Por Reynaldo Saccone*
27/9/2024. La aparición a mediados de agosto de un caso de viruela símica en Suecia fue la gota que colmó el vaso. La llegada de esa enfermedad tropical a este frío y civilizado país europeo terminó de encender todas las luces rojas del tablero de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
A mediados de agosto la entidad declaró la emergencia epidemiológica causada por la infección del virus mpox en su variante Clade Ib, una mutación distinta del mismo virus que ya en 2022 se había extendido desde el centro de África por varios países de Europa, las Américas y el Caribe.
Este virus, emparentado con el de la viruela, causa una nueva enfermedad en los humanos que, si bien es menos contagiosa, con síntomas más moderados y con menos mortalidad que aquella, su evolución es una incógnita. Como vimos con el Covid 19, los virus pueden mutar a variantes más contagiosas, agresivas y mortales en pocos días. Todavía no se sabe cómo puede evolucionar. Reside habitualmente en monos y son transmitidos a la especie humana por pequeños mamíferos – murciélagos, ratas y otros- que comen restos de animales selváticos infectados y luego, con sus secreciones, contagian a quienes viven o trabajan en esos ambientes. Desde 2022 hasta agosto de 2024, la OMS ha confirmado un total de 103.000 casos en más 120 países, que incluye 723 muertos en más de una docena de países africanos.
El brote de mpox en su variedad clade II de 2022 pareció inicialmente una enfermedad de transmisión sexual pero luego se constataron otras formas de contagio. La nueva variante Ib aparecida en 2023 y también iniciada en el Congo, es más contagiosa aún que la anterior, se expande más rápidamente, está sustentada en la comunidad y hace estragos en los niños: hasta agosto de 2024 el 70% de los casos registrados y el 85% de las muertes atribuidas al mpox eran menores de 15 años.
¿Por qué aumentaron las zoonosis durante el último medio siglo?
Las zoonosis son infecciones propias de animales que contagian al ser humano. La explotación irracional a que el capitalismo imperialista somete tanto a los seres humanos como a la naturaleza ha generado estas peligrosas epidemias. Al destruir selvas y praderas naturales habitadas por las especies silvestres para desarrollar la minería a cielo abierto, la agricultura extensiva y el talado masivo de bosques, contactan especies silvestres con poblaciones humanas facilitando la transferencia de virus y otros gérmenes, habituales en algunas especies, pero dañinas en humanos. El calentamiento global -también producto de esta misma explotación irracional capitalista-, favorece también la expansión de enfermedades. Un ejemplo de lo que decimos es la migración de mosquitos portadores del virus del dengue a zonas anteriormente templadas y libres de insectos y pestes.
Las enfermedades provenientes de animales que han atacado a los humanos en el último medio siglo constituyen apenas la punta del iceberg. “Se calcula que en el planeta hay 1,6 millones de virus en hospedadores como mamíferos o aves. De ellos, unos 700.000 podrían tener el potencial de infectar a los seres humanos. De esa cantidad han sido identificados sólo 250. Los científicos lo tienen claro, la duda no es si se va a producir una próxima pandemia, sino dónde y cuándo (Política Exterior, número 220, Graziella Almendral, 8/8/2024)”.
Sin embargo, no bastan la devastación de la naturaleza y la perturbación drástica del mundo biológico. Es necesario otro componente para que la enfermedad pueda germinar: una población receptiva, debilitada por una súper explotación implacable, hundida en la miseria y desnutrida. El cruce de estas coordenadas: la biológica, la ambiental y la social se da precisamente en esos territorios asolados por la rapiña imperialista, donde el capitalismo muestra en forma concentrada su poder destructivo. Resulta lógico, entonces, que muchas de las más letales epidemias del último medio siglo se hayan originado en África como el SIDA, el Ébola, la fiebre del Nilo o en el sudeste asiático como las influenzas aviar, porcina, N1H1 o en China, a partir de los murciélagos silvestres como el Covid 19. Desde allí irradian a todo el planeta y aunque el contagio es universal se concentra en los barrios hacinados de trabajadores urbanos y rurales. Desde enero de 2022 se han registrado 38.465 casos de la viruela del mono en 16 países africanos. El foco central se da en la República Democrática del Congo (RDC)[Ver recuadro].
