Escribe Edgardo Reynoso Comisión de Reclamos del Ferrocarril Sarmiento

El gobierno de Cambiemos avanza con el pacto con los gobernadores, las distintas alas del peronismo y la burocracia de la CGT para hacer pasar la reforma laboral y el conjunto del ajuste. Se realizó una importante reunión unitaria para salir a enfrentarla con una marcha a Plaza de Mayo el 6 de diciembre

Si pasa el conjunto de medidas que quiere votar el gobierno de Cambiemos los trabajadores perderemos conquistas históricas.

Dejaremos de cobrar horas extras y de trabajar días fijos establecidos (y de esa forma programar nuestros tiempos de descanso u otras actividades). Las empresas tendrán derecho a exigirnos trabajar hasta diez horas por día. Así, las horas extras se terminarán cobrando como comunes. Además quedaremos sometidos a las horas y días de trabajo que establezca la patronal.

La gobernadora Roxana Bertone, que originalmente se referenciaba como kirchnerista, terminó siendo la primera mandataria provincial en acordar el ajuste con el gobierno de Macri. En una reunión en la que estuvieron presentes los ministros del Interior, Rogelio Frigerio; de Producción, Francisco Cabrera, y de Hacienda, Nicolás Dujovne; los empresarios nucleados en la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica, y los secretarios generales de la UOM nacional, Antonio Caló, y de Tierra del Fuego, Oscar Martínez, se acordó congelar todos los salarios por dos años (hasta junio de 2020). La contrapartida, supuestamente, es que los empresarios se comprometen a que no habrá suspensiones ni despidos.

Los burócratas de la CGT no piensan mover un dedo contra la reforma laboral. Pero, juntamente con los directivos de la CTA, se preparan para un viaje al Vaticano donde se discutirán los “males” del capitalismo salvaje. Todo en línea con las declaraciones del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, que mientras sostiene que “para la doctrina social de la Iglesia el trabajo no es una mercancía”

Escribe Edgardo Reynoso

Por si quedaba alguna duda, el triunviro Carlos Acuña lo despejó: “Si el gobierno decide avanzar con esta estrategia de mandar la reforma sin acordar con nosotros, vamos a ir a hablar con los legisladores antes de cualquier paro. Si quieren discutir lo vamos a discutir porque es lo que corresponde. Primero nos reuniremos con los legisladores y en función de ello decidiremos qué hacer”.