Apr 30, 2024 Last Updated 11:13 PM, Apr 29, 2024

Izquierda Socialista

Ante la cercanía del cierre de alianzas electorales, los Diputados de la Ciudad Pablo Almeida y Mercedes de Mendieta, de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad, llaman a continuar y profundizar la unidad de la izquierda con una lista única en las PASO, para enfrentar al gobierno de Larreta en la Ciudad y al ajuste del gobierno de Fernández en todo el país.

Desde nuestras bancas en la Legislatura de la Ciudad hemos acompañado cada lucha en defensa de la salud y la educación pública, exigiendo una vacunación masiva para toda la población y denunciado los negociados inmobiliarios del gobierno de Horacio Rodriguez Larreta, que muchas veces han contado con los votos del peronismo. El PRO y el peronismo kirchnerista buscan polarizar en los medios de comunicación, pero ambos abren y cierran las escuelas según las encuestas.

Esta pelea, la hemos hecho en unidad, junto a Myriam Bregman, Gabriel Solano y celebramos el método de rotación de las bancas por el cual cada uno de los partidos que integramos el FIT-U tenemos nuestro espacio en el Congreso y las legislaturas, mostrando esa unidad.

Estamos viviendo una crisis histórica del capitalismo en el país y miles de trabajadores, jóvenes y mujeres que confiaron en que el gobierno de Fernández iba a ser distinto a Macri, se encuentran desilusionados ante las consecuencias del crecimiento de la desocupación, la inflación, la pobreza, los bajos salarios y una vacunación a cuenta gotas.

Más que nunca necesitamos fortalecer una alternativa política de izquierda y profundizar la experiencia del FIT-U. Ante el llamado de Myriam Bregman y Nicolás del Caño a unir a la izquierda compitiendo divididos en las PASO, proponemos rechazar la división de la izquierda y potenciar la unidad en una lista única. Ir divididos a las PASO no solo nos somete a un mecanismo prescriptivo, sino que nos quitaría fuerza para denunciar con claridad quienes son nuestros verdaderos enemigos. El PRO en la Ciudad y Fernández en el país, las opciones que hoy gobiernan para el FMI y la industria farmacéutica, contra el personal de salud, las y los docentes, las mujeres y la juventud que peleamos en las calles.

Desde Izquierda Socialista somos impulsores y fundadores del Frente de Izquierda (hoy FIT-U) que lleva más de 10 años, impulsando la unidad de los principales partidos de la izquierda en el país, que se ha constituido como una referencia ante trabajadores, jóvenes y las mujeres y que ha conquistado bancas al servicio de las luchas. Por eso, en la Ciudad llamamos a Myriam Bregman y a referentes de los partidos del FIT-U a conformar una lista única de la izquierda para las PASO y redoblar nuestros esfuerzos para incorporar a otros sectores, reiterando nuestro llamado a Luis Zamora de Autodeterminación y Libertad y al resto de las organizaciones de izquierda con quienes peleamos en las calles.

 

CONTACTOS

Legisladora Mercedes de Mendieta: 1165425363 @mechidemen
Legislador Pablo Almeida: 1133770008 @palmei
Secretaria de prensa: 1121664613

 

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Mientras seguimos transitando el pico de la segunda ola de la pandemia, la realidad política nos indica que ya ha empezado la campaña electoral. Todos los medios de comunicación hablan de las distintas internas y de cómo se conformarán las listas, tanto del gobernante peronismo del Frente de Todos como de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.

El gobierno de Alberto Fernández ya está plenamente en campaña. Se centra en las vacunas, mostrando que “ahora sí” están llegando, tratando de disimular los más de 90.000 muertos generados por los retrasos y por nunca haber expropiado las cien millones de vacunas que ya se produjeron en Garín.

