados y senadores ante casos de corrupción. Que devuelvan lo que robaron. A la vez que luchamos por una salida de fondo para terminar con los negocios capitalistas corruptos, sean del gobierno peronista kirchnerista o del actual.
J.C.G.