¿Está la humanidad preparada para afrontar una nueva pandemia?
El capitalismo imperialista crea, en su crisis, una situación paradojal: por un lado, ha llevado a que la humanidad -mediante la ciencia y la tecnología- haya logrado las herramientas para predecir, prevenir y combatir las epidemias; pero, por otro lado, impide que esos objetivos se cumplan y avanza todos los días en la destrucción del ser humano y la naturaleza.
Un ejemplo de estos progresos es el de las vacunas. Gracias a este gran invento de Edward Jenner de principios del siglo XIX, en 1980 el planeta quedó libre de viruela. Esa vacuna nunca fue patentada; su producción pudo difundirse libremente por todos los países, lo que permitió lograr este beneficio para la humanidad. Con el colosal desarrollo de la ciencia y la tecnología alcanzado actualmente ese éxito podría reiterarse contra las infecciones emergentes recientes. Pero hoy en día esa libertad de producción no existe porque las multinacionales han impuesto patentes en todos los países -y los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio que las garantizan-, monopolizando la elaboración mundial de vacunas (y sobre todo sus ganancias) en manos de un puñado de empresas.
La OMS autorizó el 13/9/2024 la primera vacuna contra la viruela símica en adultos producida por la empresa danesa Bavarian Nordic A/S a un precio de 200 dólares las dos dosis necesarias. Sus acciones en la Bolsa volaron un 76% en los últimos 6 meses. Todos quieren subirse al negocio de la única empresa que posee la patente. Es imposible que esa sola compañía pueda satisfacer la demanda mundial; ni la OMS ni la firma lo creen. Por la existencia de las patentes, países con capacidad instalada y recursos humanos aptos para elaborar esa y otras vacunas, como Sudáfrica, la India, Corea del Sur, Brasil, México, Argentina y ni hablar de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China -entre otros- no pueden hacerlo, permitiendo la evolución de la epidemia.
Sucede como durante la pandemia de Covid 19. Sudáfrica y la India solicitaron a la OMC una liberación de patentes para incrementar la producción de vacunas, pero las principales potencias imperialistas dieron largas al asunto y nunca hubo respuesta. Por el contrario, el gobierno de Donald Trump subsidió con 10.000 millones de dólares a cinco multinacionales dueñas de patentes siendo las estadounidenses Moderna y Pfizer las que llevaron la parte del león. La producción, limitada a estas empresas poseedoras de patentes, demoró en cubrir las necesidades mundiales y la pandemia pudo cobrarse 7 millones de muertos.
Luchemos contra cada una de las manifestaciones de la barbarie imperialista en el camino de acabar con el capitalismo e instaurar el socialismo
Nuestra corriente internacional socialista revolucionaria, la UIT-CI, impulsa la lucha implacable contra cada una de las manifestaciones de la barbarie imperialista. Apoyamos los movimientos en defensa del medio ambiente y la preservación del planeta, contra la deforestación, el saqueo extractivista y por campañas de prevención y erradicación de pestes que afectan a planteles de aves y ganado, que se transmiten a los trabajadores y el pueblo. Estamos por la defensa de la salud pública y de los trabajadores del sector, por la atención médica gratuita y luchamos por la liberación de las patentes y por remedios y vacunas sin costo. Por presupuestos del estado y no para armas.
La lucha de fondo es contra el capitalismo que, en su crisis, amenaza con llevarnos a una catástrofe social, ambiental y biológica que haga peligrar la existencia misma de la especie humana. Si continúa el dominio de las multinacionales y de la propiedad privada de los grandes medios de producción, el futuro que nos espera es el de las pandemias, la destrucción ambiental, los sufrimientos de las masas y la degradación de la vida humana. Luchamos por establecer en cada país y en el mundo gobiernos de la clase trabajadora y el pueblo que terminen con la explotación del hombre por el hombre y pongan los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de las necesidades de las masas y la preservación del planeta.
