Trece años tardó la burguesía y sus gobiernos en entregar la propiedad a los obreros que llevan otros tantos años produciendo bajo gestión obrera. Este nuevo paso es el reconocimiento definitivo que les permitirá a los ceramistas usar esa documentación para conseguir el capital de trabajo imprescindible en toda producción industrial para contar con insumos, materias primas, reparación, repuestos, herramientas y un sin número de bienes más, en el camino de la necesaria renovación tecnológica. Saludamos y felicitamos a los compañeros de Zanón por tener en sus manos los títulos de propiedad.