En la movilización del pasado 24 de agosto contra la armonización de la caja de jubilaciones y por la reapertura de paritarias, vendimos 120 ejemplares, gran parte de ellos a docentes con quienes compartimos la marcha junto a nuestra columna sindical. Al día siguiente, en la histórica sentencia contra los genocidas en el juicio de la megacausa, fueron otros 100.
Lugares de trabajo, plazas o puntos de circulación de trabajadores y facultades, son escenarios donde no sólo se difunde nuestro periódico, sino que aprovechamos para intercambiar opiniones sobre la necesidad de organizarse para la lucha, sumarse a las reuniones de nuestro partido y ayudar a distribuir esta herramienta política.
Los sábados a la mañana en la plaza San Martín se venden decenas de El Socialista. Por mencionar los últimos casos, fueron 50 y 40, más muchísimas firmas contra los tarifazos. O en los “domingos rojos”, donde la militancia sale a ofrecer el periódico en distintos barrios de la capital y el interior de la provincia. En barrio Marqués, en la concurrida fábrica de pastas, nuestros compañeros venden decenas de El Socialista. También en Alto Alberdi, con timbreos casa por casa y en la plaza Jerónimo del Barco tres días a la semana. En General Paz, el pasado domingo, un grupo de compañeros pusieron una mesita y vendieron en un rato 16 periódicos, donde además sumaron a vecinos interesados en recibirlo en el futuro y en relacionarse políticamente con el partido. En Mina Clavero, en el marco del petitorio contra los tarifazos, se vendieron otros 20 periódicos. En el Valle de Punilla, los compañeros de los distintos equipos partidarios planifican difusiones públicas donde se venden de a decenas y se toma nota de teléfonos y correos electrónicos para seguir en contacto.
Estos son algunos de los tantos ejemplos que se vienen desarrollando como parte de la campaña de difusión de nuestro periódico al servicio de los luchadores.