El 3 de junio de 2015 marcó un hito en la historia del movimiento de mujeres de nuestro país. Aquel miércoles, frente al Congreso Nacional, fuimos centenares de miles de personas, la mayoría mujeres, quienes nos manifestamos con un simple pedido: paren de matarnos. Así surgió el grito común #NiUnaMenos que recorrió el mundo entero y puso en el centro de la escena la lucha contra la violencia de género. Desde entonces hemos logrado que, por ejemplo, lo que antes llamaban “crímenes pasionales” ahora se conozcan como femicidios. Aunque, aún hoy, nos genera asombro que en los medios no se habló de femicidio en el caso del odontólogo Barreda, que mató a cuatro mujeres, y hasta hacían chistes de mal gusto sobre que la víctima era el asesino.
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) Izquierda Socialista / FIT Unidad
Pasaron cinco años desde aquella movilización, que quedará marcada en nuestra memoria para siempre. El detonante fue el femicidio de Chiara Pérez, una adolescente de la localidad de Rufino asesinada por su novio, quien la enterró en el patio trasero de la casa de su abuelo. Conmovida, la periodista Marcela Ojeda escribió el 11 de mayo en su cuenta de Twitter: “¿No vamos a levantar la voz? Nos están matando”. La retuiteó Florencia Etcheves y, con una decena de mujeres periodistas, organizaron la convocatoria frente al Congreso para el 3J. En el documento, que fue leído por Maitena, Érica Rivas y Juan Minujín, se sintetizaron los principales reclamos, entre los que se encontraba la exigencia de un presupuesto acorde para la ley 26.485, de erradicación de la violencia hacia las mujeres, que había sido sancionada en 2009.
El registro de femicidios en 2015 era de uno cada treinta horas. Lamentablemente, las cifras al 2020 no son nada alentadoras. Según el observatorio “Ahora que sí nos ven”, hasta el 30 de abril se registraron 117 femicidios, uno cada veintiséis horas. Cinco años después, nuestras demandas siguen siendo las mismas porque del presupuesto nacional se destinan solo 11 pesos por mujer por año para combatir la violencia de género, una miseria. Presupuesto que viene de la era Macri y que mantiene Alberto Fernández que, aunque haya creado el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, nunca lo aumentó.
Por eso, desde Isadora, junto con otras organizaciones de mujeres y feministas, estamos convocando a que el próximo miércoles 3 de junio, al cumplirse un nuevo aniversario del #NiUnaMenos, salgamos a las calles (con todos los cuidados necesarios) para gritar nuevamente que paren de matarnos porque la violencia de género y los femicidios no entraron en cuarentena, sino que, al contrario, aumentaron con el encierro.
Presupuesto para combatir la violencia de género, no para la deuda
Mientras el gobierno de Alberto Fernández renegocia la deuda externa y paga de contado a los bonistas 320 millones de dólares en medio de una crisis sanitaria sin precedentes, las mujeres, travestis y trans no tenemos respuestas a nuestros reclamos. La ministra Elizabeth Gómez Alcorta confirmó que hubo un aumento de 40% de las denuncias por violencia de género y que todos los delitos bajaron, menos los femicidios, durante la cuarentena. Un informe estadístico del Observatorio de Femicidios de la Casa del Encuentro señaló que entre el 20 de marzo y el 14 de mayo de este año se habían contabilizado 49 casos de femicidios. Frente a esta realidad no hubo, por ejemplo, un aumento de 40% del presupuesto para la línea 144, que atiende esas denuncias. Ni tampoco hubo una política de evitarlos separando, por ejemplo, al agresor, ya que en la mayoría de los casos las víctimas habían hecho denuncias previas.
Contar con el presupuesto acorde para atender a esta problemática es fundamental, no solo para construir más refugios y acondicionar los que ya existen, sino también para garantizar una política integral de atención a las víctimas. Por ejemplo, el acompañamiento psicológico con perspectiva de género y el patrocinio legal gratuito, una vivienda para las víctimas que la necesiten y un subsidio económico sobre la base de la canasta básica. Estas medidas urgentes son necesarias para acompañar a quienes sufren violencia de género y ayudarlas a salir de esta traumática situación. El gobierno nacional debe declarar la emergencia en violencia de género con un presupuesto que la respalde. Ese dinero debe salir de un impuesto especial a las grandes fortunas, de la quita de subsidios a la Iglesia Católica y el no pago de la deuda externa. Por estos reclamos te invitamos a que participes de las diferentes acciones que haremos con Isadora el próximo 3J para que se cumpla el #NiUnaMenos.