El bono mensual representa el valor de un litro de leche por día para los chicos que cobran la asignación. La propuesta, a su vez, no incluye al millón y medio de destinatarios de pensiones no contributivas que hoy perciben $ 3.962 (por vejez, discapacidad, madres de 7 hijos o más, y pensiones graciables), mostrando el desprecio que tiene este gobierno por los más necesitados.
La CGT y el gobierno, de esta forma, consolidan el robo y la pobreza salarial y jubilatoria. El solo hecho de hablar de un “bono” ya es repudiable. ¡Bono que será por única vez, a cobrar dentro de dos meses y medio, mientras los bancos, multinacionales y usureros de la deuda se llevan la plata en pala y al contado!
Los jubilados necesitan $6.000 de emergencia para lograr llegar a la canasta básica. La misma suma vale para los planes sociales y asignación por hijo. Los trabajadores no solucionan nada con un bono pordiosero como el que se va a discutir con los empresarios y el gobierno, sino una inmediata recomposición salarial para frenar el robo que está provocando la inflación. Las paritarias se firmaron por el 30% en promedio y la inflación real será del 43%. El saqueo salarial es claro. Si se le devolviera a cada trabajador esa pérdida, deberían reintegrarle $2.600 por mes, suma que tendría que pasar a formar parte del salario de aquí en más, no por única vez y a fin de año.
Se dice que la CGT pedirá un monto de $2.000 de piso, dejando librado a que cada gremio acuerde por sector una posible suma mayor. De esta manera deja el monto a criterio de las patronales, sin unificar a todo el movimiento obrero en la pelea por un aumento de emergencia. Tan es así que el propio Carlos Acuña (uno de las tres figuras de la CGT) dijo: “por pagar un bono cuyo valor apenas representa una canasta navideña, una empresa no se va a fundir” (Clarín, 17/10). Esto revela que la CGT cambió la reapertura de las paritarias sólo por una “canasta navideña”.
En una larga entrevista, Héctor Daer (parte del triunvirato cegetista, burócrata de Sanidad y diputado del Frente Renovador de Massa) fue contundente al respecto. Ante la pregunta “¿la implementación del bono cierra la posibilidad de reabrir las paritarias?”, contestó: “sí, porque el escenario es muy heterogéneo. Hay actividades muy complicadas para reabrir las paritarias [...] cada gremio negociará la posibilidad de mejorarlo (al bono)” (Página12, 16/10).
Una encuesta reveló que la mayoría de la población considera “insuficiente” la propuesta oficial de otorgar un bono y está de acuerdo con un paro general (Ceops, Página12, idem). Sin embargo, la CGT nunca lo convocó, a pesar de que siguen las luchas y crece la bronca contra los despidos, las suspensiones y el robo salarial. Ante ello la CTA Yasky y otras organizaciones llamarían a tomar alguna medida el próximo 28 de octubre, día en que se haría un paro nacional de los trabajadores bancarios.
Llamamos a repudiar la política del gobierno, denunciando que un bono miserable no significa ninguna recomposición salarial ni jubilatoria. Esta política consolida la pobreza de millones. Hay que enfrentar la complicidad de la CGT, impulsando asambleas donde se pueda y reuniones de delegados para debatir la necesidad de recuperar lo perdido. ¡Aumento salarial de emergencia al valor de la canasta familiar! Reapertura inmediata de las paritarias. $6.000 de emergencia para los jubilados y planes sociales. Que se prohíban por ley los despidos y suspensiones. Abajo el impuesto al salario. Plata para salario, trabajo, salud y educación, no para la deuda. ¡Basta de tregua! Paro y plan de lucha CGT-CTA.