Los choferes decidieron hacer una medida de fuerza, no cobrando boletos a los pasajeros. Esto generó que el ministerio dictara la conciliación obligatoria, con el compañero adentro. La patronal no sólo no cumplió, sino que despidió a 47 choferes más y se retiró de las terminales de Maschwitz, Constitución y Rincón-Tigre, declarando un lock out patronal. Los choferes decidieron sacar igual las unidades y hacer recorridos de emergencia, sin cobrar, para ganar el apoyo de los usuarios. La policía y la justicia intentaron evitar que las sacaran, sobre todo en Maschwitz, pero finalmente, con menor frecuencia, están saliendo.

Este miércoles 7 se realiza una marcha de Congreso al Ministerio de Transporte para exigir la inmediata solución con todos los compañeros dentro, a la que asistiremos y llamamos a participar.

Izquierda Socialista está desde el primer día dando apoyo incondicional a la lucha y a las medidas que deciden. Acercamos solidaridad en todas las terminales, con compañeros docentes, ferroviarios, estatales, del subte, dirigentes del Encuentro Sindical Combativo, de la juventud de Izquierda Socialista y nuestros dirigentes públicos. Nuestro compañero Jorge Adaro, como secretario general del sindicato docente ADEMYS, entregó $5.000 del fondo de huelga. Particularmente estuve en Maschwitz y Rincón, donde nos pusimos a su disposición. Los choferes salieron a recorrer escuelas con nuestras compañeras docentes, juntando solidaridad, comida para la permanencia que hacen en la terminal y plata para el fondo de huelga.

Por supuesto que Macri, Scioli y Massa no dijeron ni una palabra contra los despidos ilegales. Llamamos a todos los trabajadores y jóvenes a que sumen solidaridad, porque esta lucha se puede ganar. Es muy importante también porque es parte de la defensa de nuevos dirigentes antiburocráticos. ¡Todo el apoyo a la lucha de la 60!

Esteban Simonetta (delegado de la 60 terminal Maschwitz) “Dijimos basta a los despidos”

El Socialista habló con Esteban. “Hace muchos años venimos armando una organización para llegar a ser delegados. La burocracia de la UTA no permitía que votaran todos los compañeros, tuvimos que dar una dura pelea para que voten, que pongan urnas en todas las cabeceras y así logramos ganar el cuerpo de delegados. A partir de ahí iniciamos una política de defensa del trabajador, de los derechos laborales, del convenio, mientras que los de la UTA se ponían en contra y nos combatían. Hacemos reuniones donde elaboramos políticas y de ahí vamos a la base a tratar de desarrollar y generar conciencia. No es fácil porque siempre recibimos ataques de la empresa y campañas mentirosas para generar confusiones en los compañeros.

Este conflicto nace porque hace un par de años la empresa viene despidiendo de manera sistemática a activistas. Dimos peleas, pero no logramos a veces reinstalarlos. Ahora despidieron a un nuevo compañero y dijimos basta, no podemos permitirlo más porque si no va a ser moneda corriente y significaría las pérdidas de nuestras conquistas. Es una pelea dura, pero los compañeros están dispuestos a darla.

La empresa es un monopolio fuerte, con vínculos en el gobierno y los sindicatos, pero tenemos confianza en la unidad de los trabajadores. No será fácil.

Creo que es muy importante que los trabajadores empecemos a integrarnos en la política como única manera de generar cambios. Mientras más dirigentes obreros se metan en la política, generando un cambio en la conciencia de la sociedad con una política combativa, más posibilidades hay de que cambiemos la situación del país. Yo no estoy organizado en ninguna corriente política. Yo era un laburante más y un compañero me empezó a explicar, comencé a luchar por bronca a las injusticias y ahora estoy todo el día metido en esto.”