*Médico, ex presidente de la Cicop (Sindicato de Profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires, Argentina), y dirigente de Izquierda Socialista/UIT-CI.
En el Congo se cruzan las coordenadas de la barbarie imperialista
La República Democrática de Congo, poblada por 105 millones de habitantes, está enclavada en el centro de África, en la extensa franja ecuatorial de tierras fértiles que rodea al planeta atravesando Sudamérica, África, el Sudeste asiático e Indonesia. El 55% de su superficie todavía está cubierta de selvas, aunque en continua deforestación para utilizar sus maderas como combustible, hacer lugar a la explotación de sus minas y la agricultura extensiva de exportación.
El Congo ofrece el tesoro de 1100 sustancias minerales -algunas preciosas- y todas de gran importancia en las nuevas tecnologías de aplicación industrial y militar: oro, tungsteno, tantalio y estaño en las provincias del Este; cobre, cobalto, diamantes, uranio, coltán y otros en Katanga y en el centro del país. Enormes riquezas saqueadas por multinacionales que mantienen en semi esclavitud a sus trabajadores, y destruyen el equilibrio ecológico mediante la explotación irracional de los recursos, liberando así epidemias que estaban naturalmente confinadas a la vida silvestre.
La República Democrática del Congo (RDC), el principal foco infeccioso en África de la viruela del mono. Ha registrado 548 muertes en 2024 por esta enfermedad, informó el Gobierno después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara como emergencia de salud internacional el actual brote en varios países africanos.
Colonia belga desde el siglo XIX, en 1960 logró su independencia política. Asociadas con los sucesivos gobiernos congoleños cipayos, las multinacionales -ya no solo belgas, sino de casi todas las potencias imperialistas- continuaron y extremaron la rapiña, descargando sobre las masas un nuevo castigo: un estado de guerra civil casi permanente. Es que, para apoderarse de los recursos, los monopolios estimulan el enfrentamiento entre fracciones locales -aun contra el débil y corrupto gobierno central- y financian sus milicias privadas con las fabulosas ganancias que obtienen.
Las principales son de Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca e Irlanda. También las hay de Rusia y otras repúblicas de la ex URSS y China que, por ejemplo, participan del saqueo del coltán, mineral clave para centrales nucleares, misiles de largo alcance y otros usos militares; en el pillaje de los diamantes también intervienen Israel, Líbano, Sudáfrica y Bélgica. La presencia de fuerzas regulares regionales y la misión de mantenimiento de la paz de la ONU con 16.000 uniformados, no solo está lejos de apaciguar la afligente situación del pueblo congoleño, sino que sus miembros participan de abusos y extorsiones hacia la población local. En la R.D. del Congo la “violencia de género” significa lisa y llanamente violaciones. Las cuales, en gran parte son perpetradas como método de sometimiento por uniformados tanto de las tropas regulares como de las milicias privadas y, como se ha denunciado, de las Naciones Unidas.
La explotación minera es mayoritariamente artesanal. Los trabajadores excavan manualmente, con herramientas simples y las tecnologías más básicas, estrechos pozos de doscientos o más metros de profundidad. Está generalizado el trabajo infantil. Aunque no hay registros, UNICEF calculaba en 2014 que en Katanga y el Este trabajaban en los pozos unos 40.000 niños. Un escueto informe del Parlamento británico sintetiza el drama que en el Congo causan las empresas imperialistas: “Hay 7,3 millones de habitantes desplazados de sus hogares al interior de la República de los cuales 6,5 millones corresponden a las tres provincias orientales de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur…padecen inseguridad nutricional 23 millones en toda la república, pero 5,4 millones de ellos sufren hambre aguda en esas tres provincias. Hay más de 38.000 casos de violencia de género denunciados en Kivu del Norte durante 2022” (Conflicto en el Este de la República Democrática del Congo, Cámara de los Comunes, Informe, 3/9/2024)
Informamos que la campaña financiera que llevamos adelante para las operaciones de dos de los hijos de nuestro compañero Orlando Chirino, llegó a su terminó, gracias a que se logró reunir los recursos necesarios para dichas intervenciones quirúrgicas.
