Escribe Malena Zetkin
Grabois lanzó el Frente Patria Grande. El referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la CTEP, que se une ahora con el frente VAMOS, la agrupación feminista Mala Junta, el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI), el Movimiento Popular La Dignidad y la agrupación La Colectiva de Cecilia Merchán. Se trata de un frente que en palabras del propio Grabois “[…] se hizo para juntar votos para Cristina: no el 35% que ya tiene, eso sería pescar peces en la pecera: hay que ir a buscar al sector que está en el medio, hay que convencer a la tía gorila de que no es tan mala”.
Grabois se la tira de progre, de intentar nuclear a la generación “sub 40”, como dicen, pero fue un claro opositor al derecho al aborto legal junto a instituciones poderosas y repudiables como la Iglesia y los políticos de todos los partidos de la oposición patronal que se opusieron a ese derecho fundamental. Solo el Frente de Izquierda estuvo ciento por ciento con todos sus diputados a favor del aborto legal en el Congreso y fundamentalmente movilizando a miles en las calles para conquistarlo.
Grabois llama a hacer un frente con Cristina, la que nos negó ese derecho fundamental siendo gobierno. Y si Cristina tuvo que cambiar su voto cuando se debatió el aborto legal en el Senado, fue por la enorme movilización que la obligó, no por algún cambio progresista de su parte.
En concreto, Grabois le propone a miles de mujeres activistas y luchadoras que estuvieron en las calles siendo parte de la marea verde, que dejen de lado la lucha por el aborto legal en pos de la unidad anti Macri.
Como emisario del papa Francisco y del Vaticano, Grabois se ha encargado reiteradas veces de pronunciarse en contra del aborto con falaces argumentos, tales como sostener que se trata de un problema solo de mujeres de clase media y que las pobres están en contra de abortar. No solo las mujeres pobres y trabajadoras deciden abortar, sino que son ellas las que mueren por abortos clandestinos y más padecen la ilegalidad. Por eso miles de mujeres trabajadoras y de los barrios salieron a pelear en la marea verde y centenares comenzaron a romper con la reaccionaria Iglesia Católica a través de la apostasía -renuncia a la institución- sumándose a la campaña por la efectiva separación de la Iglesia y el Estado.
Frente al camino que están comenzando a transitar muchas referentes y activistas de la marea verde junto con Grabois, el Vaticano y Cristina, las llamamos a reflexionar críticamente sobre la perspectiva de ese rumbo político. No hay lugar para conquistar nuestros derechos de la mano de la milenaria Iglesia Católica, principal institución encargada de legitimar el dominio del cuerpo y la vida de las mujeres a través de los mandatos religiosos. Son quienes históricamente se opusieron a nuestro derecho a decidir, los que hoy encabezan la campaña que rechaza la educación sexual integral mientras defienden a los curas pedófilos, y los que mañana seguirán poniéndole freno a nuestras peleas si no los derrotamos.
Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda y desde la agrupación de mujeres Isadora llamamos a todas las mujeres luchadoras que hoy tienen expectativas en el Frente Patria Grande a seguir en las calles, a no renunciar a la lucha por el aborto legal y a construir una verdadera alternativa política, feminista y socialista para conquistar nuestros derechos.