Aun cuando diferíamos y debatíamos mucho sobre sus posiciones políticas (era militante del Partido Comunista y como tal defensora del kirchnerismo) no dejaba de apoyar ninguna lucha, no sólo las de la comunidad LGTTBI. Era una rebelde que no dudaba en organizar junto con la izquierda las “contramarchas” en el día del Orgullo, denunciando la cooptación y corrupción de las organizaciones oficialistas de la diversidad sexual. Y siempre, todos los años, su presencia era una fija en los Encuentros Nacionales de Mujeres, luchando por la legalización del aborto y contra la trata. Se fue una gran militante, sin duda una indispensable. La despedimos como a ella le hubiera gustado: ¡Adiós Lohana, gracias por haber sido mariposa!
José Castillo