| Municipio | % |
|
Almirante Brown Avellaneda Berazategui Esteban Echeverría Ezeiza Florencio Varela General San Martín Hurlingham Ituzaingó José C. Paz La Matanza Lanús Lomas de Zamora Malvinas Argentinas Merlo Moreno Morón Quilmes San Fernando San Isidro San Miguel Tigre Tres de Febrero Vicente López |
5,79 3,49 3,77 4,92 3,64 6,08 3,53 4,13 5,60 5,72 7,57 6,22 4,96 2,83 6,63 4,43 5,79 6,30 2,51 4,12 4,79 3,60 4,75 5,43 |
|
|
|
| Sección electoral | % |
| Primera | 4,22 |
| Segunda | 1,87 |
| Tercera | 5,66 |
| Cuarta | 1,25 |
| Quinta | 2,52 |
| Sexta | 3,10 |
| Séptima | 2,52 |
| Octava | 5,50 |
Mónica es dirigenta nacional de Izquierda Socialista y diputada nacional por la provincia de Buenos Aires (mc), como parte de las bancas rotativas del Frente de Izquierda Unidad.
Es ferroviaria, feminista y socialista. Integra el cuerpo de delegados de la Seccional Oeste de la Unión Ferroviaria, junto a Rubén “Pollo” Sobrero.
Tiene 62 años, nació y vive en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Comenzó a militar en la izquierda durante la última dictadura militar. En la década del 80 fue delegada y parte de la directiva de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA), participando en las primeras listas antiburocráticas que se organizaban contra las listas únicas en los sindicatos.
Entre 2015 y 2017 fue diputada provincial en la legislatura bonaerense. En 2019, 2021 y 2024 fue diputada nacional, siempre por Izquierda Socialista. Durante sus mandatos percibió un ingreso equivalente a su sueldo de ferroviaria y donó el resto de su dieta para las luchas y la construcción partidaria. Al finalizar cada mandato, volvió a trabajar en el sector de limpieza del Ferrocarril Sarmiento, hecho que tuvo repercusión internacional.
Se destacó en la lucha contra la privatización y la corrupción que derivaron en la Masacre de Once. Es una de las impulsoras de la agrupación ferroviaria Mujer Bonita es la que Lucha, que logró avances en igualdad laboral, y de la Casa que Abraza, un espacio para combatir la violencia de género en el ámbito ferroviario.
Mónica también es dirigenta de la agrupación feminista socialista Isadora. Fue una de las firmantes del proyecto de Ley por el aborto legal, seguro y gratuito, y es referente en la lucha por los derechos de las mujeres y demás personas con capacidad gestante.
A lo largo de su trayectoria presentó diversos proyectos de ley: la reestatización del sistema ferroviario y del sistema de autopistas (junto a trabajadores de Vialidad y organizaciones de usuarios); medidas contra el extractivismo saqueador de la megaminería; la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa; la creación de un sistema de salud nacional, estatal, gratuito y de calidad; la ley de cupo laboral trans en el transporte; y la construcción de 500 mil viviendas populares financiadas con los recursos que hoy se destinan al pago de la deuda externa.
Entre sus últimos proyectos están: Pedido de juicio político a Milei por la estafa cripto ($LIBRA), el pedido de interpelación al Ministro de Salud por el Hospital Garrahan y una Ley de Plan Económico obrero y popular opuesto al plan del gobierno.
Su participación en las legislaturas es una voz para las luchas y por una salida política de fondo obrera y socialista.
Escribe Guido Poletti
El Frente de Izquierda hizo una gran elección, fruto de una campaña desplegada principalmente en todo el conurbano. Mesas de propaganda, pintadas, pegatinas: todo a pulmón, como siempre. Porque a nosotros no nos sostienen las patronales; cada cosa que hacemos es producto del esfuerzo militante. Lo mismo ocurrió con los miles de fiscales que cuidaron los votos, que lo hicieron de manera voluntaria, en contraste con los fiscales pagos que desplegaron el peronismo, La Libertad Avanza o Somos.