Otra cosa que tampoco puede esconder es la enorme crisis económica, con millones de nuevos pobres y desocupados y con una clase trabajadora a la que cada día le alcanza menos su salario y con paritarias que siguen a la baja. El Frente de Todos busca disimular esta realidad otorgando algunas concesiones, como la más que tardía devolución del impuesto a las ganancias que se le retuvo en los primeros meses del año a millones de trabajadores; el insuficiente bono con que se pretende maquillar que los jubilados sigan perdiendo frente a la inflación y cobrando jubilaciones de indigencia, o con unos pocos planes sociales de más, o alimentos para los comedores que no cubren ni de lejos las necesidades.

Su discurso busca justificar que el desastre económico y social es consecuencia de la pandemia, escondiendo que, desde que asumió, ya lleva pagados 7.100 millones de dólares de deuda externa, un monto con el que se hubiera podido duplicar la ayuda social.

Peor aún, en las últimas horas se anunció que en las próximas semanas se pagarán 430 millones de dólares en efectivo al Club de París para evitar el “default” con este organismo. ¿Qué dirán frente a esto los firmantes del peronismo kirchnerista de la Proclama del 25 de Mayo, que venían mostrándose como “distintos” y planteaban la necesidad de suspender los pagos de la deuda externa hasta el fin de la pandemia?

El gobierno de Alberto Fernández trata de disimular todo esto recurriendo al argumento de que “si estuviera gobernando Macri sería peor”. Esconde detrás de este planteo que, junto con Cambiemos, vienen compartiendo una política, más allá del doble discurso “progresista” del Frente de Todos: priorizar a los usureros internacionales y el acuerdo con el FMI por encima de las necesidades populares.

La oposición patronal de Juntos por el Cambio, mientras tanto, sigue metida en su interna. Los radicales buscan “subir su propio precio” con nuevas candidaturas, como la de Facundo Manes. PRO negocia meter en Cambiemos a los libertarios de Espert. Pero, más allá de estas idas y venidas, Juntos por el Cambio, donde gobierna, lleva adelante las mismas políticas antipopulares y de ajuste que el Frente de Todos, además maneja la pandemia priorizando los negocios y es totalmente desaprensivo respecto de los contagios del pueblo trabajador. Además, por supuesto, del hecho más importante, ya gobernó con los famosos CEOs al servicio directo de los grandes capitalistas y los especuladores internacionales. Esta es la realidad aunque busque disfrazarla hablando de “autocríticas” o de cambiarse de nombre. 

Como vemos, ambos, el gobierno del Frente de Todos y la oposición de Cambiemos, buscan polarizar la elección pero no tienen absolutamente ninguna respuesta frente a lo que más preocupa al pueblo trabajador, que la plata no alcanza y se profundiza la pobreza.                                                                                                                                                                                                                           

Ante esta realidad, nosotros decimos que hay una alternativa. La que viene postulando el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U). La que se expresa en todas las luchas, donde se hace siempre presente y las apoya incondicionalmente. La que muestran sus diputados y legisladores en las bancas oponiéndose, en soledad, a los ajustes votados conjuntamente por el peronismo y Cambiemos.

Siempre postulando una salida de fondo. Para que haya plata para salarios y jubilaciones, trabajo, vacunas y un IFE de 40.000 pesos para el que lo necesite. Explicando que para esto la salida es dejar de pagar la deuda externa y decirle no al FMI, además de imponer un  impuesto especial a los grandes capitalistas, los banqueros y las multinacionales. Porque ahí está la plata para combatir la pandemia, el hambre y la pobreza.

En las elecciones que se vienen hay que enfrentar unidos a los candidatos del Frente de Todos y también de la oposición patronal de Juntos por el Cambio. Para dar esta pelea electoral ya tenemos una gran conquista, el Frente de Izquierda Unidad. A partir de allí, por supuesto, como siempre hicimos, tenemos que llamar a la vez a una mayor unidad de la izquierda.

