Santa Cruz no escapa a la regla de la pandemia Covid 19, es decir los gobiernos provinciales y municipales descargando la crisis sobre los trabajadores. A los empleados estatales de ATE, APAP Y UPCN, el gobierno les cerró la paritaria con 0 % de aumento. Los dirigentes de ATE (que fueron todos en las listas del Frente de Todos) fueron los primeros en avalar la política de “pacto social”, bajo el nombre de acuerdo social, mientras los trabajadores de la provincia daban una enorme batalla contra el ajuste.
Grasso, el intendente de Río Gallegos, antes que el gobierno nacional dicte el aislamiento social obligatorio, hizo aprobar la emergencia económica sanitaria, lo que le permite no llamar a paritarias mientras dure la cuarentena. Sin embargo esto no le impidió aumentar su salario al doble y de todos los funcionarios políticos. Y tampoco despedir a tres trabajadores municipales que no son de las áreas esenciales, por negarse a salir a hacer las tareas sin elementos de seguridad.
Para que la crisis no la paguemos los trabajadores. Se deben prohibir los despidos y suspensiones y las rebajas salariales y reincorporar a los despedidos ya.
Corresponsal