Ahora enfrentamos un nuevo desafío. Estamos en una coyuntura distinta, con espacio para darle pelea a Milei y derrotarlo. En lo inmediato, se acerca la elección nacional del 26 de octubre, donde buscamos meter más diputadas y diputados del FIT-U en el Congreso.
Por eso te invitamos a sumarte. Vení a reunirte con nosotros, con Izquierda Socialista, uno de los partidos fundadores del Frente de Izquierda. Participá de nuestras reuniones para debatir y discutir ideas, ayudanos en la campaña electoral que empieza ya mismo, difundí nuestra propuesta entre tu círculo cercano. Sé parte del apoyo a todas las luchas y de la construcción del sindicalismo combativo.
Necesitamos más brazos, llegar a más barrios, estar presentes en más fábricas, oficinas, colegios y facultades. Queremos abrir más locales y ser cada día más. Los desafíos que se vienen son enormes. El primero, derrotar definitivamente el plan motosierra de Milei. Pero también está el debate sobre quién debe gobernar este país.
Todos los partidos patronales ya gobernaron y, sin excepción, nos hundieron. Es hora de que gobiernen quienes no tienen complicidad con el desastre actual: las y los trabajadores y la izquierda, en el camino de construir una sociedad socialista con plena democracia para el pueblo trabajador.
En Izquierda Socialista hay un lugar para vos: un espacio para debatir, participar y luchar. Sumate para fortalecer al Frente de Izquierda Unidad.
Escribe Adolfo Santos, dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
El domingo 31 de agosto una multitud emocionada despidió desde el puerto de Barcelona a la Flotilla Global Sumud. Más de veinte embarcaciones y unas 400 personas partieron con un objetivo claro: llegar a la Franja de Gaza para intentar romper el bloqueo genocida impuesto por el gobierno sionista de Israel y abrir un corredor humanitario que permita llevar víveres, medicamentos y personal de salud
Esta nueva expedición busca alcanzar las costas de Gaza con ayuda humanitaria, en un contexto en el que la condena mundial a Israel crece al ritmo de la resistencia del pueblo palestino. El nombre de la Flotilla, Sumud, significa “perseverancia” en árabe y expresa el arraigo a la tierra palestina, a pesar del sufrimiento impuesto por la ocupación. En los próximos días, otras embarcaciones se sumarán desde Sicilia y Túnez, en una gran demostración de solidaridad internacional con la lucha del pueblo palestino. Otros intentos de romper el bloqueo, fueron interceptados por el ejército israelí, cuyo objetivo es provocar escasez de alimentos y recursos para generar desnutrición, hambre y muerte.
Al frente de esta expedición se encuentra la activista sueca Greta Thunberg, acompañada por el coordinador Saif Abukeshek y el brasileño Thiago Ávila. Thunberg ya había encabezado la “Flotilla de la Libertad” a principios de este año, impedida de avanzar frente a las costas de Malta por el ejército israelí. En esa oportunidad, declaró que, ante la defección de los gobiernos europeos, “queda la resistencia” para “terminar con el cerco, la hambruna, el genocidio y el apartheid”.
De la travesía participan delegaciones y personalidades de 44 países. Entre ellas, figuras como el actor irlandés Liam Cunningham (Game of Thrones), el español Eduard Fernández, la legisladora europea Irene Montero y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, además de contar con el apoyo de artistas como Susan Sarandon y Mark Ruffalo. Desde Argentina forman parte Juan Carlos Giordano, diputado nacional (Izquierda Socialista/FIT Unidad), y Ezequiel Peressini, legislador (mc) de Córdoba, ambos como parte de la delegación de la UIT-CI en el barco Sirius, la embarcación número 22 de la Flotilla. También viajan, en otras embarcaciones la dirigenta Celeste Fierro (MST/FIT Unidad) y el reconocido fotógrafo Nicolás Marín.
El sionismo genocida, cada vez más aislado
La Flotilla es la punta de lanza de una ola internacional de movilizaciones que exigen el fin del genocidio en Gaza y la apertura de un corredor humanitario. Mientras millones marchan en todo el mundo, los gobiernos imperialistas de Estados Unidos y Europa se limitan a declaraciones hipócritas. Continúan comerciando, vendiendo armas y manteniendo relaciones diplomáticas con Israel, que ha reducido Gaza a escombros.
