Las protestas y saqueos se extienden por todo el país. La gente exige comida en las calles. Mientras tanto el gobierno reprime brutalmente, como sucedió en Cariaco o días antes en Petare o San Cristóbal. Hay muertos en varios estados, decenas de heridos y detenidos. Asimismo, los trabajadores eléctricos luchan por su contrato colectivo y los universitarios por mejores salarios. Y miles de despedidos en empresas públicas y privadas exigen su reenganche.
En el estado Sucre, teatro de las protestas más duras, Maduro estableció un gobier- no militar, nombró al general Jesús Salazar como “protector del estado”, con poderes por encima de la gobernación.
El PSL llama al pueblo a “organizarse en Comités Populares elegidos por los vecinos en las comunidades sin injerencia de las cúpulas del PSUV, ni los militares, para exigir comida y salir a la calle a movilizarnos contra el paquete hambreador del gobierno”.
Un manifestante en Catia (barrio popular al Oeste de Caracas) se expresó delante de la policía: “No nos vamos de la calle, si defendimos a Chávez, también podemos tumbar a este gobierno”.