Agradecemos a todas las personas que nos apoyaron económicamente, así como difundiendo a través de las redes la campaña.
En particular queremos agradecer a los militantes de las distintas secciones de la UIT-CI, a nuestros compañeros del PSL, a Marea Socialista y a todos los amigos que nacional e internacionalmente apoyaron la campaña.
Oportunamente estaremos informando de la realización de las operaciones y de la evolución de la salud de los hijos de Orlando.
Partido Socialismo y Libertad (PSL)
Caracas, 26 de septiembre de 2024
Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
El sionismo israelí ha lanzado una nueva agresión, está vez contra el Líbano.
Entre el lunes y el martes pasados, la aviación israelí, por órdenes del gobierno ultra reaccionario y fascista de Netanyahu, ejecutó bombardeos masivos contra el Líbano, matando hasta ahora a 558 personas, entre ellas, 50 niños y 94 mujeres.
Israel repite el expediente sangriento que viene ejecutando en Gaza desde el año pasado, asesinando civiles, particularmente menores.
Los bombardeos se han llevado a cabo en el sur del país pero también en la capital, Beirut, así como en localidades del interior, y estarían preparándose para atacar el valle del Bekka, en el noreste del Líbano.
En este país no se producían bombardeos de esta intensidad desde la agresión sionista del 2006.
Los bombardeos ejecutados con aviones F-35 facilitados por Estados Unidos, fueron precedidos por los ataques terroristas de la semana pasada cuando cientos de “beeper” o “buscapersonas”, dispositivos inalámbricos de comunicación, estallaron el martes 17 simultáneamente en distintas zonas del Líbano, matando a 37 personas e hiriendo a otras 2.931. La explosión de los beeper fue seguida el día siguiente por el estallido de cientos de “walkie-talkies”, produciéndose la muerte de al menos una 9 personas y cientos de heridos.
Los bombardeos al Líbano se producen un año después de iniciada la invasión y el genocidio en la Franja de Gaza, y en momentos en que el ejército sionista ejecuta una fuerte escalada contra el pueblo palestino en la Cisjordania ocupada.
Sin duda, los bombardeos al Líbano son una acción desesperada de Netanyahu y su gabinete religioso-ultraderechista, que tras casi un año de bombardeos indiscriminados en Gaza, no logran derrotar la férrea resistencia del pueblo palestino.
Hasta ahora no han podido materializar sus objetivos declarados al inicio de la invasión: derrotar a Hamas y al conjunto de la resistencia, y recuperar los rehenes.
La nueva masacre que está perpetrando Israel en el Líbano, eventualmente el inicio de una invasión terrestre a ese país, ratifica el carácter expansionista del sionismo, y su proyecto fascista y racista del “Gran Israel”, aupado por el Partido Likud de Netanyahu y el Movimiento de la Tierra de Israel, entre otros, cuya base fundamental son los colonos de los asentamientos ilegales, que están por la anexión no sólo de Gaza y Cisjordania, también de las tierras que se extienden desde el rio Nilo en Egipto hasta el Éufrates en Irak, partes de Jordania y el Líbano.
Es precisamente en ese marco expansionista que Benjamín Netanyahu dijo recientemente que buscaba: “cambiar el equilibrio de seguridad, el equilibrio de poder en el norte”, lo que podría significar prepararse para una invasión terrestre al Líbano, con el objetivo inicial de conformar una zona de seguridad de varios kilómetros en la frontera entre Israel y el Líbano, controlada directamente por el ejército sionista.