Sin embargo, la movilización popular no se detiene. Desde la adhesión de los portuarios de Génova, hasta la interrupción de la XI etapa de la Vuelta a España en Bilbao para exigir la retirada del equipo de Israel, o los 23 minutos de ovación en el Festival de Venecia a la película La voz de Hind, sobre el rescate de una niña palestina, la solidaridad mundial se multiplica. Estas acciones dejan cada vez más aislado al sionismo y son el motor que impulsa a la Flotilla Sumud, expresión concreta del clamor popular: ¡Fuera el sionismo genocida de Gaza!
Una tarea histórica
Derrotar el genocidio es una tarea urgente y global. La Flotilla Sumud, con cientos de activistas a bordo, es un símbolo de esa lucha y merece todo el apoyo internacional. Es fundamental unir a millones de personas, organizaciones de derechos humanos y personalidades de distintos ámbitos para terminar con esta tragedia.
Exigimos a los gobiernos del mundo que garanticen la seguridad de la Flotilla en aguas internacionales y rompan relaciones con Israel para aislar definitivamente al Estado terrorista, a Benjnamín Netanyahu y a su ejército asesino. Al mismo tiempo, llamamos a fortalecer la movilización mundial y asistir con ayuda humanitaria a la resistencia en Gaza.
Ese es el camino para construir una Palestina única, democrática, laica y no racista. ¡Palestina libre, del río al mar!
Juan Carlos Giordano
Diputado nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad y dirigente de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional
Las noches de los ataques fueron tensas. Durante el primero estaba junto a Ezequiel Peressini y el resto de nuestra tripulación, cuando nos llegó la noticia: la embarcación Family había sido impactada. Ese barco había trasladado desde Barcelona a Túnez a Greta Thunberg, Thiago Ávila, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y otras personalidades que forman parte de la Flotilla Global Sumud, la mayor misión humanitaria que ha partido hasta ahora hacia Gaza.
Este primer ataque ocurrió a tan solo 200 metros del puerto de Túnez, mientras la Family estaba con una tripulación de guardia. Un dron, volando a unos diez metros de altura, lanzó fuego sobre la embarcación. Se produjo un pequeño incendio que, por suerte, fue apagado inmediatamente. No hubo heridos y los daños materiales fueron mínimos, pero el hecho fue una señal clara: intentaron amedrentarnos. Menos de 24 horas después, la embarcación Alma, con bandera británica, también recibió una agresión con las mismas características, que derivó en otro incendio. Ambas naves fueron reacondicionadas para continuar rumbo a Gaza.
Nosotros no tenemos dudas de quién es el responsable: el Estado sionista de Israel. Con sus drones, helicópteros y toda su maquinaria militar, busca frenar a quienes denunciamos su genocidio contra el pueblo palestino. El ministro de Seguridad israelí, Itamar Ben-Gvir, nos ha tildado de “terroristas”, y este ataque es la consecuencia de esa campaña. Lo hicieron desde lejos, en un puerto como el de Túnez, con el claro objetivo de mandar un mensaje: “Esto es lo que les puede pasar si siguen adelante”. Pero no nos van a detener.
Cuando se supo la noticia del primer ataque, el puerto se llenó de gente. El pueblo tunecino se autoconvocó de manera inmediata, cientos de personas fueron a mostrar su solidaridad con la flotilla. Hubo repudio unánime de las delegaciones de los 44 países que participamos y realizamos una conferencia de prensa junto a la relatora de la ONU Francesca Albanese, quien ha condenado en reiteradas oportunidades el genocidio israelí. Ese abrazo solidario nos dio más fuerza.
Lejos de debilitarnos, este ataque nos fortaleció. Hoy somos 20 embarcaciones que partimos desde Barcelona, otras 20 que se suman desde Túnez y se espera que se agreguen varias más desde Italia. En total, seremos unas 60 naves. Nunca en la historia una flotilla humanitaria por Gaza alcanzó semejante magnitud: la anterior más numerosa apenas tenía siete barcos. Esto explica el nerviosismo del gobierno israelí, porque saben que para intentar detenernos deberán desplegar un operativo militar enorme. Están perdiendo la pelea política y mediática: millones en todo el mundo repudian el genocidio y exigen el fin del bloqueo.