Tenemos estos enormes desafíos en los meses que vienen. Por eso consideramos equivocado el planteo de Nicolás Del Caño y Myriam Bregman, del PTS, con quienes compartimos el FIT Unidad, que proponen que cada partido presente su propia lista en las primarias “si no hubiera un acuerdo”. ¡Pero en el FIT ya existe un acuerdo desde hace años! Proponer cambiarlo para ir a internas con listas separadas va en contra del FIT-U y tampoco favorece la unidad de toda la izquierda.

Desde Izquierda Socialista no estamos de acuerdo en ir a las PASO a pelearnos entre nosotros por los cargos. Sería dedicar la campaña electoral a la disputa interna en vez de enfrentar unidos a los candidatos patronales. Tiene que haber una lista única del FIT Unidad y de toda la izquierda, sin PASO. Sin hegemonismos de nadie.

Por eso reafirmamos que hay que mantener los acuerdos y equilibrios entre las distintas fuerzas del FIT-U, como la rotación de las bancas, que nos permitió avanzar en todos estos años. Porque el FIT nació derrotando unitariamente a las PASO. Ahora hagamos lo mismo y ampliémoslo al resto de la izquierda.

Ante los inmensos desafíos planteados, llamamos a defender al FIT-Unidad y a una mayor unidad de la izquierda, sin PASO.

 

 

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En pocas semanas se cumplirán los plazos que el gobierno impuso para la presentación de listas para participar en las elecciones de las PASO, que desde el Frente de Izquierda siempre hemos denunciado como tramposas y proscriptivas para la izquierda.

Una vez más, desde Izquierda Socialista, ratificamos nuestra política de unidad de toda la izquierda, para dar una pelea unitaria contra los partidos patronales, fundamentalmente ahora contra las diferentes variantes del peronismo (Frente de Todos) y de Juntos por el Cambio.

Por eso somos fundadores, impulsores y defensores del Frente de Izquierda que, desde el 2011, ha logrado unificar a los partidos más importantes de la izquierda argentina (PTS, PO, Izquierda Socialista), ha sumado candidaturas de sectores combativos independientes, de otros grupos de izquierda y, en 2019, logrado que se sumara también el MST, conformando allí el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U).

En esta nueva elección, y para combatir con más fuerza las tramposas PASO, seguiremos insistiendo a los sectores de izquierda que no se han sumado aún al FIT-U, que lo hagan.

A pocas semanas de la conformación de las listas del FIT-U, el PTS nos ha sorprendido con un llamado público hacia las elecciones, a “todas las fuerzas de la izquierda clasista y socialista”, a unirse para para crear una “potente alianza” electoral “para conquistar nuevas bancas”. Llamando a las fuerzas del FIT-U, a Autodeterminación y Libertad (AyL), de Luis Zamora, al Nuevo MAS y a Política Obrera. Y señalando que, si no hay acuerdos, “tenemos el recurso de las PASO”.

Este llamado público puede ser visto con simpatía por muchas compañeras y compañeros. Lógico, la unidad de la izquierda siempre es un anhelo de las y los luchadores.

Desde Izquierda Socialista nos enorgullece haber sido en el 2011 los impulsores de la formación del FIT y, desde el 2019, FIT-Unidad, que lo reivindicamos no solo para las elecciones, sino para intervenir a diario contra los gobiernos patronales de turno, para encarar en común las luchas y las tareas en los sindicatos contra la burocracia sindical.

En este marco queremos dar nuestra opinión sobre este llamado público y unilateral del PTS, porque lo consideramos muy equivocado. Por eso nos dirigimos al PTS, a las demás fuerzas que integramos el FIT-U (PO y MST) y a los luchadores, para clarificar ante la vanguardia nuestra posición.

Ya no es una sorpresa, sino casi una norma, que cuando llegan las elecciones el PTS lanza públicamente este tipo de llamados. Pero el centro de su propuesta no sólo no terminaría asegurando una mayor unidad de la izquierda, sino que complicaría la unidad de la izquierda existente, que es la del FITU.

