Se trata de un protegido de Aníbal Fernández (“La Morza”) como lo llaman en el ambiente narco.
El gobierno kirchnerista no solo beneficiaba a las constructoras con la obra pública o con subsidios millonarios a las patronales del transporte, sino también dejó correr el negocio de la droga. En vez de controlar la entrada y el correcto uso de la efedrina, protegió a los narcos. Si éstos eran descubiertos los reubicaban en otra parte de la administración pública. Es el caso del santacruceño José Granero quien gracias a De Vido pasó del Sedronar a Enarsa tras descubrirse que dejó entrar 1.900 kilos de efedrina para producir droga.