Por otra parte, miles de habitantes del sur del Líbano, fronterizo con Israel, han huido apresuradamente, congestionando las carreteras que conducen al centro y norte del país, particularmente a Beirut, a Trípoli y otras ciudades más alejadas de Israel. Organizaciones no gubernamentales libanesas afirman que más de 100 mil personas han sido desplazadas de sus hogares.
Mientras tanto el ejército sionista lleva a cabo una campaña de terror, enviando mensajes de texto y de voz a los celulares, incluso llamando directamente a las personas, instalándolos a abandonar las zonas donde residen. Incluso han interferido las transmisiones de emisoras radiales para transmitir mensajes exhortando a la evacuación.
Todo esto deja en evidencia el carácter agresivo y fascista del sionismo, y el gobierno de Netanyahu.
Es completamente falso que quieran proteger a los civiles, ni a los rehenes en poder de Hamas ni a los habitantes del norte de Israel, y mucho menos a los pueblos palestino y libanés, que es el que está sufriendo los bombardeos. Ya va la mitad de los muertos civiles que hubo en la invasión israelí al Líbano de 2006.
Las imágenes en los medios y redes son elocuentes: bombardeos masivos en zonas densamente pobladas; edificios residenciales destruidos; miles de civiles desplazados.
Israel no quiere ningún acuerdo de paz. En este último año con su genocidio en Gaza se quitó la careta, dejando de lado la mentira de la política imperialista, ya fracasada, de “los dos estados”.
Su verdadero objetivo es la limpieza étnica en Gaza y Cisjordania, apoderarse de todas las tierras en la región, incluyendo eventualmente al Líbano, en el marco de su proyecto estratégico del “Gran Israel”, como mencionamos previamente.
Todo esto se produce ante el silencio de la ONU, y la mirada complaciente del imperialismo norteamericano. Que sigue apoyando a Netanyahu. Ya anunciaron el envío de un contingente de tropas al Medio Oriente, que se sumará a los miles de soldados ya presentes en la región, además de los buques de guerra, aviones de combate y sistemas de defensa desplegados en la zona.
Reivindicamos que tras el receso de verano en Europa y Estados Unidos, se retoma la movilización mundial contra el genocidio en Gaza.
En Londres recientemente miles salieron a las calles en apoyo al pueblo palestino, mientras en el Estado español las principales centrales sindicales anuncian para este 27 de septiembre una huelga general contra el genocidio sionista y en respaldo a los palestinos.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI). y en vísperas de cumplirse un año de la agresión sionista en Gaza, llamamos a los pueblos del mundo a redoblar la movilización en las calles hasta derrotar al sionismo y parar el genocidio.
Exigimos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares y culturales con Israel ¡Basta de enviar armas! ¡Basta de financiar el genocidio! ¡Basta de muertos por hambre y enfermedades! ¡Apertura ya de las fronteras para el ingreso de la ayuda humanitaria! ¡Fuera Israel de Gaza, Cisjordania toda Palestina y del Líbano! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista! ¡Viva Palestina libre del río al mar!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
25 de septiembre de 2024
Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
24/09/2024. El pueblo trabajador reclama cambios de fondo
En las elecciones presidenciales de Sri Lanka, del 22 de septiembre, fue electo Anura Kumara Dissanayake, quien se define como marxista, como nuevo presidente. Representa a la alianza Poder Popular Nacional, que incluye a su partido de izquierda, del cual es presidente desde el 2014, Frente de Liberación del Pueblo (JVP). Obtuvo el 42,3% de los votos contra el 32,8% de un candidato de centroderecha y un 17% del actual presidente que pretendía reelegirse.
Miles de personas, muchas muy jóvenes, trabajadoras y trabajadores, salieron a festejar este triunfo electoral con banderas rojas y retratos de Marx y Lenin. Una sorpresa internacional. Las columnas masivas con sus banderas y pancartas, mostraron las expectativas por cambios de fondo en Sri Lanka.
La rebelión popular del 2022
Esta expresión electoral está directamente conectada con la insurrección del pueblo trabajador de hace dos años, de julio del 2022, cuando después de tres meses de grandes movilizaciones, centenares de miles de personas tomaron la casa de gobierno y el anterior presidente hasta ese momento tuvo que escaparse del país.