Primero, el PTS sale unilateralmente con una propuesta que nunca propuso en la mesa nacional del FIT-U, donde nos reunimos los cuatro partidos que lo integramos. Nos hemos enterado de su propuesta al mismo tiempo que los diarios y las redes. Incluso del hecho de que sus militantes están levantando firmas. Es poco unitario este tipo de accionar, sin tener la posibilidad de antes hacer un intercambio entre todos los que integramos el FIT-U. Si se está por la unidad, lo primero sería mantener y consolidar la unidad del FIT-U, por ejemplo, discutiendo en la mesa nacional del FITU esta propuesta de llamado a nuevas fuerzas y de utilizar las PASO para dirimir cargos entre nosotros.

 

Segundo, llama a concretar la unidad a los partidos del FIT-U. Esto es una incoherencia. Ya estamos unidos. Ya hay una alianza electoral que, según dicen en su llamado, “obtuvo el 80% de los votos (de la izquierda) en las últimas elecciones”. Entonces, hay una contradicción.

El PTS afirma, en el texto firmado por Nicolás Del Caño y Myriam Bregman, que hay un “inexplicable divisionismo en la izquierda”. Es una definición muy llamativa. El Frente de Izquierda existe desde el 2011 y, según el PTS, hemos sacado el 80% de los votos de la izquierda en la última elección. El FIT-U existe y viene logrando diputados nacionales, en la legislatura de CABA y en distintas legislaturas provinciales, con votaciones muy importantes en todo el país. Es un referente ante miles y miles de luchadoras y luchadores. Entonces, sorprende que el PTS publique por las suyas y sin discutir en la mesa del FIT-U, un llamado donde afirma que hay “un inexplicable divisionismo en la izquierda”. No es así. Desde hace diez años hay un frente unitario, del cual es parte el PTS, que se ha consolidado y que incluso ha impactado en la izquierda revolucionaria mundial, que tiene como referencia esta unidad lograda entre la amplia mayoría de las fuerzas de la izquierda clasista y socialista del país.

El PTS también llama a romper el “rutinarismo y el sectarismo que existe en sectores de la izquierda”. Pero ¿a quienes se refiere?

Por fuera del FIT-U existe, en un distrito, en la Ciudad de Buenos Aires, la organización A y L, que encabeza Luis Zamora, y el Nuevo MAS en algunos distritos. También hay algo nuevo, que es la denominada Tendencia del Partido Obrero, que rompió con este y con el FIT-U. Nada es muy novedoso. Al compañero Zamora se lo ha convocado numerosas veces y siempre reitera su rechazo. Tiene todo el derecho a hacerlo. Ya ha manifestado nuevamente que no está de acuerdo en integrar nuestra unidad de izquierda porque está en contra del criterio de construir partidos revolucionarios. No estamos de acuerdo con él. Tiene otra visión.

El Nuevo MAS lleva años de críticas al FIT-U y rechazando integrarse. Ojalá cambiara de opinión y se sumara.

También estaríamos de acuerdo en que los compañeros de la Tendencia de Altamira y Ramal vuelvan al FIT-U. Ojalá pudiéramos llegar a acuerdos. Por ahora, desde su nacimiento han criticado virulentamente al FIT-U y están haciendo una alianza electoral con el Nuevo MAS, opuesta al FIT-U. Pese a todo ello, desde Izquierda Socialista, estamos muy de acuerdo en proponerles que se sumen a una unidad con el FIT-U.

Pero en lo que no acordamos con el PTS es que, porque nunca se sumó Zamora y el Nuevo MAS al Frente de Izquierda, se minimice el logro de la existencia del FIT-U que, insistimos, el propio PTS dice que logró el 80% de los votos de la izquierda.

Uno de los problemas más importantes que queremos señalar a toda la vanguardia es que el PTS está desconociendo al FIT-U. En su propuesta, firmada por Del Caño y Bregman, propone diluir al FIT-U, ya que nos incluye en su llamado en un pie de igualdad con los no miembros del FIT-U: “llamando a las fuerzas que ya integran el Frente de Izquierda y de Trabajadores –Unidad- y a las demás organizaciones de izquierda: Autodeterminación y Libertad, Nuevo MAS y Política Obrera” para “explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo”. Pero: ¡hace diez años que tenemos un acuerdo!

