Los unió el espanto ante la debilidad del gobierno. Esta es la mejor caracterización de la marcha que se realizó en la tarde del sábado pasado en Plaza de Mayo y algunas otras del país. Participó centralmente el “núcleo duro” que apoya al macrismo y sus medidas económicas y que está en contra de las huelgas y los piquetes. Un sector que siempre existió, compuesto socialmente de clases medias y medias altas, conservador (prácticamente no había jóvenes) que históricamente votó a la centroderecha (en la Ciudad de Buenos Aires, por tomar un ejemplo, lo hacía por Álvaro Alsogaray o en otros momentos por el radicalismo).
Los medios afines al gobierno, y el propio Macri, trataron de hacer creer que ahora estaban en condiciones de “disputarle la calle” a las grandes movilizaciones del mes de marzo. Nada de eso sucedió. No se movilizaron sectores populares ni “emparejaron” las movilizaciones por reivindicaciones que se dieron el último mes. Definitivamente el gobierno no ganó la calle. La marcha del sábado, contrariamente a lo que se quiere hacer creer, no mostró la fortaleza, sino la debilidad de un gobierno que enfrenta un enorme repudio popular ante sus medidas de ajuste.
José Castillo.