Esa insurrección del 2022 fue una reacción popular ante el desastre económico. La crisis capitalista internacional encareció los alimentos y el combustible, la deuda externa con China, Europa y Estados Unidos se hizo impagable, y los capitalistas, que ganan con las exportaciones, se llevan sus dólares fuera del país, el Estado quedó sin divisas. Y estuvieron meses sin comprar combustibles ni otros productos de importación, dejaron de funcionar transportes, y se cortaba la electricidad y el gas, y se dejó de importar medicamentos básicos. Decenas de miles de trabajadores fueron despedidos o suspendidos sin salario.
Continúa la crisis y brutal explotación de las y los trabajadores
Sri Lanka es una isla, de 65.610 km2, ubicada al sur de la India, con 22 millones de habitantes. Además de sus tradicionales exportaciones agrarias de te, coco, aceite de coco y arroz, se convirtió en últimos 20 años, como otros países asiáticos, en un gran exportador de textiles, con empresas asociadas a las multinacionales japonesas, chinas, yanquis y europeas, con mano de obra baratísima. Hoy le llaman “la fábrica mundial de corpiños”. Antes de la crisis e inflación aguda y devaluación de la rupia (moneda local), las obreras y obreros textiles ganaban 62 dólares mensuales. Ahora es mucho menos, los textiles 44 dólares de mínimo, pero con enorme aumento en el costo de vida incluso medido en dólares. Pero además son esclavizados, tienen que trabajar entre 14 y 16 horas por día, los siete días de la semana. Se calcula que es el salario más bajo de la región de Asia Pacífico. El sector textil emplea directamente 400 mil trabajadores e indirectamente otros dos millones, la mayor parte son principalmente mujeres que provienen de zonas rurales.
En julio del 2022, después de la insurrección y huida de anterior presidente, Ranil Wickremesinghe prestó juramento como nuevo presidente. Logró nuevos acuerdos de préstamos con el FMI aumentando la deuda estatal que hoy es una de las mayores del mundo en relación a su PBI (la deuda supera al PIB anual). Y con eso una relativa estabilidad, pero aumentando impuestos y con eso el costo de la vida, y bajando salarios reales.
Lo que sucede en Sri Lanka, también ocurre en otros países asiáticos cercanos, también productores de textiles baratos, como Bangla Desh que también tuvo una reciente rebelión popular exigiendo un cambio de fondo.
El nuevo gobierno de izquierda
El presidente electo Anura Kumara Dissanayake, quien era parlamentario desde el año 2000 y fue Ministro de Agricultura durante un año en el 2004 bajo el gobierno capitalista de Chandrika Kumaratunga, ha dicho en sus primeras declaraciones que no romperá el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Si afirmó que va a haber rebaja de impuestos (que están afectando directamente a las importaciones de productos que consume el pueblo) y que va a renegociar el pago de deuda de 25.000 millones con el FMI.
Esto indica que el nuevo presidente no se propone un cambio económico de fondo que necesita y reclama el pueblo trabajador para salir de su brutal miseria y explotación.
La alianza Poder Popular Nacional podríamos definirla como de centroizquierda, integrada por sectores de la izquierda reformista, que no se propone romper con el FMI y el capitalismo. Lo interesante ha sido que las masas, que se rebelaron en 2022, canalizaron sus reclamos pendientes votando a la izquierda, a una alianza que se dice marxista.
En Sri Lanka los cambios de fondo deberían comenzar por el no pago de la deuda, la nacionalización con control de sus trabajadores de la industria textil y la protección de la producción agraria de pequeños campesinos. Por supuesto que este cambio de fondo que hoy no plantea el nuevo presidente, y que jamás aprobaría el actual parlamento dominado por la derecha empresarial, solo podrá realizarse con la movilización masiva del pueblo trabajador, como ya se dio hace dos años.