 

Y agregan: “De no arribar a un acuerdo, tenemos el recurso de las PASO”. Y propone “ordenar las listas proporcionalmente a lo que obtenga cada partido (o bloque de partidos)”. O sea, que Nicolás Del Caño y Myriam Bregman están planteado la posibilidad de que cada uno de los partidos que hoy estamos integrando el FIT-U actúe por las suyas, se presente aparte o en un “bloque” distinto al FIT-U. Ya existe un “bloque”, una “alianza” y bastante “potente”, ya que según ellos tuvo el 80% de los votos de la izquierda. Es una propuesta que podría dar fin al FIT-U, para ir a una interna en las PASO.

Usar el mecanismo de las PASO para dirimir diferencias de lugares en la izquierda puede sonar bien para muchas compañeras y compañeros. Pensando que sería una forma de ayudar a la unidad. Pero en realidad sería lo opuesto.

Entrar en elecciones primarias, con cada partido disputando contra los demás, es lo menos unitario que podemos pensar. Ya que en vez de unirnos para dar con fuerza la batalla política y electoral común contra los partidos patronales, al peronismo y a la oposición de Cambiemos, estaríamos haciendo campaña por el voto de todos contra todos en el propio FIT-U. Peleando entre nosotros por cargos, en una lucha desgastante y no contra el enemigo común. Cuando ya el FIT-U tiene su programa y acuerdos que llevan años. La norma ha sido funcionar por acuerdos y consensos, y con las bancas rotativas. La excepción fue usar las PASO en el 2015.

Le decimos a las y los luchadores que imaginen lo que sería el espectáculo de vernos, a los militantes de los partidos del FIT-U, peleándonos en los lugares de trabajo, estudio o en la calle llamando a votar a favor o en contra de tal o cual partido del FIT-U.  En vez de aparecer todos unidos en la misma lista denunciando a las y los candidatos del Frente de Todos o de Cambiemos y sus políticas de ajuste contra la clase trabajadora.

Llegar a eso sería lamentable y opuesto a una ayuda para la unidad de la izquierda. Lo que ayuda a la unidad es llegar a acuerdos programáticos, de funcionamiento y ordenamiento, y no ir a enfrentamientos en las PASO por cargos y orden en las listas.

Desde Izquierda Socialista proponemos sostener y fortalecer el acuerdo existente, que ya tiene un programa, un funcionamiento de las bancas rotativas, una trayectoria seria y reconocida. Todo eso, en primer lugar, hay que defenderlo. Así somos unitarios. Poner en riesgo esos logros no es ser unitario.

Evitar una pelea electoral en el seno del FIT-U y la izquierda es lo más importante. Pero también es importante recordar que tanto Izquierda Socialista como el Frente de Izquierda nos hemos pronunciado contra el mecanismo de las PASO. Porque es lo opuesto a un mecanismo realmente democrático. Se instaló para dificultar que la izquierda se presente. Por eso en el 2011 pudimos derrotar ese intento proscriptivo presentado una lista única de la izquierda con el Frente de Izquierda. Además, ir con listas separadas nos pone en manos de las leyes y los jueces burgueses para dirimir cuestiones que, como izquierda, deberíamos resolver de otro modo.

Existe el peligro que detrás de esta propuesta, el PTS busque que su partido sea hegemónico por sobre los demás en el FIT-U. Ya que, en reuniones anteriores a este llamado, el PTS planteó que su propuesta es encabezar en todos los principales distritos. Incluso en aquellos donde otras fuerzas vienen encabezando hace años. Y que, si no se llega a un acuerdo, se debería dirimir en las PASO con listas separadas.

