
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a las elecciones en la Argentina y declaró: “Quiero felicitar al vencedor Milei, fue grandioso el triunfo de La Libertad Avanza”, para luego admitir sin rodeos: “Tuvo mucha ayuda de nosotros. Le di un respaldo muy fuerte. Fue realmente inesperado tener esa victoria”.
Literalmente, salvaron al gobierno. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, intervino de manera directa en el mercado de cambios argentino a través del JPMorgan y el Citibank, comprando dólares o pesos según resultara conveniente para sostener artificialmente la economía y evitar que estallara antes de las elecciones. Se trata de una intromisión colonial pocas veces vista, ejecutada para sostener a un gobierno servil a los intereses norteamericanos.
Por si quedaba alguna duda sobre quiénes se benefician con el “salvataje” yanqui, el propio Trump lo aclaró al justificar ante su electorado por qué dispuso millones de dólares para la Argentina: “Estados Unidos ha ganado mucho dinero con esta elección, porque los bonos han subido”. Traducido: los fondos buitres y especuladores financieros de Wall Street hicieron un negocio monumental con la suba de los bonos argentinos y la continuidad del endeudamiento externo. Además, Estados Unidos busca arrodillar aún más al país mediante su “amigo” Milei para profundizar el saqueo de nuestros recursos naturales y bienes comunes: petróleo, gas, litio y minerales estratégicos indispensables para la industria tecnológica, médica, militar y energética de las multinacionales norteamericanas.
Un Trump sin filtro lo reveló crudamente ante el mundo: “Nos estamos quedando con muchos de los países de América del Sur, estamos obteniendo un manejo muy fuerte de muchas maneras” (Clarín, 28/10). Ese es el verdadero plan detrás del apoyo imperialista a Milei: más deuda, más dependencia, más saqueo y más destrucción ambiental, todo a costa del pueblo trabajador argentino. Ese es el camino que quieren imponer. Es lo que tenemos que impedir con organización y lucha.