Desde la UIT-CI saludamos y nos solidarizamos totalmente con esta lucha del pueblo trabajador de Sri Lanka por un cambio de fondo, por un verdadero gobierno de la izquierda, de la clase trabajadora y los campesinos que abra el camino del socialismo, como lo mostraron en sus marchas de festejo, que termine con la miseria y la explotación laboral.
Orlando Chirino es un dirigente obrero antiburocrático y combativo de larga trayectoria en Venezuela. Hoy requiere de una solidaridad para apoyar a su familia por problemas de salud. En la Venezuela de la decadencia capitalista y la crisis de la salud pública, cuesta solucionar lo más elemental.
Desde Izquierda Socialista, nos solidarizamos con nuestro compañero Chirino y convocamos a aportar en una colecta internacional.
Chirino es un dirigente obrero y de la izquierda trotskista desde los 70 del siglo anterior. Organizó centenares de luchas obreras, sindicatos y corrientes antiburocráticas contra todos gobiernos patronales de Venezuela. Y batalló toda su vida por la construcción del partido revolucionario y la independencia política de clase.
Chirino desde un primer momento alertó que el chavismo y su propuesta de “Socialismo del Siglo XXI” era un falso discurso y que no habría cambios de fondo para la clase trabajadora y el pueblo venezolano
Reproducimos su llamando de ayuda para la salud de sus hijos.
Me dirijo al mundo laboral y todo aquel que esté interesado
Quien suscribe, es Orlando Chirinos. Soy activista y dirigente sindical de amplia y honesta trayectoria en el sindicalismo Venezolano. Junto a Antonio Mogollon, Ismael Hernandez y Stalin Perez Borgez, entre otros grandes luchadores sindicales impulsamos el desarrollo de sindicatos, como herramienta democrática, fundamental y genuina, en la defensa de los intereses y derechos de los trabajadores, en distintos estados del país.
Quienes me conocen pueden dar fe de la perseverancia, la constancia en infinidad de jornadas emprendidas, buscando la centralización, la unidad de las luchas, el respeto y la defensa del salario, los contratos colectivos, el derecho a huelga, la libertad sindical, la seguridad social, la libertad de los trabajadores presos por defender sus derechos y la necesidad de la solidaridad entre todos los que luchan. He dedicado mi vida a la defensa de los derechos de los trabajadores. Porque eso es lo que soy: Un trabajador.
Pienso que el estado debe garantizar, la satisfacción plena y total de todos los derechos. Sin embargo, mis hermanos, los trabajadores, conocen que la realidad hoy, es otra, y que no solo el salario no alcanza para nada, sino que en Venezuela, está prohibido enfermarse, el sistema de salud publica está prácticamente privatizado, los hospitales se encuentran deteriorados y desabastecidos y el costo de los insumos y medicamentos es inalcanzable para el salario de un trabajador. Y esta es la razón que me lleva hacer público este llamado de solidaridad.
Mis hijos: Carlos Chirinos, CI: 11802117 y Orlando Chirinos, CI: 11802118 están padeciendo, RDP DRT HV ODI, CATARATA ODI, desprendimiento de la retina, diagnosticado por el Dr: Francisco W. Jaramillo M, médico Oftalmólogo-Retinólogo, del Centro Oftalmológico de Valencia, CEOVAL, amenazando a ambos, con la pérdida de la visión.
La posibilidad de intervención médica operatoria, requiere de recursos urgentes. 3.800 dólares la operación de cada uno. Por eso presento mis datos y cuenta bancaria, para sumar los esfuerzos que nos permitan poder cumplir estos objetivos en ambos casos, que requieren de atención urgente.
Banco Provincial
Cta Corriente N: 0108 0071 42 0100045076
Orlando Chirinos: CI: 3674643
Favor comunicarse a los números de tlfs: Orlando Chirinos: 0414 4208035 / Zoraya Pino: 0412 3415684 / Carlos Chirinos: 0414 3245771 y 0412 4193626.
Atentamente,
Orlando José Chirinos Zabala.