La vanguardia sindical y juvenil conoce que no son los planteos y acciones unitarios lo que caracterizan al PTS. Veamos el frente sindical. Los compañeros, por ejemplo, demoraron varios años en sumarse al Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC). Y, desde que al fin se sumaron, hacen acciones paralelas que debilitan al PSC. Lo vimos en la última jornada el 11 de junio, cuando había una jornada convocada y ellos hicieron un plenario propio, para convocar en simultánea a otra acción en el Puente Pueyrredón y negarse a participar de las diferentes acciones del PSC en el resto del país. O a presentar listas de oposición contra las direcciones combativas en ferroviarios, Sutna o ATEN, llegando hasta a llevar a derrotas en manos de la burocracia.

Por otro lado, en el FIT-U ya teníamos un acuerdo común para las elecciones anteriores, que lo hicimos público, de llamar al Nuevo MAS, a Luis Zamora y a otros partidos que tuvieran interés de sumarse a la unidad, a establecer un acuerdo en base a la proporcionalidad de lo obtenido en las elecciones, que nos daba una medida. El PTS no retoma aquel acuerdo, sino que lo rompe.

Nosotros desde Izquierda Socialista queremos llamar a los compañeros del PTS a que abandonen este tipo de propuestas, que no ayudan a fortalecer la única unidad de la izquierda existente, que es la del FIT-U.

La gran tarea es defender y fortalecer esa unidad, no sólo para las elecciones, sino para enfrentar al gobierno actual y sus ajustes. También para las próximas elecciones buscar consenso y acuerdos y en común buscar a todo aquel que quiera sumarse a una mayor unidad.

Es necesario, como gran tarea prioritaria, fortalecer al FIT-U como una alternativa política para los cambios de fondo. La realidad de las luchas de Latinoamérica, de Chile, Brasil, Perú y Colombia, muestran esa gran necesidad.

 

Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista

18 de junio de 2021

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Facebook: Juan Carlos Giordano

Prensa: 1160540129 @PrensaIzquierda

 

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional Izquierda Socialista / FIT Unidad

El gobierno llegó a un acuerdo con el Club de París. La Argentina hará un nuevo desembolso a cuenta, por 430 millones de dólares, como parte de los 2.400 millones que tiene que pagar. Plata que debería ir a combatir la pandemia, no a los usureros internacionales.

La noticia vuelve y vuelve. ¡Otro pago de deuda externa! ¡Otros millones de dólares que se van en plena pandemia! ¡Otra fuga de dinero millonaria para los usureros internacionales mientras el gobierno dice que “prioriza a los más vulnerables”! 

“Hemos llegado a un entendimiento con el Club de París para establecer un puente que nos permita evitar una cesación de pagos”, anunció el ministro Guzmán. “Un incumplimiento hubiese sido un golpe a la economía”, remarcó. Para el ministro, pagar una deuda usurera le “hace bien” a la economía.

¿A quién se le está pagando? El Club de París está conformado por países imperialistas (Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Rusia, España, Reino Unido, Estados Unidos, entre otros) y fue creado para cobrar conjuntamente las deudas a los países dependientes como el nuestro. Pero son falsas deudas, originadas en plena dictadura militar, esencialmente por préstamos de países imperialistas a sus empresas que no se pagaron y que luego, en 1982, fueron estatizadas por Domingo Felipe Cavallo. Alemania, principal “acreedor”, lo es por préstamos para la compra de armamento.

Todos los gobiernos reconocieron la deuda con el Club de París y la pagaron religiosamente. Kicillof, durante el gobierno de Cristina Fernández, por ejemplo, aceptó que esa deuda se incrementara de 6.000 a 9.000 millones de dólares.

“Algunos de los países miembros del Club cuestionaron que, mientras Argentina le pedía un perdón, seguía adelante con las obligaciones con otros países como China, a quien se pagarán 30 millones de dólares esta semana”. O sea que la Argentina paga y paga, al Club de París, a China, a los bonistas y al FMI. En total serán algo más de 500 millones a pagar en julio.