Algunos medios hablan de “presunto ataque”, como si lo ocurrido fuera dudoso. Es falso. Los compañeros que estaban de guardia en la Family vieron claramente el dron y cómo lanzó el fuego sobre la nave. Hay testimonios contundentes y registros en video. Los que niegan el ataque son voceros pagos de Israel, interesados en sembrar confusión.
Nuestra flotilla no busca enfrentarse militarmente a nadie. Somos una misión humanitaria. Contamos con capitanes, marineros y médicos en cada barco. Organizamos guardias, mantenemos rutinas de limpieza, alimentación y cuidados para resistir los mareos y el desgaste de navegar durante días en mar abierto. Las medidas de seguridad están 100% garantizadas dentro de la flotilla. Lo que falta es que los gobiernos del mundo dejen de ser cómplices de Israel y tomen medidas reales: embargos de armas, rupturas diplomáticas y la creación de un cordón de protección en aguas internacionales para garantizar que podamos llegar a Gaza.
Mientras tanto seguimos navegando, orgullosos de representar a millones que se movilizan por la causa palestina. Esta flotilla es la expresión concreta de la solidaridad internacionalista. No importa cuántos drones lancen, no importa cuántas amenazas nos hagan: vamos a llegar a Gaza con ayuda humanitaria y con un mensaje claro. Llevamos víveres, medicamentos y personal de salud, pero sobre todo, llevamos la voz de millones que exigen el fin del genocidio y la libertad para Palestina.
Desde Izquierda Socialista y la UIT-CI, estar aquí es un compromiso histórico. Lo que vivimos es una gesta internacionalista que quedará grabada en la memoria de todos los pueblos que luchan contra la opresión. No nos amedrentan. Cada ataque del sionismo nos da más razones para seguir adelante y para gritar más fuerte: ¡Palestina libre, del río al mar!
Ezequiel Peressini
Dirigente de Izquierda Socialista y de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores - Cuarta Internacional
El 9 de septiembre amanecimos en Túnez con bronca pero más fuertes que nunca, junto a Juan Carlos Giordano y el resto de la tripulación. Cada milla que avanzamos nos acerca a nuestro objetivo: romper el bloqueo genocida de Israel y llevar ayuda humanitaria a Gaza, donde miles de personas resisten en condiciones inhumanas.
En las últimas 48 horas sufrimos dos ataques con drones. Pero además dos noticias que impactaron a toda la flotilla. Primero el desalojo forzado que pretenden hacer de la población gazatí, ante una nueva ofensiva terrestre ordenada por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien desesperado y acorralado por la movilización busca intensificar la ofensiva. Y segundo el ataque en Qatar que dejó seis víctimas.
Ambas son nuevas acciones desesperadas de un régimen, un gobierno y un estado en crisis, que está cada vez más aislado y con un crecimiento del clamor popular por el fin del genocidio. En la Franja de Gaza hay dos millones y medio de personas que viven en una cárcel a cielo abierto, que es bombardeada, acribillada y sometida al hambre como instrumento de tortura.
Llamamos a los pueblos del mundo a sostener una consecuente movilización y a las organizaciones obreras, populares, de los trabajadores, las mujeres y la juventud, a sostener, desarrollar y extender la movilización en apoyo al pueblo palestino para terminar con el genocidio.
La movilización debe triunfar y exigimos a todos los gobiernos la ruptura inmediata de las relaciones económicas, diplomáticas, políticas y militares con el Estado sionista de Israel. El pueblo palestino debe estar en sus tierras y ser libre del río al mar.
Nuestra misión es pacífica y humanitaria. Llevamos víveres, medicamentos y personal de salud, pero también llevamos la voz de millones que, en todo el mundo, repudian el genocidio israelí. Seguimos adelante con la certeza de que representamos la dignidad de un pueblo que resiste y la solidaridad internacionalista que crece día a día. No importa cuántos drones envíen ni cuántas amenazas lancen: vamos a llegar a Gaza, romper el bloqueo y demostrar que la solidaridad internacional es más fuerte que el miedo.