Sin embargo, la UTA levantó el paro dejando solos a los despedidos que exigían la reincorporación inmediata, el pago de sueldos en tiempo y forma y el arreglo de la deuda de las cargas sociales que debe la empresa. Los choferes denuncian connivencia entre la burocracia, el gobierno y los empresarios y siguen la lucha. Desde Izquierda Socialista impulsamos la más amplia solidaridad con los compañeros despedidos y sus familias, exigiendo al gobierno que resuelva la situación y que la empresa sea estatizada con control de los trabajadores y de los usuarios, con todos los despedidos adentro.