Allí se producen gran parte de las prendas de vestir del mundo, que venden las multinacionales del vestido. Desde el 2013 se organizaron centenares de sindicatos de fábrica. A fines del año pasado se desató una gran huelga de obreras y obreros textiles exigiendo aumento salarial. El gobierno desató una durísima persecución contra los sindicatos, ilegalizándolos, con centenares de trabajadores acusados ante los tribunales, 1500 fueron despedidos y decenas de presos. Intentan destruir los sindicatos. ¡Basta de persecución a los sindicatos de Bangladesh! ¡Respeto a sus derechos laborales!


Hace cuatro años, el mundo se horrorizó al ver cómo se derrumbó el edificio de Rana Plaza, matando a más de 1.100 trabajadores/as de la confección y dejando lesionados a muchos más. Los obreras y obreros (mayoría mujeres) producen el 80% de las exportaciones de Bangladesh en situaciones de enorme precariedad laboral y con salario mínimo de 67 dólares.







