Escribe Guido Poletti

El gobierno ya recibió una paliza en la elección bonaerense del 7 de septiembre, pero insiste con más ajuste y entrega. El peronismo tampoco es la salida para el pueblo trabajador. Es momento de votar a quienes nunca gobernaron: el Frente de Izquierda Unidad.

Javier Milei y su gestión están en crisis. Tras la derrota electoral, se profundizaron los problemas: hubo corridas contra el dólar y el gobierno salió a endeudarse con la administración de Donald Trump, agravando la impagable deuda externa. Mientras la movilización popular forzaba al Congreso a rechazar los vetos al Hospital Garrahan y a las universidades, el Presidente decía que no entregará “un peso”, pero al mismo tiempo eliminaba las retenciones para los grandes terratenientes del campo hasta fines de octubre. Hay que frenar el plan motosierra.

El peronismo no es solución

Fuerza Patria busca canalizar la bronca creciente contra Milei presentándose como “lo nuevo”. Sin embargo, detrás de ese nombre está el mismo peronismo de siempre, que ya gobernó y dejó al país en ruinas.

La gestión de Alberto Fernández, con Cristina Fernández como vice y Sergio Massa en Economía, ajustó para cumplir con el FMI. Ese desgaste llevó a que un sector de la clase trabajadora votara equivocadamente a Milei como castigo. No podemos olvidar que el peronismo es responsable de que surgiera este gobierno ultraderechista.

Durante estos casi dos años, parte de sus legisladores votaron a favor o se ausentaron en momentos clave, facilitando las medidas del oficialismo. A esto se sumó el pacto de la burocracia de la CGT con Milei, que allanó el camino a sus políticas.
Además, donde gobierna el peronismo aplica su propio ajuste, como en Buenos Aires, donde Axel Kicillof y los intendentes pagan salarios de hambre. Incluso figuras como Juan Grabois, que se muestran “críticos”, terminan integrando sus listas.

Lo nuevo y distinto es la izquierda

En estos casi dos años de gobierno ultraderechista, solo el FIT-U estuvo en todas las luchas: en las calles, en cada conflicto, en las asambleas de trabajadoras y trabajadores, en las movilizaciones educativas, junto al movimiento de mujeres y disidencias el 1F y el 8M, y en las marchas semanales de jubiladas y jubilados.

En el Congreso, sus diputadas y diputados fueron los únicos que nunca acompañaron políticas de ajuste. Llevaron la voz de las calles al recinto y denunciaron la represión de la ministra Patricia Bullrich y su protocolo antipiquete.

La izquierda propone destinar los recursos que hoy se llevan los buitres de la deuda y el FMI a salarios, jubilaciones, salud y educación pública.

El FIT-U es lo único realmente nuevo porque nunca gobernó ni fue cómplice del desastre generado por los partidos tradicionales. Ante el colapso de Milei, plantea que el peronismo tampoco es solución: la salida es que gobiernen las y los trabajadores, por una Argentina socialista.

Votá por más diputadas y diputados del FIT-U

Frente a lo que se viene, es fundamental fortalecer a la única alternativa que defiende a la clase trabajadora, la juventud, las y los jubilados, y a quienes luchan contra este gobierno.

Se necesitan más bancas para dar esta pelea. Por eso hay que votar a Nicolás del Caño, Juan Carlos “Gringo” Giordano y la delegada ferroviaria Mónica Schlotthauer en la provincia de Buenos Aires; a Myriam Bregman y Mercedes de Mendieta en la Ciudad de Buenos Aires; a Liliana Olivero en Córdoba; a Ana Carolina Goycochea en La Rioja; a Gloria Cimino en San Juan; a Julia “Mechón” Ocampo en Neuquén; a Paula Gramajo en Río Negro; y a Hugo Iglesias y María Meza en Tierra del Fuego.
El voto distinto es al FIT-U, la única fuerza que plantea un cambio real porque Milei no va más.