Se trata de uno de los más importantes grupos empresarios multinacionales de origen brasileño, preponderante en los campos de la ingeniería y la construcción, aunque también participa en la manufactura de productos químicos y petroquímicos. Su principal dueño y director actual, Marcelo Odebrecht fue condenado el año pasado en Brasil a 19 años de cárcel por coimear a centenares de políticos, parlamentarios, gobernadores y alcaldes, para conseguir ventajosos contratos con el Estado. Entre los famosos coimeados (y coimeros) está el ex presidente Lula.Ahora el escándalo se hizo internacional. El 21 de diciembre pasado, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó una investigación sobre Odebrecht, en la que se detalla que la constructora habría realizado coimas de dinero y sobornos a funcionarios públicos del gobierno de 12 países para obtener contrataciones públicas (Angola, Mozambique, Colombia, México, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Perú, Argentina, Venezuela, Ecuador y Estados Unidos). Un caso sonado es el de Perú, donde está con orden de captura el ex presidente Alejandro Toledo.
La constructora brasileña también reconoció haber pagado coimas por 35 millones de dólares en la Argentina entre los años 2007 a 2014. Gustavo Arribas, actual titular de la Agencia Federal de Inteligencia, y amigo de Macri, recibió en su cuenta un depósito de 594.518 dólares desde una cuenta suiza, proveniente de un agente de Odebretch, Como el grupo brasileño participa en la Argentina de la obra del soterramiento del tren Sarmiento, en asociación con IECSA -la firma que tiene como cara visible a Angelo Calcaterra, primo de Macri-, se especula con que la plata que recibió Arribas podría estar vinculada con un soborno para destrabar esta licitación por 3.000 millones de dólares. La corrupción del macrismo sigue apareciendo por distintas vías.
