Lo concreto es que los empresarios para llevarse las mayores ganancias posibles actuaron en detrimento no solo de los trabajadores sino incluso de la propia viabilidad de la empresa, total ellos siempre salen ganando. Si se la venden a un grupo internacional ganan miles de millones y si les dan un préstamo para seguir se llenan los bolsillos de igual manera.
La situación se repite en la química Atanor. Decidió enfocar su actividad exclusivamente en los productos agroquímicos (herbicidas, fungicidas e insecticidas), sector donde va a invertir 70 millones de dólares, cerrando sus negocios de azúcar y sal, debido a que este negocio es menos rentable. Por este cambio de rumbo cerró dos plantas, en Baradero y Munro, echando a 180 trabajadores.
Se trata de dos empresas históricas. Argentina se ubica como 2° productor de leche cruda de América Latina y 11° en el orden mundial. ¿Cómo se explica la actual crisis terminal del sector, que hasta podríamos terminar importando leche del exterior? ¿Acaso no hay un mercado interno para abastecer? ¿No se necesita leche en los comedores escolares, en los barrios humildes, en las villas? ¿Cómo explicamos que una empresa como Atanor decida por un lado echar trabajadores y en el mismo movimiento invertir 70 millones de dólares?
La realidad es que las patronales ponen como excusa la crisis, pero se siguen enriqueciendo a costa de los trabajadores. Por eso exigimos que no haya despidos, ni suspensiones, ni baja salarial ni traslados a otras plantas. Que los empresarios se hagan cargo repartiendo las horas de trabajo sin tocar el salario. Y que se prohíban por ley los despidos y suspensiones, expropiando toda empresa que viole esta disposición y poniéndola en funcionamiento bajo el control de sus trabajadores. Que la crisis la paguen los capitalistas, y no los trabajadores.