Este pago se suma a los 7.100 millones de dólares que ya se abonaron desde que el gobierno asumió. ¡En plena pandemia, mientras siguen los contagios y las muertes y crecen el hambre, la pobreza y el robo salarial y jubilatorio!

Este pago tiene el aval del FMI. Mientras el gobierno “renegocia” con el Fondo Monetario paga puntualmente. Ni qué hablar de los 50.000 millones de dólares que contrajo Macri y que el gobierno reconoció y está ahora renegociando. “Fueron a la bicicleta financiera”, dice Fernández, pero lo va a pagar igual sometiéndonos a nuevos condicionamientos, más entrega de la soberanía y más ajuste.

Ya hay un ajuste, que el gobierno niega, para pagar la deuda. Lo prueba la movilidad jubilatoria a la baja que le permitió al gobierno recortar 2.800 millones de dólares del presupuesto que tenían que ir para las jubiladas y los jubilados. Lo muestra ahora también la noticia sobre que en los últimos tres años el ajuste previsional fue de 29 por ciento. También sacó el IFE, ¿para qué? Para pagar la deuda. Ajuste que se aplica también en Colombia, Ecuador, Brasil, Perú y distintos países latinoamericanos. Decir que hay un FMI bueno, como sostiene el gobierno, es de un cinismo absoluto.

El acuerdo con el FMI, según trascendidos, pasaría para después de las elecciones o a 2022. Mientras el gobierno pague…, dicen desde ese organismo usurero y explotador, no hay problema. “Nuestro objetivo es tener un buen acuerdo, hay un diálogo constructivo”, dijo el ministro Guzmán sobre las negociaciones con el FMI.

Ante este nuevo pago vale la pregunta ¿qué dicen los políticos ligados al peronismo kirchnerista y los dirigentes sindicales de la CGT y las CTA que firmaron la Proclama del 25 de Mayo diciendo que la Argentina debía “impulsar la suspensión de los pagos por capital e intereses con el FMI y el Club de París mientras se extienda la emergencia sanitaria”? Esperemos que repudien este nuevo pago entreguista y hagan algo. Eso es lo que le venimos reclamando desde Izquierda Socialista.

Estamos de acuerdo en que se suspendan los pagos aunque sea mientras dure la pandemia. Por eso les planteamos a los firmantes de la proclama que convoquen a luchar para imponerlo, a llevar la propuesta al movimiento obrero, a sacar pronunciamientos de asambleas y plenarios de delegados y a llamar a otros sectores a sumarse.

Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad llamamos a repudiar este nuevo pago y a luchar en las calles y en las elecciones para que esa plata vaya a salario y trabajo, no para los delincuentes de guante blanco del Club de París, los bonistas y el FMI.

 

 

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Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional Izquierda Socialista / FIT Unidad

En estos días Cristina Kirchner manifestó su preocupación por la salud y esbozó algunas propuestas. Es un tema sensible que necesita respuestas urgentes por las serias falencias observadas durante la pandemia que el Frente de Todos no resolvió. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad presentamos un proyecto de ley con nuestras propuestas y seguimos apoyando a los trabajadores de la salud en el camino para lograr un sistema de salud único, estatal, gratuito y de excelencia para todas y todos.

Es importante decir que los cuatro años de macrismo fueron desastrosos para la salud pública. El presupuesto para el sector, que desde el gobierno peronista kirchnerista venía bajando año a año, con Macri y Vidal llegó a uno de los peores niveles históricos. Pero queda claro que el deterioro de la salud pública ha sido una constante de los últimos gobiernos, es lo que demuestran las innumerables luchas que dieron los trabajadores del sector teniendo que autoorganizarse para superar las traiciones de la burocracia sindical, como aconteció en Neuquén. Sin embargo, en períodos electorales, los políticos patronales renuevan sus promesas con supuestas soluciones para resolver los problemas de la salud que ellos mismos generaron.

