A pesar de que el Ministerio de Trabajo de Córdoba dictó la conciliación obligatoria, los choferes se movilizaron hacia la sede del gremio y anunciaron que seguirán con el plan de lucha hasta el viernes. El interventor de la UTA, Luis Arcando, solicitó que se declarara ilegal el paro, generando más bronca entre los trabajadores. La sede de la UTA se ha convertido en una filial de los empresarios del transporte y los gobiernos provincial y municipal.
Las cámaras empresariales Fetap y Coniferal intimaron a los trabajadores a tomar servicio o ser despedidos con causa. Los choferes se encuentran en asamblea permanente, es imperioso unificar los reclamos y coordinar entre los cuerpos de delegados para salir a pegar con fuerza, sin ceder a la entrega de Fernández, la intervención del gremio ni la amenaza de despidos.
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