La vicepresidenta declaró: “Vamos a tener que repensar todo el sistema de salud en la Argentina para hacer un uso más eficiente de los recursos”, lo que causó un revuelo en los sectores de la medicina prepaga y la dirigencia de la oposición patronal de Cambiemos. Hasta la burocracia sindical se puso nerviosa ante la posibilidad de perder los recursos de las obras sociales que le permiten hacer caja. La cuestionan porque, supuestamente, es una propuesta para estatizar el sistema, algo que sectores kirchneristas y el propio gobierno peronista se apuraron en desmentir. 

Es evidente que el peronismo kirchnerista, que gobernó doce años en los que se profundizó el deterioro del sistema de salud, no lo va a estatizar ahora. Lo que está “repensando” la vicepresidenta se basa en un proyecto del Instituto Patria, de donde no se desprende la estatización. El proyecto, denominado Sistema Nacional Integrado de Salud Argentino, habla de un “sistema mixto” donde el “subsector público” trabajará con “mecanismos de regulación ágiles y transparentes para el subsector privado”. Dicen que se va a beneficiar a los trabajadores, pero no cambian la estructura económica del sector, con lo que las prepagas continuarán garantizando sus ganancias. 

Es parte de lo que ya hizo el kirchnerismo y que hoy vemos en la provincia de Buenos Aires, tercerizar y privatizar partes del sistema de salud. Cuando un hospital público no tenga un tomógrafo o camas suficientes, por ejemplo, tercerizarán el servicio. El Estado no va a crear instalaciones propias para paliar los déficits, le va a pagar a los privados para que presten el servicio. Continuarán enviando fondos del Estado para financiar el sistema privado de salud. Lo que pone nerviosas a las prepagas, a la oposición patronal y a la propia burocracia sindical es quién va a controlar los fondos destinados al sector. Es la pelea por el cofre de la salud.

Por la creación de un sistema nacional único de salud

Desde Izquierda Socialista y el FIT-Unidad, rechazamos esta política de participación público-privada del Frente de Todos, que en realidad es una propuesta que tiene el objetivo de fomentar el negocio privado de la salud. Por eso hemos presentado desde nuestra bancada, con asesoramiento de miembros de la Cicop, un proyecto de ley de emergencia* que, sin ambigüedades, propone crear el sistema nacional único de salud (SNUS), que reunirá la totalidad de las instalaciones, recursos físicos y tecnológicos destinados al cuidado de la salud. El subsector privado y el de la seguridad social deberán integrarse transitoriamente al SNUS hasta tanto se establezca su definitiva incorporación al sistema estatal.

Nuestro proyecto establece la gratuidad absoluta de todas las prestaciones y contempla que “la provisión de medicamentos, vacunas y prótesis será de carácter gratuito y universal y quedará a cargo del Estado nacional”. El artículo 10 propone implementar “una política salarial que haga innecesario el pluriempleo de los trabajadores de salud” y, sobre el personal de enfermería, “tendrá la categoría de profesional de la salud y así será considerado a todos los efectos”.

Descartamos la tercerización de los servicios, tanto de la atención sanitaria como de los servicios generales. Y finalmente decimos que “el financiamiento del subsector estatal provendrá de la unificación de los presupuestos actuales de las distintas jurisdicciones en un solo fondo, que será inmediatamente triplicado proviniendo tal financiamiento de Rentas generales y el no pago de la deuda externa”.

No hay salida para la salud pública con las políticas  que vienen aplicando los diferentes gobiernos patronales desde hace décadas. Todos responden a las recomendaciones de los organismos financieros internacionales que dependen del imperialismo. Llamamos a los usuarios de la salud pública y a los trabajadores del sector a sumarse a estas propuestas para luchar en defensa del hospital público y por la reorganización y centralización de los recursos y esfuerzos en un sistema nacional de salud único para garantizar que el pueblo tenga acceso a una salud pública universal, gratuita y de excelencia para todas y todos.

*Ver el texto completo del proyecto en

 www.izquierdasocialista.org

 

 

 

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